Tras el cambio climático, varias personas se ven afectadas por lo que ingresan a una pobreza extrema. Foto La Hora

Según un informe publicado por Oxfam Guatemala, el cambio climático que ha provocado fuertes tormentas en los últimos dos años y la pandemia por COVID-19 han agravado la situación del hambre en el país y a la vez estiman que provoca un impacto en la economía con un aumento en la pobreza extrema.

El documento: “Los rostros del hambre en Centroamérica” presenta un panorama sobre la seguridad alimentaria y nutricional del Corredor Seco Centroamericano que incluye a Guatemala, considerando el período de hambre estacional, la pandemia del Covid-19 y otros fenómenos que han empobrecido aún más a las familias de la región.

El informe señala que a estas múltiples amenazas se suma el impacto de medidas para reducir los contagios por el virus, en Guatemala, El Salvador y Honduras, “se establecieron fuertes medidas de restricción de movilidad desde el mes de marzo de 2020, que impactaron negativamente sobre la gente que depende de sus ingresos diarios para comer y satisfacer otras necesidades. Estas personas son la mayoría de la población del Corredor Seco”.

La pobreza impulsa a varias personas de distintas comunidades del país a migrar: La Hora/Christian Gutiérrez

“Se prevé que el desempleo hará más pobres a las familias del Corredor Seco. En Guatemala, los niveles de pobreza extrema podrían aumentar de 19.8% a 22.7%”, resalta Oxfam, organización que observa indiferencia en los gobiernos de la región para plantear políticas de cambio.

MEDIDAS DE CONTROL FALLIDAS

El informe destaca que, “pese a las restricciones, los contagios y muertes no han podido evitarse”, en Guatemala según el Ministerio de Salud desde que se registró el primer contagio en el país, en marzo de 2020 al 30 de septiembre de este año, se han acumulado 563,25 casos de infección por COVID-19.

Mientras que la más reciente actualización del tablero COVID-19 indica que han fallecido 13,625 personas, actualmente hay una tasa de mortalidad 77.7 por cada 100 mil habitantes y que la letalidad es del 2.4 por ciento.


EFECTO DE LAS LLUVIAS

Las lluvias torrenciales fueron tan abundantes como las familias pobres afectadas. De acuerdo con estimaciones de UNICEF, las tormentas y los huracanes perjudicaron a 4.6 millones de personas en Centroamérica.
Según el consolidado de incidentes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), en Guatemala 2,438,933 personas resultaron afectadas por los fenómenos reportados durante los últimos meses de 2020, cuando ocurrieron los fenómenos Eta e Iota.

“Grandes daños a los cultivos y las tierras productivas, a los activos ganaderos y pesqueros, y a la infraestructura, lo que causará una reducción crítica de las fuentes de alimentos e ingresos, tanto a corto plazo como a mediano plazo. Este impacto alarga el hambre estacional”.

El informe señala que a pesar de que Centroamérica es responsable únicamente del 0.5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, la región es una de las más azotadas del mundo por los efectos del cambio climático.

De acuerdo con el Índice de Riesgo Climático de Germanwatch, Guatemala fue el país de la región más afectado entre 2009 y 2019, ocupando el puesto 16 de la lista, aún por arriba de El Salvador, Nicaragua y Honduras.

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