En el Tribunal de Mayor Riesgo "B" inició la declaración del tercer colaborador eficaz propuesto por la FECI en el caso de defraudación aduanera conocido como “La Línea”. Foto: La Hora/Oscar Canel

En el Tribunal de Mayor Riesgo «B» inició la declaración del tercer colaborador eficaz propuesto por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en el caso de defraudación aduanera conocido como “La Línea”, se trata de José Alfredo Guillén quien por temas de seguridad prefirió comparecer a través de videoconferencia desde el Ministerio Público (MP), donde brindó detalles sobre dicha estructura.

Durante su intervención, Guillén relató que laboró en la aduana Santo Tomás de Castilla como técnico en aduanas. Agregó que entre 2012 y 2013 asesoró empresas en temas de trámites aduaneros, sin embargo, dijo que en octubre de éste último conoció a Osama Ezzat Aziz Aranki.

También afirmó que fue en 2014 cuando escuchó por primera vez el término «La Línea», que hacía referencia a una organización interna en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y en la que participaban autoridades del gobierno de turno.

“En ese año sí escucho ya la palabra ‘La Línea’, me piden que dé acompañamiento y quedo asignado a ‘La Línea’ de ese tiempo… ya había una organización interna dentro de la SAT integrada por autoridades de gobierno”, indicó.

“HABÍA QUE SACAR SUS MERCANCÍAS A MENOR PRECIO”

“‘La Línea’, como la palabra lo dice era para alinear a la gente de los puertos, administración, autoridades de SAT y autoridades de Gobierno”, declaró.

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El colaborador explicó que había que darle seguimiento a lo que se ofrecía a los importadores o tramitadores, para poder sacar sus mercancías a un menor precio de lo que eran los valores reales y la guía era el número de póliza en cada contenedor.

Durante su intervención José Alfredo Guillén, relató que laboró en la aduana Santo Tomás de Castilla como técnico en aduanas y que en octubre de 2013 conoció a Osama Ezzat Aziz Aranki. Foto: La Hora/Oscar Canel

Guillén detalló que en 2014 hubo una intervención gubernamental en los puertos, no obstante, eso no impidió que la estructura continuara operando.

“En el año 2014 apoyé al señor Osama viendo el tema de ‘La Línea’, llevando el control del puerto Santo Tomás de Castilla en base a las encomiendas, porque solo eso se podía trabajar según instrucciones de él”, añadió.

LAS DENOMINADAS COLAS

“Lo que se reunía por turno, por semana oscilaba a Q150 mil, las partes más fuertes eran a principios y a finales de año”. Además, aseveró que recibía en promedio el 5 por ciento de lo recaudado en un turno.

“Como encargado externo de ‘La Línea’ el señor Osama Aranki me daba un 5 por ciento de la recaudación que se obtenía por turno en el reporte que yo elaboraba”, reiteró.

SUS FUNCIONES EN “LA LÍNEA”

Entre las funciones que tenía a su cargo en la aduana Santo Tomás de Castilla, el testigo narró que llevaba un control de los contenedores que necesitaban “ajustes” y una vez pagado el soborno eran liberados. Agregó que hacía un reporte semanal y luego se los entregaba al encargado designado por Osama Aranki.

“Yo me encargaba de llevar el control de los contenedores que se negociaban para poder sacarlos en ‘La Línea’, yo me encargaba de pasarle los datos al administrador de ese momento y a los coordinadores de rampa para que se le diera el seguimiento y que hicieran los ajustes respectivos, luego yo les informaba en qué momento ya estaba cancelada la cola para que procedieran a liberar los contenedores”, aseguró.

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