Los migrantes se adaptan a varios campos y tareas para generar ingresos a favor de sus familias. Foto La Hora

Sin importar las temperaturas extremas, miles de migrantes guatemaltecos deben trabajar en diferentes ciudades de Estados Unidos, muchas veces sin información para cuidar su salud, en ambientes al aire libre y en condiciones adversas. Con cuatro estaciones definidas, en los extremos se encuentran desde la temporada de nieve hasta altas temperaturas.

Marvin Gómez, meteorólogo guatemalteco residente en Chicago, compartió con La Hora Voz del Migrante una serie de recomendaciones para quienes laboran en estados que albergan a gran cantidad de connacionales que se desempañan en labores en las cuales las temperaturas son complicadas.

Aunque es primavera, en varias ciudades de Estados Unidos aún llueve y en otras el estado del tiempo es impredecible. Para muchos esto representa un reto.

 

TRABAJAR EN CONDICIONES EXTREMAS ES MUY DIFÍCIL

Luis, un guatemalteco residente en Brooklyn, Nueva York, con varios años de laborar en EE. UU., afirmó que trabajar en condiciones de clima extremo es muy difícil.

“Trabajar en condiciones así, en un clima caliente además de feo es complicado, primero porque las condiciones de temperatura cuando sube son extremas; estamos hablando que se tiene que trabajar en exterior con temperaturas de hasta 30, 35 grados”, señaló.

Por ejemplo, en Nueva York se experimentan temperaturas máximas durante el verano. “Ni siquiera ha empezado, conforme avancen los meses al verano, que es de julio a septiembre, las temperaturas son altas”, dijo.

Agregó que debido a esas condiciones muchos migrantes se enfrentan a climas extremos, principalmente quienes trabajan en el exterior, como en construcción y jardinería porque “tienen que soportar este tipo de temperaturas”.

Fuente Weather.gov/Diseño/Alejandro Ramírez/La Hora

APROVECHA A QUITAR NIEVE

Alberto, un guatemalteco residente desde hace cuatro años en la ciudad de Trenton, Nueva Jersey, también ha experimentado climas extremos; sin embargo, eso no lo detiene y continúa sus labores, pues dice que tiene responsabilidades que cumplir para ayudar a su familia en Guatemala.

Durante la época de invierno su trabajo en construcción se ve mermado, así que ahora está en busca de otro oficio, a veces trata de retirar nieve de las calles y debe protegerse como algunos compañeros se lo han sugerido.

Muchos de los empleados del servicio de entrega de alimentos viven en carne propia el cambio de clima y a pesar de la adversidad continúan repartiendo.

En la ciudad de Nueva York los repartidores de alimentos y diferentes productos, muchos de ellos guatemaltecos, lo hacen bajo condiciones de clima extremo.

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ASÍ VIVEN LOS CAMBIOS DE CLIMA EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN

Para Ogdulio los cambios de clima son notorios. Cuando llegó a ese país, en septiembre del año pasado, el frío apenas empezaba en Oregón y asegura que en ocasiones no ha podido ir a trabajar porque la nieve que cae es demasiada.

El guatemalteco labora en el área de construcción, así que la mayor parte del tiempo permanece en exteriores.

Las condiciones son adversas como se puede observar en el siguiente video

Cuando empezó la transición a la primavera, cuenta que esperaba que hubiera más días de sol, pero contrario a eso llovía con frecuencia y eso no le permitía trabajar. “Eso desespera mucho porque no se puede trabajar afuera”, relata.

Ahora los días son más soleados y el calor por momentos resulta asfixiante, por eso remarca que el clima es cambiante y diferente al de Guatemala.

Aquí un vídeo de las condiciones para laborar en exteriores en Oregon

METEORÓLOGO COMPARTE RECOMENDACIONES

El meteorólogo guatemalteco Gómez explicó a La Hora Voz del Migrante que las recomendaciones varían para trabajar en exteriores, cuando las personas están a la intemperie o en el campo, ya que la ubicación es determinar al igual que la época del año.

Por eso, hace énfasis en que no es lo mismo trabajar en la época de verano o en invierno, específicamente en la costa Oeste de Estados Unidos, en el estado de California, algo que se ha visto mucho en las noticias en los últimos cinco años es el aumento de los incendios forestales.

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Esos incendios, aseguró, afectan a personas que trabajan en los valles y cultivos.

El profesional recordó que hace solo unos años se pudo ver a trabajadores en el campo, desempeñando sus labores con el fondo de los incendios.

En el terreno de Nuevo México, indicó que se tiene un clima muy seco y eso hace que las corrientes de aire tengan un proceso de limpieza y “no hay manera de tener una circulación de aire”.

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SE DEBE HIDRATAR

En los campos, agregó que el problema puede que no afecte el lugar; sin embargo, el humo sí porque se queda estancado “cuando no tenemos humedad el cambio es bien notable, bien drástico”.

En esas condiciones mencionó que la piel se reseca mucho y por eso es necesario tomar mucha agua, porque, aunque no se percibe el sudor, el cuerpo se deshidrata.

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EN FLORIDA HAY TORMENTAS ELÉCTRICAS

En el extremo de la costa Este en cambio, en Florida, justo en donde vive gran cantidad de guatemaltecos que trabajan en el campo, muchos en el cultivo de naranja.

“Uno de los datos más sorprendentes es que Florida es considerado el estado capital de la actividad eléctrica en el mundo porque Florida es una Península rodeada del Golfo de México y del Atlántico”, comentó.

Lo que ocurre es que las brisas se juntan y terminan provocando fuertes tormentas en las que varias personas han muerto, entre ellos empleados de construcción y personas que están en la calle, quienes terminan siendo impactados por rayos.

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MIGRANTES QUEDAN MÁS EXPUESTOS

En general detalló que las personas que trabajan en el sector de construcción quedan muy expuestas. En muchos de los estados son los migrantes quienes sufren del calor. “En un rato puede estar tranquilo, húmedo y caliente y de repente viene la tormenta”, comentó.

En el invierno en cambio hay muchas personas que remueven nieve, “en el tiempo de invierno, estamos hablando del frío y del viento si es que hay una tormenta”.

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Grecia Ortíz
Periodista y Comunicadora de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Reportera para el Diario La Hora desde 2015. En la actualidad trabajo contenido para La Hora Voz del Migrante, en temas de interés para los connacionales en Estados Unidos y otros países.
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