Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
La Pastoral de Movilidad Humana de las Conferencias Episcopales de México, Guatemala y Honduras, pidieron en un comunicado, ante la situación migratoria de propagación del COVID-19 detener las deportaciones y que se haga cumplir el derecho internacional, además, manifestaron con preocupación que los migrantes, entre tantas personas vulnerables ante esta pandemia, sigan siendo los invisibles de las políticas sociales y humanitarias.
En el comunicado, señalaron que el alto riesgo de contagio por el nuevo coronavirus es constante en varios países, y que, si bien cada uno ha adoptado medidas de prevención y contención de la pandemia, no todos los gobiernos han hecho lo suficiente para proteger a sus ciudadanos y a vecinos.
A la vez, expresaron su preocupación que México no esté tratando el tema de la migración como un fenómeno de vital importancia considerandos los efectos del COVID-19, “permitiendo a su vecino del norte deportar a su territorio ciudadanos de cualquier país, incluso muchos de ellos sin su debido proceso y sin que le sea brindada la protección necesaria a los solicitantes de asilo”.
Además, mencionaron que las deportaciones de familias enteras con niños a altas horas de la noche, los hace presa del crimen organizado y que resulta preocupante la deportación de ciudadanos no mexicanos desde EE. UU., a los que México recibe sin otorgarles un documento legal de estancia en el país.
PIDEN QUE TEMA MIGRANTE SE CONSIDERE COMO DE VITAL IMPORTANCIA
En ese sentido, destacan que México, sigue deportando a ciudadanos centroamericanos y especialmente a ciudadanos hondureños a Guatemala, mientras este último permite el paso de personas migrantes en su territorio aún bajo el supuesto de fronteras cerradas y con el “silencio cómplice del gobierno de Honduras”.
“Observamos con preocupación que los migrantes, entre tantas personas vulnerables ante esta pandemia sigan siendo los invisibles de las políticas sociales y humanitarias. Los países necesitan dejar de un lado las ambigüedades respecto a sus políticas migratorias y sobreponer el bien de la humanidad a los intereses económicos y políticos”, mencionaron.
Y es precisamente ante estas situaciones, que piden que se considere el tema migrante como un fenómeno de vital importancia, en el periodo de propagación del nuevo coronavirus para no exponer a migrantes a mayores riesgos, tanto para ellos como para las personas donde pasan.
“Detener las deportaciones, así como a hacer cumplir el derecho internacional que prohíbe a un país deportar a un extranjero a otro país que no sea su país de origen o donde tenga establecida su residencia legal”, mencionaron.
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Por último, reiteraron que considerando razones humanitarias y para evitar el hacinamiento se permita la salida de estaciones migratorias y o centros de detención para migrantes a personas que están en un proceso de regularización.
CASA BLANCA ANUNCIÓ SANCIONES A QUIENES NO RECIBAN DEPORTADOS
La Casa Blanca publicó hace unos días un memorando firmado por el presidente Donald Trump, en el que anuncia sanciones de visa a países que nieguen o retrasen “injustificadamente” la aceptación de sus ciudadanos, sujetos, nacionales o residentes en EE. UU., durante la pandemia del COVID-19.
“Los países que niegan o retrasan injustificadamente la aceptación de sus ciudadanos, sujetos, nacionales o residentes de los Estados Unidos durante la pandemia en curso causada por el SARS-CoV-2 crean riesgos inaceptables para la salud pública de los estadounidenses”, señala el documento firmado por el presidente.
