El país aún no ha recibido las 8 millones de dosis de Sputnik V adquiridas con Rusia. Foto La Hora

El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) continúa con inconvenientes, misterio y secretismo para cumplir el contrato firmado con Guatemala, y a falta de 5 días para expirar el segundo plazo concedido, aún falta por recibir en el país de 2 millones de dosis para completar la compra por 8 millones de dosis por las que Guatemala pagó Q614.5 millones.

Para el gobierno de Guatemala y el Ministerio de Salud este es el primero de varios problemas relacionados con el Programa Nacional de Vacunación, porque el arribo repentino del faltante podría ocasionar un sobreabastecimiento de vacunas y una población que pareciera cada vez más renuente a inmunizarse, asociado a que la campaña informativa gubernamental no pareciera tener impacto.

Nueve meses después que la entonces ministra de Salud, Amelia Flores anunciara la compra con Sputnik V, Guatemala ha recibido 18 entregas, las cuales suman:

 – 2,900,000 primeras dosis
– 3,017,500 segundas dosis

 

El contrato en principio fue fijado por 16 millones de dosis, pero Guatemala canceló el 50%, equivalente, por un monto de Q614.5 millones. Meses después este contrato fue modificado y definido en 8 millones de dosis nada más, de las cuales el país ha recibido 5,917,500 vacunas en total, equivalente al 73.96% de la compra.

Antes que concluya el año, Rusia deberá entregar a Guatemala el 26.04% restante de la compra; sin embargo, aún se desconoce cuándo y cuál será la cantidad de dosis por recibir. Tomando en cuenta que las segundas dosis deberán igualar a la primera, el país deberá recibir antes del 31 de diciembre 1.1 millones de primeras dosis y 982,500 segundas dosis.

Durante el año arribaron varios lotes de vacunas Sputnik, pero sigue sin llegar a la meta establecida. Foto. José Orozco.

LA INCERTIDUMBRE INICIAL

La primera entrega de Sputnik V, constituida por 50 mil primeras dosis llegó el 5 de mayo de 2021; pero hasta julio ingresó el primer cargamento de segundos componentes (60 mil), cuando había aumentado el descontento de la población por los atrasos en la entrega, que llevó a movilizar la etiqueta #DóndeEstánLasVacunas.

La incertidumbre de la población respecto a Sputnik V fue padecida principalmente en la segunda y tercera fase del Plan Nacional de Vacunación, según resaltó el epidemiólogo, Erwin Calgua.

 

“Se empezó a dar ansiedad por julio, porque las personas querían saber cuándo iba a tocarles la segunda dosis; pero, también hubo problemas logísticos donde nadie, ni siquiera Guatemala estaba recibiendo las vacunas. A esto se le suma que estaban haciendo entrega sin un cronograma, o al menos este no era revelado”, recordó.

Este mismo panorama se presentó durante los siguientes meses, cuando las primeras dosis recibidas superaban a los segundos componentes. En el contexto de las entregas demoradas, la ministra Flores anunció en julio la reducción del contrato al 50%. De todos modos, hasta finales de agosto Guatemala había recibido 1.3 millones primeras dosis y únicamente 160 mil segundos componentes. Para este punto, el total de vacunas constituía el 18.25% del nuevo contrato.

Edwin Calgua, epidemiólogo, explicó que las dudas y los temores que surgieron en la segunda y tercera fase del plan de vacunación. Foto La Hora

SECRETISMO Y FALTA DE COMUNICACIÓN ENTRE LOS PRINCIPALES FACTORES

Para el epidemiólogo Calgua, los períodos de inseguridad en la población prevalecían luego que no se cumpliera una fecha de entrega anunciada por las autoridades, o bien, simplemente no se informara sobre los próximos recibimientos.

A pocos meses de concluir el 2021 la comunicación poco asertiva sigue siendo una de las falencias, pues recientemente el Ministerio de Salud indicó que en estos días se completaría la entrega de las vacunas, aunque no brindó detalles.

 

SECRETISMO Y FALTA DE RESPONSABILIDAD POR PARTE DEL GOBIERNO

De acuerdo con Luis Miguel Reyes, encargado del área social de la Fundación Libertad y Desarrollo, a lo largo del año esta situación de desconocimiento fue agravada por una indisposición del Gobierno en brindar información, como la visita del canciller Pedro Brolo a Rusia, en donde no se logró esclarecer el estado del contrato con Sputnik V y garantizar el arribo de más dosis.

Agregó que es complicado deducir la culpa del Gobierno de Guatemala en cuanto al retraso de las entregas, ya que, según ha atribuido la actual administración, este ha sido un fenómeno mundial. No obstante, Reyes puntualizó que las autoridades guatemaltecas debieron externar de mejor manera las razones detrás de los retrasos y designar responsables.

