El presidente de elPeriódico José Rubén Zamora. Foto: La Hora / José Orozco

La fiscal de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) Cinthia Monterroso, solicitó al Tribunal Octavo las penas máximas por los tres supuestos delitos que habría cometido el presidente de elPeriódico José Rubén Zamora, ya que argumenta que existieron agravantes debido a que se expresó en contra de la fiscal general, Consuelo Porras y el jefe de la FECI, Rafael Curruchiche.

La Fiscal solicitó 20 años de prisión por el delito de lavado de dinero, 12 años más por tráfico de influencias, y por chantaje se requirieron otros 8 años, con ello sumó una petición de 40 años de prisión inconmutables.

Según Monterroso, entre los agravantes para solicitar las penas máximas está el menosprecio a la autoridad que Zamora realizó en contra de Porras, así como contra Currruchiche.

La Fiscalía también señaló que entre los agravantes, Zamora habría utilizado los medios de comunicación para este menosprecio, y aseguró que realizó un supuesto tráfico de influencias con funcionarios del sector justicia.

Durante la audiencia, La Hora consultó con el jefe de la FECI, Rafael Curruchiche, si se consideraba como agraviado por las publicaciones realizadas por Zamora, pero evadió la pregunta.

ZAMORA DICE QUE TIENE DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

En su defensa, el presidente de elPeriódico sostuvo que tiene derecho a la libre expresión sin censura previa, tal como menciona el artículo 35 de la Constitución, ya que en ese momento pensó y “lo sigue pensando” que la Fiscal General hizo algo que francamente le pareció “torpe” y “míope”.

“Creo que son inherentes los derechos que tenemos no solo los periodistas, sino que los ciudadanos lo expresamos”, resaltó.

ZAMORA ASEGURA QUE ESTÁN EN UN TRIBUNAL DE FUERO ESPECIAL

Respecto al tema, Zamora indicó que durante la administración de Alfonso Portillo, tuvo sus primeras 89 denuncias, pero ninguna por chantaje y las resolvió sin ir a ninguna audiencia, mientras que con el gobierno de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti lo demandaron 188 veces.

“Ninguna por chantaje, jamás he chantajeado a nadie, tuvo tres meses de investigación el MP, y además siete meses más que he estado en la cárcel no han logrado acreditar un solo chantaje, y lo que han presentado es impertinente”, destacó.

Según mencionó, en el caso de tráfico de influencias no hay ningún modo, lugar o tiempo. “Por lo que me estaba riendo es, tengo 66 años jamás había estado en una audiencia, nunca, esta sería mi primera sentencia y me están tratando como a Marllory Chacón Rossell, que lavó 35 millardos de quetzales y su patrimonio está intacto y en mi caso por Q300 mil están pensando en 40 años, me da risa, el caso está muy frágil para ellos”, agregó.

 

Zamora expuso que tiene enfrente tribunales de fuero especial como los del exjefe de Estado, Efraín Ríos Montt, en donde nadie tiene derecho y como acusado tiene el derecho y la responsabilidad de la carga de la prueba.

A su vez, también argumentó que estaba como en la inquisición, que cuando confesó es porque era culpable y si no lo hizo es porque “el demonio le dio la fuerza para poder hacerlo”, pero siempre “es culpable”, por ello manifestó que esperaba que también a la Fiscalía le diera risa lo que estaban pidiendo, ya que 40 años es mucho tiempo para ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que lo exoneren y pueda recuperar su libertad.

FISCAL GENERAL Y ZAMORA SE REUNÍAN

Esta no es la primera ocasión que el nombre de la Fiscal General destaca durante el juicio contra Zamora, el pasado 3 de mayo, Zamora aseguró que Porras le dio una invitación para cenar en su despacho.

“34 días, llegué puntual (…) a raíz de eso me invitó unas tres o cuatro veces los lunes a cenas en el despacho, en 2020 igual, 2021 igual, 2022 ya solo fueron dos reuniones, me llegó a decir que yo podía presumir (…) que yo era la única persona que tomaba vinos en su despacho”, mencionó.

En esta línea, el periodista destacó que siempre fue “muy deferente” con él y siempre estaba el exsecretario general del MP, Rony López y la Secretaria Privada y de Asuntos Estratégicos, Claudia Arrecis, quienes también lo invitaron a almuerzos a sus casas.

En dicha oportunidad, Zamora continuó indicando que: “en mi casa, seguí yendo a hablar con ella, ella tenía una referencia que me avergonzaba, una vez al año por dos años, hacía un acto con una mesa más larga que esta, y ella salía caminando de un lado y yo del otro, y ella se entregaba sus logros y metas y resultados alcanzados”, expuso.

EL CASO

Zamora enfrenta un juicio por la supuesta comisión de los delitos de lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias, ya que presuntamente habría intentado blanquear Q300 mil en efectivo.

Según la Fiscalía, el dinero fue entregado a Ronald García Navarijo, exdirectivo del Banco de los Trabajadores (Bantrab), quien entregaría un cheque al periodista para que lo depositara al sistema bancario.

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