Esto se puede observar en figuras de políticos elegidos en procesos de votación. Diseño La Hora/Alejandro Ramírez.

El culto a la personalidad, vanagloriarse por cumplir a medias responsabilidades, pedir que escriban cosas buenas, fustigar a los críticos; contar sueños de grandeza como si fueran realidad, todo con apoyo de su círculo de poder es algo común en el mundo de los políticos y que también se percibe en Guatemala.

ANÁLISIS DESDE LA PSIQUIATRÍA

Una psiquiatra, quien por razones éticas solicitó no publicar su nombre, explica y con eso se busca entender muchas situaciones.

Comenta cómo se manifiesta el proceso de cambio o adaptación de una persona cuando inicia en la carrera política o cómo termina, de desempeño por su estado emocional y psicológico.

Señaló que uno podría sospechar que alguien con ambición por la política y participación ciudadana, de involucrarse en procesos de injerencia en la vida social de una manera activa, involucrando una segunda vida partidista puede iniciar ese camino alentado por un grupo de conciudadanos que identifican el liderazgo, que lo hacen sospechar o le hacen sentir, creer, que tiene mucho que aportar a su país.

Opina que en el inicio se podría tener, incluso una sensación romántica de lo que se puede hacer en el país, con oportunidades de sus planteamientos valiosos, y que incluso puede ser que las personas con ese potencial de liderazgo se rodean de quienes encuentran en este líder, oportunidades para conquistar espacios o escalar lugares y por ende estas personas con deseo de hacer cambios, se empiezan a aislar.

Considera que si se empieza a aislar a este futuro político, que ya está en proceso de disposición, de ejercer un puesto o un cargo, se ve por un lado rodeado de este círculo que lo estimula y lo adula para consolidar espacios de visión, de poder y a la vez le facilita financieramente los medios que requerirá.

Foto ilustrativa. A los mandatarios por ejemplo les proporcionan de recursos, movilización y elementos de seguridad. Foto La Hora.

”Le facilitan helicóptero, carro blindado para viajar; empieza constituirse en un personaje muy cortado a la medida de los grupos que lo acompañan y lo patrocinan de manera que hay una transformación de la personalidad”, expresa.

Estas personas empiezan a vivir en soledad, porque los aíslan incluso de su propia gente de confianza y familia, porque llega a tener prioridad la opinión de los consultores o asesores políticos por encima del sentido común de la misma persona o incluso de sus seres queridos.

Agrega que en su momento podría haber sido una persona con ideas valiosas e interesantes y el mismo proceso político lo va a transformando en esto que hablan del narcisismo o del síndrome de Hybris.

En ese contexto, recuerda que empiezan a vivir un trato muy lejano de las implicaciones y las consecuencias de sus actos, sin tener ningún tipo de compasión; con narcisismo que puede rayar en la sociopatía, creyendo solo lo que su círculo cercano le dice y quedando totalmente aislado de una realidad, de una forma casi psicótica, porque quedan fuera de la realidad de lo que pasa en su país, con su gente, con la población a la que representa.

Foto ilustrativa de una campaña electoral en Costa Rica. La adulación también influye en el comportamiento de los gobernantes. Foto La Hora.

Afirma que cuando hablan de la personalidad del político, lo ve como un proceso de adaptación a una cultura política, que ejerce a las personas por la forma en la que está estructurada, que envilece, la convierte en una persona poco empática, poco atenta al impacto de sus actos porque están rodeados por círculos de personas que van planteando los intereses de la ruta de gobierno y en realidad la cultura del político se convierte en una figura utilitaria conveniente y temporal.

También considera que pueden llegar a ser víctimas del sistema del poder político que los rodea, que los aísla y donde es difícil identificar a esas figuras que ejercen ese tipo de presión o de expectativas. “Es fácil verlo cuando se habla de financistas de las carreras políticas, recibiendo 10 millones para su campaña, evidentemente esa persona es su patrón, entonces, piensa que debe responderle cuando esté en el ejercicio del poder político”.

“Lo que yo sí noto es la transformación de la personalidad, es impresionante como de un joven con ilusiones y características de liderazgo y muchas ideas, se va tornando una persona totalmente desconocida para su propia familia”, asegura la profesional sobre el perfil psicológico de los políticos.

 

En Guatemala, ocupar un cargo de ese nivel implica contar con seguridad, vehículos blindados, entre otros beneficios. Foto La Hora. 

 

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