Asegurar la inscripción de 200 alcaldes para su reelección de la mano del partido oficial, reunir al menos un millón de votos para el binomio presidencial y un monto similar para diputados del listado nacional que encabezaría Miguel Martínez, así como obtener el pase directo a la segunda vuelta es la estrategia de VAMOS para las Elecciones Generales del 2023.
De acuerdo con analistas consultados por La Hora la aspiración del partido oficial no se limita solo a una fórmula matemática que garantice el triunfo, sino en el control de las instituciones públicas.
EL PRIVILEGIO DESDE EL EJECUTIVO
Tres politólogos coincidieron en que la estrategia es una dinámica común en cada gobierno de turno, aunque distinguieron que desde el retorno a los gobiernos democráticos en 1986 ninguno de los intentos de asegurar la presidencia del partido oficial por medio de sus alcaldes ha sido exitoso.
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La diferencia con los esfuerzos de otros partidos oficiales es que el actual controla la Corte de Constitucionalidad (CC), el Ministerio Público (MP), la Contraloría General de Cuentas (CGC), la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el Tribunal Supremo Electoral (TSE), la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y hasta la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
Para el politólogo Hugo Novales, tratar de vincular alcaldes a la campaña presidencial es muy común, pero destacó que desde el Organismo Ejecutivo se está en una posición privilegiada para hacerlo “precisamente porque la distribución de recursos los pone en ventaja”.
El profesional planteó que otras probables estrategias utilizadas por VAMOS estarán orientadas a la exposición de su candidato presidencial.
“Seguramente también van a utilizar recursos financieros provenientes de fuentes privadas y posiblemente recursos públicos para asegurar una campaña muy bien financiada, especialmente a nivel territorial”, agregó Novales.
CONCESIONES DE OBRAS Y AMENAZAS
El reportaje de La Hora titulado “Estrategia de VAMOS: copar 200 alcaldes para llegar a 1 millón de votos”, detalla que el reclutamiento de los jefes ediles sienta sus bases en la concesión de obras millonarias de infraestructura para cada municipio, tal como lo ha enfatizado el presidente Giammattei con lo que denominó “un gobierno municipalista”.
La segunda vía de adherir a los jefes ediles al partido es a través de la amenaza de no entregarles la constancia transitoria de inexistencia de reclamación de cargos, conocida popularmente como “finiquito”, por parte de la CGC si no participan con el oficialismo.
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Una fuente conocedora del tema amplió a La Hora que sin el aval de la CGC los alcaldes serán excluidos del reparto de recursos. Además, de buscar la reelección con otro partido, la amenaza trasciende a presentar denuncias penales por supuestos actos de corrupción ante el MP.
EL NUEVO FACTOR: CONTROL INSTITUCIONAL
Luis Mack, analista político independiente, opinó que el ofrecimiento de montos millonarios para obras es un método utilizado en períodos anteriores. Caso contrario es el de las amenazas respecto a la inscripción de candidatos. “Probablemente van a amenazar con otras cosas más y ese creo que es el elemento extra que tienen ellos, porque han ido cooptando todo”, señaló.
A esas consideraciones se suma el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que en criterio del analista se ha visto “reducido en la práctica y actúa con cierta parcialidad”. Este factor, considera, podría afectar la “limpieza de las elecciones” ante la posibilidad de un fraude electoral.
Por su parte, Jahir Dabroy, coordinador del departamento de investigaciones sociopolíticas de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), refirió que en cada período los gobiernos intentan utilizar los recursos a su favor “algunos lícitos, otros no tanto” para permanecer en el poder.
“Los políticos van a tratar de maximizar sus beneficios y lo que puede pasar con el tema de los finiquitos, igual se ha visto en otros procesos anteriores. No es una práctica ética bajo ningún punto de vista, pero es una maximización de sus recursos no tan lícitos por parte de los actores que están buscando llegar al poder”, resumió.
ESTRATEGIA CON RESULTADOS EN LAS DIPUTACIONES
Los resultados de las Elecciones Generales de 2019 demuestran que un millón de votos serían suficientes para asegurarle a un partido la segunda vuelta electoral. En la primera vuelta Sandra Torres de la Unión Nacional de la Esperanza (UNE) logró 1.1 millón de votos. En segundo lugar, quedó Giammattei con 614,025 votos en primera vuelta, quien luego ganó la presidencia en segunda ronda con 1.9 millones de votos.
Los números a su vez influyen en la cantidad de escaños obtenidos en el Congreso de la República. Aunque el partido no lo ha confirmado, Miguel Martínez, exdirector de la Comisión de Centro de Gobierno, se perfila para la primera casilla en el Listado Nacional de diputados.
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VAMOS estima que el millón de votos en la papeleta electoral logrará posicionar entre 8 a 9 más con Martínez, sin contar los que pretenden ganar en los distritos.
Hugo Novales consideró que sí existe un interés del Ejecutivo en que los alcaldes ayuden a movilizar el voto, aunque ello se ve reflejado más en las papeletas de diputados que en la del binomio presidencial, pues “tienen un vínculo más cercano a los alcaldes, especialmente los diputados distritales”.
EL DESGASTE POLÍTICO PODRÍA SER EL FACTOR DISIDENTE
A pesar del panorama que se prevé para el 2023, de acuerdo con Novales la carencia de un posicionamiento territorial es un factor que juega en contra de la estrategia de VAMOS, al considerar que el partido ganó las elecciones con “poquísima presencia territorial”, sumando 29 alcaldes y 17 diputados, a lo que se suma el desgaste del partido, una cuestión natural según Jahir Dabroy.
“Ese desgaste de hacer gobierno lo tiene VAMOS, lo tuvo la UNE, el (Partido) Patriota y Jimmy Morales. Hay un montón de gente que puede estar desencantada con que las promesas no se cumplieron. Yo no digo que no pueda pasar, pero no es tan sencillo”, concluyó el investigador de Asíes.
