POR MARIELA CASTAÑÓN
mcatanon@lahora.com.gt
La administración de las 21 cárceles guatemaltecas es un tema postergado por la administración del presidente Jimmy Morales, que si bien es cierto, inició con la implementación del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, no lo concluyó, mientras tanto las prisiones están hacinadas con 25 mil 286 personas, pero solo hay 6 mil 809 espacios carcelarios.
Las prisiones únicamente llaman la atención de las autoridades y de la población cuando suceden motines, toma de rehenes, masacres, violencia o cuando se refleja la anarquía y corrupción, como ocurrió hace algunos días.
La semana pasada el tema carcelario acaparó la atención, debido a una “fiesta” realizada por miembros del Barrio 18 con sus familias en el Centro de Detención Preventiva para Hombres de la zona 18. Los parientes de los reclusos no salieron cuando concluyó la visita el pasado lunes; se quedaron a dormir y a celebrar el “Día del Reo”.
El Sistema Penitenciario (SP) y la Policía Nacional Civil (PNC) cuantificaron más de 200 personas en el penal, a las cuales no pudieron sacar. Un día después de la fiesta, las familias, con alrededor de 95 niños y niñas abandonaban la cárcel, frente a la mirada de los guardias penitenciarios, medios de comunicación y visitas.
Los reos de la Granja Penal Canadá en Escuintla también habían organizado una actividad similar para celebrar el Día del Reo, el 24 de septiembre, pues se reportó el ingreso de nueve personas para instalar sonidos y toldos.
Los casos provocaron reacciones de las autoridades tres días después de conocerse lo sucedido en el Preventivo y por eso el pasado jueves delegados del SP interpusieron denuncias en contra de los directores del Centro de Detención Preventiva para Hombres de la zona 18 y de la cárcel Canadá.
Mientras tanto, hace dos meses, la Defensoría del Debido Proceso de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) documentó que en la Granja Penal Pavoncito ingresaron familias de ros para convivir con ellos.
“Hace como dos meses hubo algo en Pavoncito también, pero era una situación que las mismas autoridades habían autorizado en sectores de aislamiento, pero eso lo hacen de forma interna los del SP. Se filtró la información, fuimos a verificar, había como dos o tres privados de libertad que solicitaron –autorización para que su familia ingresara–, había una persona con su niño y una adolescente. Era la mamá con su hija y una niña, esposa del privado de libertad”, explica Gerardo Villamar, defensor del Debido Proceso de la PDH.
En tanto, permitir el ingreso de más personas a las prisiones representa hacinamiento, pues hay déficit de espacios carcelarios, opinan profesionales entrevistados en este reportaje.
“Los únicos cambios que ha habido en el Sistema Penitenciario de 2012 a la fecha es que tenemos el doble de privados de libertad”.
Gerardo Villamar, defensor del Debido Proceso de la PDH.
GRAVE SITUACIÓN Y CONSTANTES CAMBIOS
Las 21 cárceles guatemaltecas están hacinadas y así se refleja en las estadísticas, pues actualmente hay 25 mil 286 privados de libertad, de los cuales 13 mil 150 están sentenciados y 12 mil 136 preventivos.
Las prisiones solo tienen 6 mil 809 espacios carcelarios, lo cual impacta negativamente en la reclusión de los privados de libertad.
“Los únicos cambios que ha habido en el Sistema Penitenciario de 2012 a la fecha es que tenemos el doble de privados de libertad, en el 2012 teníamos 12 mil privados de libertad, hoy estamos hablando de –más de 25 mil privados de libertad–, distribuidos en los mismos centros penales construidos hace más de 60 años y que en el año 96 sus instalaciones ya estaban ocupadas”, indica Villamar.
Además, 42 guardias penitenciarios fungen como directores y subdirectores de las prisiones. Esta disposición fue tomada por la exministra de Gobernación, Eunice Mendizábal, en 2015. Mientras que según la PDH alrededor de 3 mil 800 guardias custodia a más de 25 mil reclusos.
Carlos Morales, representante de la Coordinación de Comunicación Social del SP, refiere que recientemente se hizo pública una convocatoria para buscar a personas con un perfil académico universitario, sin embargo, siguen esperando la respuesta de más profesionales para las vacantes.
Por otro lado, durante la actual administración, las autoridades del Ministerio de Gobernación (Mingob) han nombrado a cinco directores del SP, entre ellos: Luis Carlos de León Zea, Nicolás García Fuentes, Juvell De León, Camilo Gilberto Morales. Actualmente funge Jonathan Pier Hernández.