Viales de vacunas Sputnik V contra el COVID-19 en el centro de vacunación Mariscal Zavala. Foto La Hora/Johan Ordoñez/AFP

“Lo que faltaba era mucha información. Se sabe que el fabricante tuvo retrasos en todo el mundo, pero me parece que el gobierno debió haberlo abordado con mayor responsabilidad, mayor transparencia y si la culpa fue del fabricante, como parece que fue, también tuvo que deducir responsabilidades”, sostuvo.

Karin Slowing, analista del Laboratorio de Datos, también puntualizó que fue necesaria una mayor rigidez por parte del gobierno para garantizar la entrega total de la compra en un intervalo de tiempo prudente. “Debimos haber tenido una actitud de gestión mucho más drástica, pero Guatemala nunca tuvo realmente una postura de exigir nada. Dejaron pasar el tiempo y nunca hubo cronograma (…), hoy es del 27 de diciembre y recién entregan un millón y todavía no han terminado”, describió.

Q614.5 millones

Pagó Guatemala por las dosis de vacunas Sputnik V

EL EFECTO DE LOS TROPIEZOS CON SPUTNIK V

A juzgar de Miguel Reyes, los efectos de los incidentes con Sputnik V fueron reflejados en la población, sobre todo respecto a las dudas sobre la efectividad de la vacuna y su garantía para completar el esquema. “Hubo mucha desinformación, dudas sobre qué tan buena era y había gente que tenía miedo de ponerse la primera porque no sabía si iba a haber segunda y el Gobierno, no daba mayor certeza al respecto”, comentó.

Pese a ser la mayor compra de Guatemala, a estas alturas la vacuna Sputnik V es la segunda menos administrada. Hasta el 26 de diciembre han sido 2,375,462 unidades de este fabricante, que representa el 21% de las primeras dosis totales en el país y el 22% de las segundas.

Slowing analizó que el retraso e inseguridad de la vacuna fue uno de los varios factores que redujo el interés de la población por adquirir la inmunización con Sputnik V, a esto se le suma los retrasos de la aprobación para su uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el impedimento de Estados Unidos para ingresar a dicho país. “Es una cadena y una combinación de cosas que al final afectaron el interés por la vacuna”, dijo.

El presidente Alejandro Giammattei ha defendido el contrato con Rusia para las Sputnik V. Foto Presidencia/Archivo.

EL AMORTIGUAMIENTO DE LAS DONACIONES

Aunque la vacunación con Sputnik V ha presentado una ralentización, hasta el 26 de diciembre el país ha logrado completar la inmunización del 36.29% de la población meta definida por la cartera de Salud, y cubierto el 51.21% con una primera dosis. Este avance para los analistas se debe mayormente a las contantes donaciones de vacunas por parte de países aliados.

“Mucha gente se vacunó gracias a la donación de países amigos y no precisamente a lo que el Gobierno pudo comprar y ese fue uno de los principales fallos en el proceso de vacunación. Ha habido una serie de fallos, retrasos y negligencias para tener un suministro adecuado de vacunas; lo que nos ha salvado fueron las donaciones y eso (…) dice mucho de la capacidad de nuestro gobierno de responder ante cualquier circunstancia”, distinguió Reyes.

Al contrastar los datos del Ministerio de Salud se puede observar que a lo largo del año las donaciones han constituido el 50.35% de las vacunas recibidas, la mayoría por parte de Estados Unidos con 8,500,060 dosis de Moderna.

 

SOBREABASTECIMIENTO SERÁ EL PRÓXIMO RETO

Una vez Rusia cumpla con el contrato anunciado desde abril pasado, los retos dejarán de ser de índole internacional y serán únicamente competencia del Gobierno de Guatemala, pues más de un millón de vacunas estarán disponibles para una población renuente a la Sputnik V.

El epidemiólogo Erwin Calgua especificó que este no será un problema precisamente derivado del retraso en la adquisición de vacunas, sino de la desinformación que predomina en Guatemala y los impedimentos de viaje para quienes fueron inoculados con esta vacuna. “No es en el contexto del atraso, pero es un problema más porque hasta que no se tenga la aprobación de la OMS, la gente va a preferir Pfizer, Moderna o AstraZeneca”, describió.

En el peor de los casos, Slowing del Laboratorio de Datos, pronosticó que gran parte de la mayor compra del Estado para esta crisis sanitaria podría desperdiciarse y con esto los Q614.5 millones ya invertidos.

En ese sentido, Calgua recomendó una campaña de información masiva y efectiva, donde se enfaticen los efectos positivos de la vacuna contra el virus. Por otro lado, reconoció que la aprobación de la OMS no es un tema en las manos del Gobierno de Guatemala; no obstante, consideró pertinente emitir un pronunciamiento a través del Ministerio de Relaciones Exteriores urgiendo el aval de la vacuna.

“Es una vacuna que bien puede ayudar para lo que nosotros necesitamos, pero necesitamos comunicar esos aspectos buenos; además de presionar para aprobar la Sputnik como uso de emergencia. Sin esa autorización la gente no la va a querer y eso es algo que a nivel de gobierno se puede hacer”, declaró.

 

Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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