POR MARGARITA GIRÓN
jgiron@lahora.com.gt
Pese a que el Gobierno ha impulsado 10 programas de ayuda para la población vulnerable del país, hay muchos hogares que aún esperan ser parte de alguno de los programas, aunque las condiciones sean cada día más extremas.
Don Oswaldo Mendoza, un guatemalteco de 52 años, es papá de 3 menores de edad y desde enero se encuentra en búsqueda de un empleo; sin embargo, la crisis derivada de la pandemia, ha impedido que alguna empresa le brinde una oportunidad laboral, sumado a que, por su edad, las posibilidades son aún más reducidas.
La historia de don Oswaldo llegó a La Hora, cuando en busca de asesoría para aplicar a los programas, relató su caso y aunque espera que pueda aplicar al programa del bono familia, la factura de servicio llegará a su vivienda después del 10 de junio.
Mientras tanto, las condiciones de vida para él y su familia, se agudizan ante la falta de ingresos.
“Trabajé un año para la Onsec, pero terminó mi contrato en diciembre y a partir de allí he enviado mi currículum a muchas empresas, pero la oportunidad no ha llegado y menos ahora que entró esa enfermedad del virus”, dijo don Oswaldo.
Según detalló, su mayor preocupación son sus hijas, las deudas y las responsabilidades como responsable de la crianza de las menores de 14, 11 y 5 años, a quienes debe proveer de alimentos, vestido y educación, ya que están bajo su cuidado debido a la separación que tuvo con la progenitora de las niñas.
Aunque don Oswaldo ha vivido estos meses con la ayuda de su hermana, ella perdió la vida hace unas semanas y ahora su situación empeoró, pues para subsistir ha recurrido a la ayuda de amigos y conocidos, quienes le han apoyado con víveres, mientras él continúa buscando opciones laborales.
Don Oswaldo cuenta con estudios universitarios en el área de administración de empresas, y ha trabajado en como asesor de ventas y puestos administrativos; sin embargo, según manifestó ahora lo más importante es conseguir un empleo, aunque no sea en el área de su experiencia, para poder llevar los alimentos para sus hijas.
“Ahora no importa el tipo de trabajo que pueda conseguir, lo importante es llevar los frijolitos a mi casa. Ya no tengo muchos víveres, solo unas bolsas de frijol, arroz y fideos. Primero Dios puedo conseguir un trabajito en donde pueda solventar mis gastos. Me siento muy mal porque mi situación antes no era la que estoy viviendo ahora, pero todo lo hago por mis hijas”, detalló.
Además, indicó que ha tenido que limitar servicios básicos en su casa y las deudas del colegio y guardería de sus hijas, son otra preocupación que tiene, pues su deseo es que las niñas continúen estudiando.
“He buscado grupos que dan ayuda con víveres, pero tampoco me han llamado y aunque busco trabajo, mientras consigo algo, agradecería si alguien puede apoyarnos”, puntualizó el entrevistado.
Si usted desea apoyar a don Oswaldo, con víveres o conoce de alguna oportunidad laboral para él, puede contactarlo al teléfono 4960-7968 o puede comunicarse a la redacción de este vespertino, en donde se canalizará el apoyo recibido.