El 28 de mayo, la congresista de la Cámara de Representantes estadounidense, Norma J. Torres, otorgó una entrevista para la cadena NBC –National Broadcasting Company en inglés–, donde reveló que ha recibido amenazas relativas a su labor anticorrupción en Guatemala, El Salvador y Honduras. Para la cofundadora del Caucus centroamericano la amenaza proviene en su mayoría desde el gobierno de Nayib Bukele, en El Salvador.
“Las amenazas contra mí por mi trabajo para acabar con la corrupción en el Triángulo Norte son muy reales. Pero eso no significa que deje de luchar para apoyar a la gente de estos países. Merecen gobiernos pro-democracia”, publicó la representante en un tweet de su cuenta oficial.
En la entrevista, el presentador cuestionó a Torres sobre sus “aparentes enemigos” en el norte de Centroamérica, quienes están en contra de la crítica de la congresista ante el manejo de los gobiernos en dichos países, a lo que respondió: “Se han vuelto muy personales los ataques desatados hacia mí y mi equipo por parte del mismo presidente de El Salvador, de sus congresistas, incluyendo al embajador en Washington D. C.; él me ha atacado personalmente”, pronunció.
MANIFESTACIONES DE ODIO HAN TRASPASADO LAS REDES SOCIALES
Según la congresista de origen guatemalteco, las manifestaciones de odio han traspasado las redes sociales y vías telefónicas, ahora esta hostilidad se ha vuelto presencial. “Una cosa es que su ejército troll –a través de redes sociales y llamadas telefónicas– me ataque, pero se sabe que hay personas afuera que pueden ser mentalmente inestables y quieren que se le atienda su llamado a la violencia. Hay gente que está irrumpiendo en mi recinto con sus vehículos; para mí parece que ellos me han buscado mis registros de propiedad en la ciudad, así que no solo están yendo a mi casa, también a otros inmuebles que poseo”, aseveró.
El entrevistador le preguntó a la congresista si ha pensado en acudir a Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos para solicitar medidas de protección adicionales. Torres respondió que desde la sublevación en el Capitolio a inicios del 2021 ha crecido la hostilidad contra los congresistas en general; sin embargo, no ha pedido el apoyo extra. “Ha habido muchas amenazas no solo hacia mí sino a otros miembros del Congreso, hemos sido claros en invertir en protección; yo tengo cámaras instaladas en mi casa, pero mi protección es realmente la seguridad recae en mí y mi familia”, puntualizó.
Una nota del periódico Los Angeles Times, relató que Norma Torres duerme con un arma al lado de su cama debido a las constantes amenazas. La pieza detalla la historia de la representante de Florida, quien salió de Guatemala a los 5 años y actualmente es la única congresista de origen centroamericano; según el medio, para ella el debate de la migración es “muy, muy personal”.
The threats against me because of my work to end corruption in the #NorthernTriangle are very real. But that doesn't mean I'll stop fighting to support the people of these countries. They deserve pro-democracy govts.
More from my interview w/ @AymanMSNBC:https://t.co/8xcZiMznfT
— Rep. Norma Torres (@NormaJTorres) May 29, 2021
L.A. Times acotó las veces en que Norma Torres identificó a Nayib Bukele como “un dictador narcisista” y llamó “narco” al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Para el medio, la sensatez y contundencia de la centroamericana ha desatado uno de estos los líderes centroamericanos, hasta el punto de que ha tenido que dormir con una pistola de 9 milímetros a su lado.
Juan Orlando Hernández ha mantenido un perfil bajo ante las declaraciones de Torres, “pero no Nayib Bukele, el contestatario presidente de El Salvador, de 39 años, que está consolidando rápidamente su dominio en los poderes Legislativo y Judicial del país”, refiere el medio. L.A. Times cuenta que entre ambos personajes se han intercambiado series de tweets furiosos, inusuales en el actuar de una congresista y un mandatario nacional.
En un tuit de abril, Torres publicó una fotografía de un padre salvadoreño y su hija quienes aparecieron muertos en la orilla del Río Grande, luego de intentar llegar a Estados Unidos. “Este es el resultado de dictadores narcisistas como tú, interesados en ser ‘geniales’ mientras la gente huye de a miles y muere de a cientos”, escribió.
Ante esto, Bukele instó a la numerosa comunidad de salvadoreños en el sur de California a sacar a Torres de su cargo. “Ella no trabaja para ustedes”, escribió, “sino para mantener a nuestros países en el subdesarrollo”. Según lo declarado por Torres a L.A. Times, Bukele también organizó una campaña para saturar la oficina de su distrito con llamadas telefónicas para dificultar a los electores comunicarse con el personal acosado.
El enviado especial de Estados Unidos para el Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga, dijo que el intento de Bukele de alejar el apoyo de Torres fue “una interferencia electoral de una potencia extranjera”, donde se evidencia el racismo y misoginia en los ataques, provenientes de los gobernantes de élite de regiones donde las mujeres y los pueblos indígenas, como Torres, son silenciados y tratados como ciudadanos de segunda clase.