La periodista guatemalteca Irma Flaquer Azurdia. Foto: La Hora / Redes Sociales

Un 16 de octubre de 1980, hace 42 años, la periodista guatemalteca Irma Flaquer Azurdia (1938-1980) reconocida por su pluma crítica contra los actos de corrupción y violaciones de derechos humanos por parte del Estado guatemalteco, fue desaparecida.

 

Nunca se encontró su cuerpo, ni hubo esfuerzos oficiales por esclarecer el caso, con el argumento de que no existía denuncia formal. Se presume que la mataron como represalia por sus artículos contra los actos del gobierno del general Romeo Lucas García.

Era hija del productor teatral catalán, Fernando Flaquer, y de Olga Marina Azurdia, una cantante de ópera guatemalteca.

Su columna “Lo que otros callan” escrita en el diario La Hora le ganó reconocimiento a lo largo de 13 años. De 1971 a 1980 escribió su columna para el diario La Nación.

Durante 22 años escribió en varios periódicos y emisoras de radio en la ciudad de Guatemala. En 1979 fundó y presidió la primera comisión de Derechos Humanos de Guatemala. Sobrevivió a un atentado en 1968 y luego escribió un libro narrando este suceso: “A las 12:15, El Sol”. También se le identificó como activista del Partido Revolucionario (PR) entre 1966 y 1970.

ÚLTIMOS MOMENTOS

El recuento de los últimos minutos de su vida relata que almorzó por última vez en la casa de su hijo Fernando Valle, ubicada en la 13 calle A y 2da. avenida de la zona 3. Festejaron el cumpleaños de su nieto Alejandro, que cumplía 4 años.

Frente a la residencia, observaron a una pareja de novios sentada en el bordillo de la banqueta. Aquellos jóvenes tenían un maletín grande que llamó la atención de los familiares de la periodista.

 

Caía la tarde cuando su hijo Fernando Valle de 24 años, la llevaría en automóvil hasta el apartamento de ella ubicado en la zona 1.

Cuando se iban, los parientes de Irma observaron que los supuestos novios, desde la banqueta les hicieron señales a los tripulantes de una panel color beige que se encontraba estacionada cerca del lugar.

En la 1ra. avenida y 13 calle A zona 1, estaba la panel color beige, en cuyo interior se encontraban miembros armados de la policía judicial, que de inmediato comenzaron a seguir el vehículo de Fernando.

Durante la persecución, los ocupantes de la panel comenzaron a disparar contra el automóvil de Fernando en la zona del Hospital San Juan de Dios. Ante el ataque, Fernando Valle viró con rumbo sur en la Avenida del Cementerio, pero a dos cuadras, en la 14 calle, el vehículo los rebasó y les cortó el paso. Los desconocidos volvieron a dispararles.

En ese momento, desde una calle cercana, 13 calle C, salió otro vehículo tipo microbús cuyos tripulantes también abrieron fuego contra ellos. Cuando les faltaba una cuadra para llegar a su casa, fueron interceptados por los dos automóviles que los rodearon y les dispararon de nuevo con armas de fuego.

HERIDO

Fernando Valle resultó gravemente herido. Una bala expansiva le penetró en la cabeza, y perdió el control del volante. Chocó con la pared de una casa ubicada en la Avenida del Cementerio y 14 calle. Irma Flaquer sufrió heridas, lo que no le impidió salir del carro pidiendo a gritos ayuda médica para su hijo.

 

En ese momento, varios individuos que participaron en el ataque armado le dieron alcance a Flaquer, le cubrieron el rostro con una bolsa de tela y la secuestraron.

Se presume que Flaquer fue torturada por varios meses y después asesinada, luego de permanecer recluida en una cárcel clandestina en el edificio de la antigua Escuela Politécnica en la zona 10.

DESAPARECIDA

Nunca más se supo de Irma Flaquer. Las presunciones indican que la mataron como represalia por sus artículos contra los actos corruptos de funcionarios del gobierno del general Romeo Lucas, de los militares de entonces y contra la opresión de los indígenas y las violaciones a los derechos humanos.

Por su parte, Fernando Valle Flaquer fue declarado muerto horas después en el Hospital General San Juan de Dios.

Una exhaustiva investigación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Guatemala concluyó que: “El Estado Mayor Presidencial, tal vez, junto con el jefe de la Policía Nacional, decidieron secuestrar a la periodista Flaquer”.

La investigación fue avalada por la Comisión guatemalteca para el Esclarecimiento Histórico (CEH). Sobre esa base se hizo una presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en marzo de 1997, llegando a la convicción de que las autoridades responsables del Estado de Guatemala faltaron gravemente a su deber de investigar y sancionar los hechos, violando el derecho a la justicia.

 

En el año 2000, el Estado guatemalteco asumió la responsabilidad por la desaparición forzada de Irma Flaquer. A su familia se le concedió una reparación moral e indemnización económica.

En su memoria, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) instauró en Guatemala el premio de periodismo “Irma Flaquer”, con fin de fomentar la investigación en temas de desarrollo humano, salud y mujer.

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