Ayer por la tarde, colocaron en la Catedral Metropolitana de la zona 1 capitalina una manta de tela postrada en el portón de la iglesia. El mensaje fue dirigido a la élite católica, específicamente al arzobispo Gonzalo de Villa; en él resalta la frase “la fe no se vende”, aludiendo al pronunciamiento reciente del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) sobre la coyuntura nacional.
La manta blanca con escritura roja consignó: “la fe no se vende; Jesús = verdad, Gonzalo = Judas”, seguido de la palabra en mayúsculas: “TRAIDOR”. La fotografía fue publicada anoche a las 21:36 horas por Prensa Comunitaria y se atribuye su autoría a Fernando Barrillas; esta mañana La Hora verificó si el mensaje seguía allí, pero este fue removido.
CEG: PEDIR LA RENUNCIA A GIAMMATTEI NO ES LA SOLUCIÓN
En un comunicado firmado por el presidente de la CEG, arzobispo Gonzalo de Villa y Vásquez y el secretario general, obispo Antonio Calderón, la entidad remarcó que la vía de acciones ciudadanas no debe apuntar a la renuncia de Alejandro Giammattei, más bien apelar a su conciencia para que cumpla sus compromisos.
“Reafirmamos que no es la renuncia del presidente lo que el pueblo debe pedir, pues significaría un grave retroceso en nuestro proceso democrático, sino más bien recordarle los compromisos que, con tanta vehemencia él asumió en el discurso de toma de posesión y pedirle que los cumpla. Somos conscientes que la pandemia ha sido un gran obstáculo para alcanzar esos objetivos, pero también, una gran oportunidad que no se ha sabido aprovechar”, comunicaron las autoridades católicas el 10 de agosto.
Además, la CEG planteó que la ciudadanía debería retomar la iniciativa de un diálogo nacional con los sectores del país y el ejecutivo en vez de organizar los bloqueos de carreteras, aduanas y aeropuertos, puesto que “no es la solución” y “afecta y daña a la mayoría de la población y puede ser ocasión de actos violentos”.
Por otro lado, a la fiscal general, María Consuelo Porras, actora causante del descontento de la población, la invitaron a “que desde su conciencia ciudadana y sus principios éticos discierna qué es lo mejor para el bien del país”.
Durante un día la Conferencia Episcopal se mantuvo como tendencia en Twitter, con pronunciamientos de usuarios indicando su indignación y la nula representación de la CEG para la comunidad católica. El descontento se trasladó a la Catedral Metropolitana con el mensaje en la manta.
SIN RESPUESTA DEL ARZOBISPO GONZALO DE VILLA
A través de llamadas telefónicas se intentó conocer la postura del presidente de la Conferencia Episcopal, Gonzalo de Villa. Se realizaron 3 llamadas, pero ninguna fue contestada; la operadora indicaba que la persona “no estaba disponible”.