Sin una estructura formal y a la intemperie de la lluvia y del sol de Champerico, Retalhuleu, se encuentra el profesor Izael Sandoval, de 32 años, quien imparte clases a un grupo de niños, con un sueldo líquido de Q600 al mes. Su historia se volvió viral en redes sociales por decenas de usuarios de la red social de Facebook.
En entrevista para La Hora, el maestro explica que empezó a dar clases ad honorem a 31 niños de la Comunidad 15 de Febrero, y hasta en 2020 la Municipalidad de Champerico le empezó a pagar Q1 mil; pero lamenta que por los descuentos solo “600 me quedan”.
Con este sueldo el maestro apenas sostiene a su esposa y cuatro hijos. Como en muchos casos, esa labor y el instinto de ser maestro y ejercer su profesión lo impulsan a llegar a impartir clases.
UNA CHAMPA, SIN PIZARRÓN NI ESCRITORIOS
De hecho, si los niños no tuvieran esta opción, tendrían que recorrer hasta siete kilómetros para ir a estudiar al centro educativo más cercano, la escuela Padre Andrés Girón más conocida como “La Verde”.
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El maestro es originario de Malacatán, San Marcos y contó que la actual escuela es una “champa, ahí cae agua”, no hay pizarrón, ni escritorios porque se quemaron de forma accidental hace un año, junto con el aula de “palo”, la cual utilizaban como escuela.
Esta realidad es la que se muestra en la fotografía, por ser un espacio improvisado, como fue compartido en redes sociales, sin ni siquiera paredes, y que motivó críticas al Ministerio de Educación por no atender la necesidad.
LE PAGAN Q1 MIL, PERO AL FINAL RECIBE Q600
Dado que un padre de familia se enteró que Sandoval era graduado de maestro y conscientes que los niños necesitaban estudiar, le hablaron para que les diera clases, además propusieron hablar con el alcalde para que le pusiera sueldo.
Sin embargo, fue hasta 2020 cuando el profesor firmó un contrato por Q1 mil mensuales, de los que le quedan Q600 porque del resto debe pagar impuestos y gastos de contador de la Municipalidad, además de lo que usa cuando hay reuniones o necesita ir a dejar papelería, según narró.
También confirmó que los Q600 no le alcanzan porque tiene esposa, quien se dedica a cuidar a sus cuatro hijos.
SIN ESCUELA, INICIA LA TEMPORADA DE LLUVIAS
“Antier cayó un aguacero y así como ahorita ya se ve que está relampagueando ya para caer otro aguacero”, expresó durante la entrevista la tarde del viernes.
Además, cuando amanece lloviendo los niños corren el riesgo de mojarse y enfermar, entonces opta por suspender clases.
“La construcción de la escuela no ha terminado”, dijo, refiriéndose al salón de siete por ocho metros, por parte del Club Rotario “gracias a la licenciada Melissa Samayoa y la licenciada Elizabeth Galindo”, explicó.
Sobre los baños dijo que usan letrina de pozo ciego el cual corre riesgo “por la lluvia que viene”, pero en estos días llegan los baños lavables y pronto estarán instalados.
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LOS NIÑOS A QUIENES LES DA CLASE
El profesor imparte clases a ocho niños de párvulos, ocho de primero primaria, cuatro de segundo primaria, tres de tercero primaria, tres de quinto primaria y cinco de sexto primaria, para un total de 31.
En entrevista para este medio, el profesor reiteró su agradecimiento al alcalde quien dio láminas y al Club Rotario por el aula que se construye para que los niños cuenten con un mejor espacio para su aprendizaje.
