Por Grecia Ortíz
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El padre Juan Luis Carbajal, secretario ejecutivo de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), expresó en una entrevista a La Hora, que en estos tiempos de emergencia por la pandemia del coronavirus COVID-19, lo que debería prevalecer es la solidaridad, haciendo énfasis en los migrantes retornados, que dice son solo «chivos expiatorios», del descontrol de los estados.
De acuerdo con Carbajal, el tema de la migración no se ha abordado de una manera responsable por parte de los estados, al igual que otras voces, destacó que son los migrantes quienes han sostenido la economía de muchas familias guatemaltecos.
«Hagamos memoria de los millones de quetzales, de los miles de dólares enviados a Guatemala para sostener una economía… escuchemos la ayuda de las remesas», expresó Carbajal.
HAY PERSECUCIÓN A RETORNADOS
El sacerdote, enfatizó en que no ha habido una respuesta ni un abordaje responsable por parte de los estados, porque el derecho a la salud no les ha sido garantizado, «no se han respetado protocolos de deportación y tampoco se ha garantizado una eficaz respuesta a personas con posible contagio por Coronavirus».
El entrevistado, manifestó su preocupación por que ahora se ve que existe una persecución de la ciudadanía a los retornados, que no recibieron una garantía de salud.
En ese sentido, rechaza que se quiera culpar a los migrantes, que dice, son solo los «chivos expiatorios» del descontrol de los estados.
Carvajal, recordó que ya en varias ocasiones habían pedido que se detuvieran las deportaciones pues era necesario garantizar el estado de salud de los retornados y que si se daban, debían ser bajo protocolos estrictos.
UN LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
En la conversación, el sacerdote comentó el caso de un guatemalteco que no fue recibido por su comunidad y tampoco por su familia, a quien le dan albergue.
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«Aquí hay una irresponsabilidad y hay que ver quienes pudieron evitar todo esto que está sucediendo en este momento… esta es una realidad que estamos viviendo ahora con amenazas de linchamiento, con amenazas de no recibirlos y de cerrar las comunidades», anotó.
Si bien explica que entiende que existe miedo, expresa que no es para nada justa la manera en que se ha tratado a los connacionales que llegan al país.
«Hago un llamado a la solidaridad, a la tranquilidad a pedir a los gobiernos municipales a los gobernadores que respondan de manera íntegra y firme que garanticen la seguridad de los que están siendo deportados, si no han podido parar las deportaciones entonces que busquen la manera de recibir dignamente a los deportados», comentó.
