El secretario general de la ONU, António Guterres. Foto La Hora

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, dijo en una conferencia virtual en la que hablo sobre el coronavirus COVID-19, que este es un momento que exige una acción política coordinada, decisiva e innovadora de las principales economías del mundo, al tiempo que se debe reconocer que los más pobres y vulnerables, especialmente las mujeres, serán los más afectados.

Asimismo, destacó el papel que jugarán las remesas que envían migrantes como salvavidas, especialmente ahora.

Guterres, también destacó que una recesión global, quizás de dimensiones, récord es casi una certeza, al tiempo que añadió que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que los trabajadores de todo el mundo podrían perder hasta 3,4 billones de dólares estadounidenses en ingresos para fines de este año.

“Esto es, sobre todo, una crisis humana que exige solidaridad. Nuestra familia humana está estresada y el tejido social se está desgarrando. La gente está sufriendo, enferma y asustada”, mencionó Guterres.

A la vez, agradeció la decisión de los líderes del G20 de convocar a una cumbre de emergencia la próxima semana, a fin de responder los desafíos épicos que plantea la pandemia.

El secretario general hizo énfasis en que el mensaje central es claro, “estamos en una situación sin precedentes y las reglas normales ya no se aplican. No podemos recurrir a las herramientas habituales en tiempos tan inusuales”.

PIDE UNA RESPUESTA URGENTE Y COORDINADA

Para Guterres, el mundo se enfrenta a un enemigo común, y en la actualidad estamos en guerra con un virus.

“COVID-19 está matando gente, así como atacando la economía real en su núcleo: comercio, cadenas de suministro, negocios, empleos. Países y ciudades enteros están encerrados. Las fronteras se están cerrando. Las empresas luchan por mantenerse en el negocio y las familias simplemente luchan por mantenerse a flote”, afirmó.

El secretario de la ONU, pidió a los líderes mundiales unidad y que ofrezcan una respuesta urgente y coordinada a la crisis.

Los países han excedido la capacidad de atender incluso casos leves en centros de salud y muchos por ello no pueden responder a las enormes necesidades de los ancianos.

Incluso en los países más ricos, vemos que los sistemas de salud se doblan bajo presión y que si se deja que el virus se propague “como un incendio forestal”, especialmente en regiones consideradas como más vulnerables, esto mataría a millones de personas.

GUTERRES DESTACA EL PAPEL DE LAS REMESAS

El líder de la ONU, también enfatizó en el papel de las remesas, que actúan como un salvavidas en el mundo en desarrollo y especialmente ahora.

“Los países ya se han comprometido a reducir las tarifas de remesas al 3 por ciento, muy por debajo de los niveles promedio actuales. La crisis nos obliga a ir más allá, acercándonos lo más posible a cero”, afirmó.

Al mismo tiempo agregó que a diferencia de la crisis financiera de 2008, inyectar capital solo en el sector financiero no es la respuesta, aunque los bancos deben ser parte de la solución, pero que no se debe olvidar que es esencialmente una crisis humana.

“La recuperación no debe ir a espaldas de los más pobres, y no podemos crear una legión de nuevos pobres”, enfatizó Guterres.

Y finalmente mencionó que más que nunca antes, se necesita de solidaridad esperanza y voluntad política para superar la crisis todos juntos.

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