Por Grecia Ortíz
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Las remesas familiares son hoy en día uno de los ingresos económicos al país que desde 2010 se mantiene al alza y quedó evidenciado de nuevo con la recepción de US$10 mil 508 millones 307 mil 400 durante todo 2019, cifra que casi alcanzó la totalidad del Presupuesto.
En sus proyecciones el Banco de Guatemala (Banguat), señala que para 2020 se esperan crecimientos positivos en todas las ramas de la actividad económica del país, y sobre las remesas agrega que estas se han mantenido dinámicas apoyando el consumo privado.
Para 2020, las remesas según las proyecciones que se tienen contempladas llegarían a superar los US$11 mil 660 millones, es decir, que con el tipo de cambio actual llegarían a más de Q89 mil millones, superando el Presupuesto General de la Nación.
Y aunque cada año son miles de personas las que han migrado o ya viven en el extranjero (en EE. UU. se estima que viven más de 2.7 millones de guatemaltecos), Luis es uno de los connacionales que dejó de enviar dólares al país desde que logró que su familia viajara a Estados Unidos junto a él.
Mientras Juan Dávila, es el otro lado de la moneda, pues ante las medidas impulsadas por la administración Trump contra los migrantes, optó por enviar sus ahorros a su familia y retornar junto a ellos a Guatemala.
Aunque las proyecciones de crecimiento de las remesas se mantienen, el migrante y economista Marvin Otzoy añade que, en algún momento, estos ingresos podrían llegar a disminuir y por ello destaca que es necesario que se impulse el uso sostenible de estos.
Por su parte, el catedrático de la Escuela de Gobierno, Mario Arturo García, explicó que de momento hablar de una hipótesis en la que se considere una disminución del envío de remesas por parte de los migrantes no es algo que se esté considerando.
Para entender cómo algunos migrantes dejan de mantener lazos con el país, Luis explicó que en su caso ya no envía remesas como lo hacía hace seis años, pues su esposa y también su hijo migraron a Estados Unidos para reunirse con él.
Tampoco envía recursos económicos a otro familiar porque su mamá y el resto de sus hermanos viven en Nueva Jersey, “yo por lo menos ya no mando remesas, aunque mi mamá sí porque tiene a sus hermanas allá”.
Mientras Rudy, quien vive en San Diego, explicó que desde que migró no se vio en la necesidad de enviar remesas porque su familia ya lo acompañaba, “no me vi obligado a mandar remesas porque mis hijos están acá”.
“De vez en cuando envío para amigos, pero solo a ellos, pero no tuve necesidad”, destacó.
BANGUAT PREVÉ QUE REMESAS EN 2020 SEAN POR MÁS DE US$11 MIL 600
Las perspectivas proyectadas por el Banco de Guatemala (Banguat) para 2020 apuntan a que las remesas mantendrán el ritmo de crecimiento que han mostrado desde hace varios años, por lo que se esperaría que alcancen un estimado de más de US$11 mil 600 millones.
Ese monto llegaría a superar lo alcanzado en todo 2019 que fue de US$10 mil 508 millones 307 mil 400 y que representa más del doble de lo que ingresó en 2010.
Se consultó al Banguat sobre las proyecciones de remesas y sobre alguna posibilidad que el ingreso de divisas de migrantes disminuya, pero al cierre de este reportaje aún no habían respondido.
Y si bien la tendencia se ha mantenido, migrantes consideran que existe una posibilidad que a futuro las remesas tiendan a disminuir, ya sea por las políticas migratorias que impulsa la administración de Donald Trump o porque los lazos familiares de los connacionales en el país sean más escasos.
El cálculo del promedio de ingreso diario de remesas del año pasado, considerando que se recibieron US$10 mil 508 millones 307 mil 400, fue de US$28 millones 789 mil 883.
Y para tener una idea de la magnitud del ingreso de las divisas, el último estudio relativo a las remesas de Guatemala elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de 2016, en ese año eran 6 millones 212 mil 099 los beneficiarios de remesas.
Ese mismo estudio señalaba que la ruta de las remesas estaba destinada en su mayoría a la inversión y ahorro, consumo, compra de mercadería para negocios, así como salud y educación.
OTZOY: HAY POSIBILIDAD QUE LA TENDENCIA DE REMESAS NO SEA SIEMPRE AL ALZA
Desde Reno, Nevada, el economista Marvin Otzoy expresó que existe una posibilidad de que la tendencia en el envío de remesas no siempre sea hacia el alza y que, de llegar a ocurrir, podría hacer que Guatemala entre en una crisis, considerando que son US$10 mil millones los que reciben miles de hogares.
“Si los indicadores de extrema pobreza y desnutrición ya son demasiado altos a la hora que no existieran eso –remesas o una baja de estas– es posible que se disparasen, se crearía una crisis humanitaria a lo interno del país en las áreas rurales”.
MARVIN OTZOY –MIGRANTE–
Algunas de las razones que considera el economista que podrían influir en la reducción de las remesas, menciona si al gobierno de Estados Unidos se le ocurriera hacer algo descabellado, como, por ejemplo, imponer algún tipo de bloqueos a empresas remesadoras.