SIN OBSERVAR CAMBIOS
Corinne Dedik, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), explica que es preocupante la situación del sistema carcelario, pues continúa el hacinamiento y no se perciben cambios para atender este y otros problemas.
“Vemos la situación con mucha preocupación, especialmente porque se puede ver que, aunque sigue aumentando –el número de– personas privadas de libertad, la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) no ha impulsado proyectos importantes en el tema de infraestructura para aliviar el hacinamiento, otro proyecto, es la carrera del personal, de rehabilitación donde –se podría percibir– una reforma o cambio mayor, en el manejo del tema carcelario”, indica Dedik.
De acuerdo con la entrevistada, la administración del gobierno actual está por concluir, pero no se han observado mayores avances, un ejemplo es el estancamiento del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.
“Se están terminando este gobierno, pero no se ven mayores avances. El avance que se tuvo al inicio con el impulso del Modelo de Gestión Penitenciaria se quedó estancado, así que realmente no se ha logrado en los últimos años seguir con la reforma del SP y con el aumento de las personas, cada vez se vuelve más complicado manejar el control y la logística de los servicios penitenciarios”, indica la investigadora del CIEN.
La Hora ha intentado conocer en qué fase se quedó el proyecto de Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria y por qué razones no continuó, sin embargo, se han postergado las entrevistas telefónicas y personales que se han solicitado a Juan Carlos Corzo, director del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, mientras que el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart no responde llamadas ni mensajes.
Por su parte, Zoel Franco, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (ICCPG), lamenta que no solo el gobierno de Morales, sino la mayoría, no ha impulsado una reforma en su totalidad, para eso debería tomarse en cuenta la Ley del Régimen Penitenciario que marca las rutas a seguir.
“Cuando pensamos en reformas no es solamente a los centros de privación de libertad, sino debe ser toda la concepción filosófica, todos los objetivos que se quieran dar al SP, como de su reestructuración”, explica Franco.
TEMAS QUE DEBEN SER PRIORIDAD
De acuerdo con Dedik, las prioridades que la nueva administración de gobierno debe tomar en cuenta a partir del próximo año, son: trabajar en un plan de corto plazo para acciones inmediatas con el fin de retomar el control y buen manejo de las prisiones. Después trabajar en metas de mediano plazo para los cuatro años, sin importar si continúa el mismo director. También se debe pensar a largo plazo.
“Los temas prioritarios para abordar, son el tema de la infraestructura que creo que en cuatro años se puede logar algo si realmente se trabaja por cuatro años en los mismos proyectos. Luego en la carrera y profesionalización del personal, es urgente depurar este personal que está por el tema de la corrupción y después instaurar la carrera penitenciaria con ajuste salarial, con la evaluación del trabajo periódicamente y que se especialice en temas penitenciarios”, indica.
La profesional agrega: “En el tercer punto, hay que retomar el control administrativo financiero de la institución, es muy importante eliminar algunas prácticas que después causan un caos administrativo, poner orden en este nivel, por último y no menos importante es el tema de la rehabilitación, poner énfasis, lograr mayor atención de los privados de libertad, pero en las condiciones que ellos están actualmente recluidos es prácticamente imposible, por eso es importante que se trabaje en el tema de infraestructura y personal”, indica Dedik.
Franco por su parte, considera que el apoyo de las autoridades del Mingob y del Ejecutivo debe ser una prioridad para la nueva administración, porque un director del SP no puede hacer mayores cambios solo.
“Lo primero es diseñar una carrera penitenciaria, que significa que el nombramiento de las personas que van a estar dentro del SP deben ser idóneas y esto requiere el apoyo de las autoridades del Mingob y del Ejecutivo en general, no se puede esperar que una persona cambie por el simple hecho de ser especialista, una realidad que es bastante compleja”, reitera.
A criterio del entrevistado, también se debe prestar atención a la Subdirección de Rehabilitación, con el fin de que los privados de libertad puedan tener herramientas para continuar su vida cuando abandonen una cárcel.
“Lo otro es brindarle mayor importancia a la Subdirección de Rehabilitación que debería ser la columna vertebral en el SP, para cumplir con los fines de la Constitución Política de la República y de la pena, que el objetivo no es mantener encerradas a las personas, sino que tengan herramientas para que al salir de un centro de privación de libertad puedan construir un proyecto de vida fuera del ámbito del delito”, dice el representante del ICCPG.
Además, el profesional menciona la necesidad de atender el tema de salud en las cárceles y erradicar la corrupción en el SP.
“Cuando pensamos en reformas no es solamente a los centros de privación de libertad, sino debe ser toda la concepción filosófica, todos los objetivos que se quieran dar al SP, como de su reestructuración”.
Zoel Franco, ICCPG.
