Los niños, niñas y adolescentes guatemaltecos migran para escapar de un contexto poco favorable, pero quienes no logran el objetivo. Foto: La Hora/@USBPChiefTCA.

Los niños, niñas y adolescentes guatemaltecos migran para escapar de un contexto poco favorable, pero quienes no logran el objetivo, al ser retornados se enfrentarán una vez más a las mismas limitantes que fomentaron la búsqueda de mejores condiciones de vida en el extranjero, según una encuesta divulgada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cuyos resultados fueron divulgados esta semana.

La Encuesta de Hogares sobre Movilidad Humana (EHMH) en Guatemala recopila las respuestas de 2 mil 842 hogares con presencia de madres, padres o responsables legales de la niñez y adolescencia migrante retornada en los centros de recepción de Guatemala entre el 1 de julio a 31 de diciembre de 2021.

EL ROSTRO JOVEN DE LA MIGRACIÓN

Solo en el 2021 se registraron 5 mil 734 retornos de menores de edad acompañados y 7 mil 552 niños, niñas y adolescentes que emprendieron el viaje por cuenta propia.

De las 2 mil 842 encuestas se determinó que la niñez y adolescencia no acompañada retornada a Guatemala se compone, en su mayor parte, por una población de 13 a 18 años (95%). Respecto al sexo, el 74% fueron varones y 26%, mujeres.

En el sexo masculino la edad promedio a tiempo de migrar fue de 15.8 años, mientras que en el femenino de 15.3 años.

En los hogares encuestados se determinó un promedio de 5.6 personas por vivienda y un 44% de las familias confirmaron la recepción de remesas.

QUIENES REGRESAN DESAFIARÁN LOS MISMOS PROBLEMAS

La organización preguntó a los participantes sobre sus motivaciones para migrar, siendo las principales las siguientes:

74%: Mejores condiciones de vida
57%: Desempleo o mejores condiciones de empleo
40%: Reunificación familiar
2%: Inseguridad en su país de origen

No obstante, el 71% de los encuestados señalaron más de una razón.

Con esta investigación también se encontró que los hogares a los que retornó la niñez migrante no acompañada presentaban diversas carencias:

El 33% de los hogares no contaban con acceso a agua potable por cañería. En sustitución utilizaban pozos y ríos, entre otras alternativas.

 

Dos de cada tres hogares no contaban con inodoro. El 47% utiliza letrina y el 23% fosa séptica.

Además, se diagnosticó que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes encuestados no cumplía con la escolaridad mínima esperada según su edad (61%). Este aspecto fue detectado con mayor frecuencia en las niñas (45%) que en los niños (36%).

Solo en el 2021 se registraron 5 mil 734 retornos de menores de edad. Foto La Hora: AP.

Adicionalmente, al comparar este indicador etnicidad, un mayor porcentaje de la niñez y adolescencia no indígena (32.5%) que de indígenas (27%) cumplió con la escolaridad mínima esperada.

Estos modelos también reflejan una continuidad de patrones familiares, por ejemplo, se determinó que la escolaridad promedio de los adultos encargados en los hogares fue de 2.8 años.

“Estas tasas son mayores para las edades más altas de la niñez y adolescencia; es decir, que a mayor edad menor cumplimiento de escolaridad mínima esperada”, determinó la OIM. Si bien este panorama data de antes que los menores de edad migraran, al regresar a Guatemala no existen garantías de poder optar a una educación de calidad y gratuita.

Asimismo, llama la atención que la segunda razón más común para migrar es encontrar mejores opciones de empleabilidad, cuando la prioridad de la niñez y adolescencia debería ser su educación.

Foto La Hora: OIM.

EL RIESGO DE LA MIGRACIÓN

Por medio de la encuesta se precisó que la mayor parte de niñas y niños recorrió el camino con un traficante de personas (57%). Sin embargo, esta condición fue mayor para las niñas (60%) que para los niños (56%).

Pese a que este panorama puede considerarse alarmante desde su primera revisión, la necesidad de migrar muchas veces supera los riesgos a los que la persona pueda estar expuesta. Solo en 2020, más de 15 mil 600 casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes fueron denunciados ante el MP, factor que, combinado con otras perspectivas, dificultan la permanencia de la juventud en el país, según “Global Issues”.

“Esta violencia y negligencia, junto con la inseguridad alimentaria, los desastres naturales y una variedad de factores económicos, están impulsando a muchos a migrar irregularmente a través de las Américas en busca de mayores oportunidades”, indicó.

Esta organización concluyó que en Guatemala se han obtenido avances para garantizar la recepción segura y digna de los jóvenes en los últimos años, incluyendo albergues y áreas de recepción adaptadas a los niños en los puntos de entrada, pero “se necesita hacer más para apoyar la reintegración a nivel comunitario y mitigar la migración irregular”.

También enfatiza que proteger a la niñez y juventud del tráfico de personas es una labor tratada desde los últimos años por la organización Refugio de la Niñez, miembro permanente de la Comisión Nacional contra el Tráfico de Personas de Guatemala, con fondos nacionales asignados por el Congreso de la República.

“Solo a través de una respuesta equitativa y sostenible a estos desafíos, construida sobre las prioridades y experiencias de las personas que los viven todos los días, podemos asegurar la vida segura y digna de los jóvenes guatemaltecos”, aseguró Global Issues.

Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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