Por eso destacó que es necesario que se logre impulsar a las remesas de una manera productiva, entre proyectos o programas de beneficio para las familias.
“La elaboración de proyectos debería ser un tema importante para ver si realmente impacta y que se traduce en generación de empleo, relaciones empresariales, en muchas cosas en las que Guatemala puede llegar a ser competitivo”, destacó.
Dado que el alza se mide por variables, igual ocurre con el resto de posibilidades, añadió.
GARCÍA: AÚN NO ES UNA HIPÓTESIS QUE DISMINUYAN ENVÍOS DE MIGRANTES
Mario Arturo García, catedrático de la Escuela de Gobierno, explicó ante el panorama migratorio, que ahora mismo resulta complejo hablar de reunificaciones familiares por la situación en EE. UU.
“Creo que los próximos tres años me atrevo a decir que no va a variar el porcentaje –de remesas– va a crecer entre 10 y 13 por ciento al crecimiento de las remesas, no veo una disminución significativa en los próximos tres años… después de los cinco a lo mejor y ya va a empezar a disminuir el flujo de remesas, lo que pasa que también si no se aumenta la oferta de empleo en Guatemala la gente se va a seguir yendo”.
MARIO ARTURO GARCÍA –CATEDRÁTICO-
En ese sentido, añade que si bien se podría dar un caso en que disminuya la remesa promedio de quienes se fueron hace cinco o años atrás, cada migrante nuevo que llegue empezará a enviar.
Si realmente se disminuyeran los envíos, es decir que, si en tres años se recibiera un 90 por ciento de lo que ha ingresado en la actualidad, el catedrático dice que buena parte de ello afectaría al consumo, a empresas enfocadas en el “consumo intermedio” y como ejemplo mencionó insumos de alimentación, medicina, productos para construcción y otros, “podrían ver mermadas sus ventas”.
Sin embargo, anotó que el Banguat proyecta un crecimiento del 12 por ciento para 2020 y del 10 para el siguiente, “no es una hipótesis aún que se vaya a disminuir el ingreso por remesas”.
A la vez, el entrevistado añadió que lo que ocurre en el gobierno de Trump, más bien podría provocar un crecimiento desmesurado en ingreso de remesas, “entre US$75 y US$100 se ha aumentado la remesa promedio en los últimos cuatro años”.
COYOY: SE PROFUNDIZARÍA LA POBREZA
Al respecto de la posibilidad de que exista una disminución en remesas, Erick Coyoy de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (ASIES), expresó que en algún momento sí se espera que estas disminuyan su dinamismo, aunque se debe tener en cuenta que son varios años seguidos en que el crecimiento ha sido importante.
“Sí se esperaría que en algún momento esa dinámica pueda cambiar, no hay un momento exacto que se pueda indicar, depende mucho de condiciones económicas con Estados Unidos que hasta ahora van bien, riesgos que habían de una recesión en Estados ya se han desvanecido y la perspectiva es que sigue bien la economía”, dijo.
Los migrantes, aseguró, resultan importantes para la economía de Estados Unidos porque permiten bajar costos a las empresas y de ello depende que no cambien sus condiciones económicas.
“Un momento exacto no es predecible –que disminuya el envío–, el Banguat todos los años es moderado en su expectativa en aumento de remesas, pero hasta el momento se mantiene la tendencia de siempre, yo esperaría que este año se siguiera un ritmo similar, en el corto plazo no se ve algún factor que vaya a implicar un cambio drástico”.
ERICK COYOY –ANALISTA ASIES-
Al igual que Otzoy, el entrevistado dijo que de ocurrir una disminución en remesas se daría una mayor profundización de pobreza.
BYRON: A VECES SE LOGRA UNIFICAR A LAS FAMILIAS
Desde Boston, Byron, un guatemalteco radicado en ese país desde hace varios años, explicó que en algunos casos las personas no envían remesas porque logran reunir a sus seres queridos, pero no en todos los casos ocurre.
El connacional cree que al ritmo en que va el país es complicado pensar en que las remesas puedan disminuir, sin embargo, la situación sería compleja a su parecer.
“El Gobierno ha estado esperanzado de las remesas que envían porque nosotros para importar casi no tenemos mucho, entonces ¿de dónde el gobierno puede adquirir divisas?”.
BYRON –MIGRANTE-
BEN MONTERROSO: HABRÍA UN EFECTO DEVASTADOR
Desde Los Ángeles California, Ben Monterroso anotó que las remesas son incluso consideradas como recursos “de pobres para pobres”, porque al enviarlos estos son destinados a gastos del hogar.
“El problema con las remesas es que estamos esperanzados a que el pobre va a seguir teniendo que sacrificarse y que se hagan más difíciles las cosas en los Estados Unidos y entonces menos va tener la posibilidad la gente de recibir el dinero”.
BEN MONTERROSO
Una tendencia a la baja de los envíos de remesas, para el entrevistado, tendría un efecto devastador porque la economía de Guatemala la mantienen los “pobres” migrantes de EE. UU.
