Feligreses católicos recibieron la imposición de ceniza sobre la cabeza. Foto: La Hora/Christian Gutiérrez

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

En un año diferente a causa de la pandemia del Covid-19, feligreses de la Iglesia Católica acudieron a varios de los templos del país a la Eucaristía del Miércoles de Ceniza, con lo que da inicio el tiempo de Cuaresma, actividad que se caracterizó por el distanciamiento social y la imposición de la ceniza sobre la cabeza y no en la frente como se acostumbra.

La Hora presenció una misa en el Santuario de la Virgen de Guadalupe en la zona 1, en donde se observó a todos los feligreses portando mascarilla.

Las bancas que otros años estaban llenas, esta vez estaban ocupadas únicamente por dos personas a modo de mantener el distanciamiento social a casi un año de registrarse el primer contagio en el país.

Esste día se realizó una misa en el Santuario de la Virgen de Guadalupe en la zona 1, en donde se observó a todos los feligreses portando mascarilla. Foto: La Hora/Christian Gutiérrez

En la homilía, el padre mencionó que la imposición de la ceniza se realizaría de una manera atípica y no con la cruz de ceniza que se acostumbra a colocar en la frente a los feligreses, pues se busca evitar el contacto directo.

Sin embargo, destacó que esto no hacía que la celebración cambiara de significado y que se busca cumplir con las medidas de prevención e invitó a todos a seguir el tiempo de cuaresma con la misma devoción que se ha hecho en años anteriores.

Posteriormente, las personas se acercaron en fila hasta el sacerdote guardando distanciada para la imposición de ceniza siempre de forma distanciada y sobre la cabeza.

Feligreses recibieron la imposición de ceniza sobre la cabeza. Foto: La Hora/Christian Gutiérrez

En otros templos, la celebración se realizó de manera similar.

UNA CUARESMA ESPECIAL

Eventos Católicos transmitió la misa desde el templo de Nuestra Señora de la Merced en la zona 1, en dónde el padre Orlando Aguilar mencionó a los feligreses que, a pesar del confinamiento, la pandemia y los desajustes emocionales, el mensaje de Jesús es una llamada al cambio.

“El tiempo de Cuaresma, las acciones humanas valen ante Dios lo que vale la intención que se pongan en ellas”, aseguró.

Aguilar remarcó que esta Cuaresma es especial porque hay limitaciones, distanciamiento social, mascarillas y no habrá procesiones y el templo estará cerrado por muchas horas.

Foto: La Hora/Christian Gutiérrez

“Efectivamente esta cuaresma es especial, estaremos viviendo como el sistema económico y social que hemos construido, todo se derrumba. También como la corrupción que ya nos ahoga, necesitamos de una verdadera conversión hoy se nos advierte del riesgo que es vivir absolutamente este sistema que como dice el Papa Francisco mata”, dijo.

Así que al iniciar esta cuaresma, aseguró que los guatemaltecos son llamados a una profunda conversión y a creer en el Evangelio.

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