Bryan Adelso Martínez contó cómo fue abusao sexualmente. Foto: La Hora/Captura de pantalla

Distintas organizaciones y personas salieron a las calles de Guatemala y Antigua Guatemala a protestar en rechazo al Decreto 18-2022, Ley de Protección a la Vida y la Familia, al señalar no solo la violación a los derechos de mujeres y población LGBTIQ+, sino por la obstaculización a una educación sexual integral en los centros públicos y privados del país.

Este último punto fue el impulso de Bryan Adelso Martínez para salir a las calles de la Antigua Guatemala y plasmar con marcador en cartulina el mensaje: “Si alguien me hubiera dicho que nadie podía tocarme, otra cosa sería”.

 

EL DESCONOCIMIENTO: LA CAUSA DEL SILENCIO

Martínez es estudiante de Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Esta tarde el joven de 21 años recordó el abuso sexual sistemático que sufrió durante su infancia y lo reivindicó como un motivo para protestar en contra de una de las cláusulas en la iniciativa de la Ley aprobada por el oficialismo y sus aliados en Congreso el pasado 8 de marzo.

El proyecto de ley limitaba la educación sexual en centros educativos del país; sin embargo, en una de las enmiendas se incluyó en el artículo 15 la implementación de programas y políticas sobre educación sexual a la niñez y adolescencia; aunque cabe resaltar que el decreto con sus enmiendas todavía restringe la educación sexual con enfoque en la diversidad sexual.

Martínez recordó que a los 7 años de edad fue abusado sexualmente por un allegado a su familia, quien en algunas partes de su relato incluso lo llegó a mencionar como un “amigo”. Según describió, este sufrimiento duró al menos tres años, aunque en un principio no logró comprender el delito del cual estaba siendo víctima.

“Al principio comenzó como un juego, con las típicas palabras de ‘vamos a jugar al doctor’ y como no se nos habla de educación sexual los jóvenes lo vemos como una forma tan natural, pero conforme crecemos, nos damos cuenta de que no es así”, declaró.

Martínez aseguró que si en aquel entonces hubiera recibido alguna plática sobre sus derechos sexuales y que “otra persona no puede tocar tu cuerpo”, probablemente habría alzado la voz contra su abusador.

 

LA INFORMACIÓN LO EMPODERÓ

Fue hasta que el joven comenzó a educarse sexualmente que comprendió la gravedad de su abuso. “Yo ya me sentía un poco mal en ese entonces y conforme iba creciendo me iba informando de eso. Desde ahí supe que estaban abusando sexualmente de mí”, confesó.

Este reconocimiento llevó al joven al aislamiento influenciado por el miedo a denunciar la situación. Para Martínez, contar su vivencia a su círculo cercano resultaba complicado, pues aseguró que en Guatemala “es complicado que a alguien le puedan creer, más conociendo nuestras leyes”.

“Se le ve como una persona rara a quien habla sobre este tipo de temas, pero, créanme es esencial poder hablarlos porque quizá si a mí me hubieran hablado de los derechos sexuales pues otra situación diferente hubiera sido conmigo. Hubiera podido alzar la voz”, remarcó.

EL TABÚ SIGUE COBRANDO VÍCTIMAS

Pese a que ya han pasado varios años desde el abuso de Martínez, es consciente de que esta es una realidad vigente para varios niños, niñas y adolescentes en el país, quienes, como consecuencia de una falta de educación sexual, son incapaces de identificar los primeros signos de abuso sexual y emocional.

“La sexualidad, tanto en la familia como en las escuelas es algo que no se toca por lo mismo que es un tabú. Posiblemente otros niños en estos momentos están siendo abusados sexualmente y por desconocer esto no alzan la voz”, estimó.

 

El joven también es conocedor de este tema debido a que, según contó, otro familiar sufrió un abuso similar, sin obtener justicia por parte de las autoridades guatemaltecas.

“En el caso de un familiar que también fue abusado sexualmente, se llevó (el caso) a tribunales y los juzgados y ahí el juez le dio la libertad a esta persona; la fiscalía tampoco investigó”, relató.

PIDE EMPATÍA DE LAS AUTORIDADES Y ABOGA POR LA VALENTÍA

En el marco de lo anterior y tomando en cuenta la carrera en la cual se está formando, Martínez cree firmemente en que las reformas al sistema deben incluir la garantía de protección y justicia para las víctimas.

Asimismo, el universitario envió un mensaje de conciencia enfatizando que las protestas de esta jornada no solo buscan la igualdad para las mujeres y colectivos LGBTIQ+, sino “ese derecho de educación sexual que se nos debe dar en nuestra familia y los centros educativos”.

Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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