El ex presidente Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti en el Tribunal de Mayor Riesgo “B” durante juicio por el caso La Línea. Foto: La Hora/José Orozco

En medio de dudas e incertidumbre por posibles contagios de COVID-19 y casi siete años después de revelarse el caso La Línea, el Tribunal de Mayor Riesgo “B”, inició este lunes 17 de enero el juicio en contra de 30 personas señaladas por el Ministerio Público (MP), de ser parte de una supuesta estructura de defraudación aduanera denominada La Línea.

Entre los señalados están el ex presidente Otto Pérez Molina y la ex vicemandataria Roxana Baldetti sindicados de asociación ilícita, casos especiales de defraudación aduanera y enriquecimiento ilícito.

Los procesados fueron trasladados a primera hora al nivel 15 de Torre de Tribunales. La sala de audiencia lucía llena, luego de que tanto sindicados, abogados y la mesa acusadora tomaran sus respectivos lugares.

Aunque el inicio del debate oral y público estaba programado para las 8:30 horas, el mismo inició después de las 9:00, la jornada empezó con la verificación de las partes procesales. Cabe señalar que esta diligencia, tanto Pérez Molina como Baldetti acudieron usando cabestrillo y vistiendo trajes de color negro.

Previo a la intervención del Ministerio Público, la ex vicepresidenta levantó la mano para pedir la palabra y expuso lo siguiente: «Quiero contarle señora juez que no sé si soy positiva a COVID-19 porque ya no tuve tiempo de hacerme la prueba”. Agregó que esta situación surgió porque el Inacif no acudió el fin de semana a examinarla, “creo que ya los contagié a todos», puntualizó.

Posteriormente, el sindicado Omar Franco también argumentó que posiblemente estaría contagiado de coronavirus y que percibía algunos síntomas. Tras conocerse esta situación fue separado del grupo de sindicados y fue ubicado en otro espacio.

El ex presidente Pérez Molina también expresó que no se estaban cumpliendo los protocolos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud y pidió que se considerara el uso de una sala de mayor capacidad.

“Ahorita todas las recomendaciones (de Salud) que están haciendo aquí se están violando, le digo al Tribunal no quieran precipitar una situación en la que están exponiendo a todos”, agregó.

Debido al poco distanciamiento entre los procesados la jueza Janeth Valdez quien preside el Tribunal, planteó dos posibles soluciones, primero continuar el debate en dos salas apoyándose en equipos de proyección y sonido o segundo armar dos grupos de sindicados.

Varios sindicados y abogados se opusieron a estas alternativas, al argumentar que no eran viables y la mayoría optó porque el resto de audiencias se llevarán a cabo en una sala de mayor capacidad.

“Se va a girar un oficio para que se nos proporcione una sala de mayor capacidad”, concluyó la togada.

Una vez resueltos estos aspectos la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), inició con los alegatos de apertura.

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