Foto La Hora: Archivo

POR MANUEL GARCÍA
mgarcia@lahora.com.gt

En una conferencia virtual, el Centro Nacional de Investigaciones Económicas (CIEN) presentó un análisis acerca de la utilidad del Bono Familia, el cual ha decir del analista en temas económicos Jorge Lavarreda debió focalizar los programas de ayuda hacia los estratos de población con menores niveles de bienestar. Esto a través de la selección de sus beneficiarios por medio de combinaciones de criterios y métodos de focalización.

Lavarreda explicó que, la respuesta del Gobierno fue tomar medidas para minimizar la pérdida de vidas y proteger los ingresos de las personas, anunciando 10 programas para los cuales se utilizaría Q.14,235.4 millones a través de la creación de tres Decretos 12, 13 y 20-2020 con Q.19,806.4 millones de los cuales 74% fue para Covid-19.

Según el experto «Existían otros criterios establecidos desde el inicio, como a quiénes priorizar y los mecanismos de ejecución, los cuales, en la práctica no funcionaron exactamente como estaban propuestos dentro del Fondo Bono Familia».

«Hubo poca claridad para identificar el problema priorizado, también para determinar la población objetivo, tampoco se estableció claramente a quién exactamente apoyar con el Bono y cómo debía impactarles el mismo. Lo ideal hubiera sido formular un resultado asociado al Bono indicando el cambio en las condiciones de vida del ciudadano que se quería alcanzar, pues así funciona la gestión por resultados, no es solo entregar el dinero», indicó Lavarreda.

Al mismo tiempo precisó «Recordemos que inicialmente iban a ser 2 millones de personas beneficiadas, incluyendo el 10% de personas sin acceso a la electricidad, pero en el Congreso cambiaron los criterios de elegibilidad una vez ya en proceso el programa, se tuvieron que hacer nuevos ajustes y crearon un padrón dinámico, ya no fijo, incrementándolo y creando retos en implementación».

RECOMIENDAN IMPLEMENTAR OTRAS MEDIDAS

Después de analizar la implementación del Bono Familia, Lavarreda precisó que se debían implementar algunas medidas como:

• Focalizar los programas de transferencia hacia los estratos de población con menores niveles de bienestar a través de la selección de sus beneficiarios por medio de combinaciones de criterios y métodos de focalización.

• Que el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) elabore una guía metodológica y normativa específica para diseñar, presentar, implementar y evaluar programas de transferencias monetarias en contextos de estados de emergencia o de calamidad.

• Implementar un sistema único de registro de beneficiarios para todos los programas sociales. — El padrón de beneficiarios creado con el Bono Familia es un punto de partida.

ELEMENTOS RESCATABLES

A partir del análisis del Fondo Bono Familia el CIEN identificó elementos positivos en la implementación:

La implementación de la firma electrónica para los procesos internos de MIDES de autorizaciones y pago de aportes, así como la conformación de expedientes.

• La conformación de un nuevo padrón de beneficiarios en el país.

• Método innovador para la entrega de las transferencias monetarias.

• Integración del sistema financiero para la entrega de aportes.

• El Bono Familia se implementó en menos tiempo del que lleva implementar cualquier otro programa en el sector público.

MIDES SIN POSTURA ANTE EL INFORME

Se consultó al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) su postura respecto a este informe, pero al cierre de esta nota no se había obtenido respuesta. De recibirla, se consignará en esta nota.

De acuerdo con el Tablero de Ejecución de Programas Covid-19, del Ministerio de Finanzas, el Bono familia cuenta con un nivel de ejecución del 100%, habiendo ejecutado Q 5,999.6 millones, de los Q6,000 millones destinados para el mismo.

El titular del MIDES, Raúl Romero. La cartera aún no se pronunció sobre el informe Foto La Hora/José Castro
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