El Cacif emitió un comunicado con relación al precio tope de medicamentos, en donde afirman que establecer un precio máximo causará desabastecimiento de estos.. FOTO LA HORA

Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

A raíz de la demanda penal en contra del doctor Román Carlos, respetado profesional en el ámbito médico, quien criticó a la industria farmacéutica en Guatemala al señalar que lucra con los precios desmedidos de las medicinas, el columnista Oscar Clemente Marroquín agregó detalles de cuánto cuesta un medicamento en EE. UU., que en comparación al precio que tiene en Guatemala, es mucho más barato.

A decir de Marroquín, ayer un miembro de su familia fue diagnosticado con reflujo gástrico y le recetaron tomar Nexium de 20 miligramos. Una farmacia local en Guatemala vende este medicamento en “promoción”, a Q506.50, (unos US$65.78 a un tipo de cambio de 7.70) en presentación de 28 tabletas, es decir, un costo unitario, por pastilla, de 2.34 dólares.

“En Estados Unidos las mismas 28 dosis de Nexium cuestan 17.36 dólares, es decir cada pastilla a 0.62 centavos de dólar, casi una cuarta parte. (En EE. UU. el Nexium se vende en presentación de 42 cápsulas a US$25.99)”, señaló.

De acuerdo con Marroquín, se trata de una enorme diferencia de precios y eso tomando en cuenta que en Estados Unidos la mayoría de la gente tiene seguro médico que cubre los gastos en medicinas, mientras que en Guatemala es reducido el número de personas que disponen de seguros con tales características y por lo tanto el paciente tiene que desembolsar cantidades que resultan injustificadas desde cualquier punto de vista.

Agregó que se trata exactamente del mismo producto pero resulta que cuando el Estado es el promotor del encarecimiento para que sus funcionarios puedan repartirse una gran tajada con quienes participan en el negocio de la venta de medicamentos, es natural que se produzca esa desproporción que castiga a los consumidores.

MINFIN: SE HA TRABAJADO EN POLÍTICAS

El ministro de Finanzas, Víctor Martínez, dijo que el país sigue teniendo muchos retos, “hay acciones muy puntuales en términos de la regulación que el Ministerio de Salud ha estado abordando y en esa línea se ha estado trabajando políticas para tener una mayor competitividad en el área de medicamentos”.

Martínez participó en la entrega de resultados del proyecto “Estrategias de Mejoramiento de la calidad de los Suministros Hospitalarios”, en donde aseguró que se ha mejorado en el abastecimiento, comprar con mayor efectividad y que la población pueda tener mejor atención.

Asimismo, dijo que las políticas para reducir el precio de los medicamentos es para abrir los mercados, pero también el tema es la verificación de la calidad, “es ahí donde se tiene que ser cuidadoso porque la parte de investigación y desarrollo que implica toda la parte de medicamentos tiene que tener un contraparte de regencia y verificación de calidad”, indicó Martínez.

Agregó que lo que ha propuesto es que se puedan fortalecer las farmacias comunitarias, Proam, y esas farmacias, se han estado fortaleciendo que es el siguiente paso y debe estar en el plan estratégico del Gobierno, y se puedan tener farmacias publicas donde se venden las medicinas para hacerlas sostenibles, para que no se margine una utilidad, entonces tiene un beneficio social.

PAIZ, DE FUNDESA: SE DEBE USAR LA UNOPS

Por su parte, Juan Carlos Paiz, de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), quien también participó en la misma actividad, dijo que hay una buena impresión de lo que ha pasado en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, porque se ha reducido un 54% el precio de la compra de medicinas, hay ahorros entre Q1 mil 200 y Q1 mil 300 millones, porque las medicinas se están comprando en un sistema internacional que es UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos).

“Creo que este es un ejemplo que debería seguir todo el sistema de compra público, porque una licitación internacional con un organismo internacional haciendo la compra es mucho más transparente y fácil, los guatemaltecos queremos que las medicinas cuesten lo menor posible y que sean de la calidad correcta que es lo que está haciendo UNOPS”, indicó.

Según Paiz, la compra en el UNOPS es lo que se debería de facilitar en el Presupuesto, pero no pasó el Presupuesto, “esperamos que el Presupuesto de años futuros facilite que sí se puedan utilizar estos organismos internacionales para hacer estas licitaciones internacionales y que se hagan con transparencia”.

SLOWING: LA COOPTACIÓN SE EXPRESA BIEN EN ESTE TEMA

Entre tanto, la extitular de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), Karin Slowing, dijo que hay que recordar que el Ministerio de Salud tiene una función muy significativa en el tema de la regulación en el tema de los medicamentos, tanto en términos de calidad como en los costos.

“Hay ahí una función que el Ministerio no está cumpliendo y que debe retomarse con urgencias. Segundo hay mecanismos y experiencias exitosas incluso en Centroamérica, de cómo se pueden regular efectivamente los medicamentos, sin distorsionar el mercado, sino simplemente pasando todo el mercado de la compra de medicamentos ajustando los precios de referencia internacional”, dijo Slowing.

Agregó que esto ha sido una experiencia exitosa en El Salvador con la dirección nacional de regulación, y experiencias también exitosas en Costa Rica, Colombia y Guatemala perfectamente podría hacerlo. “¿Qué significa esto? Que con los precios internacionales se determinan parámetros de valores máximos de lo que puede costar un medicamento en una farmacia o región, pero debe haber una instancia en el Ministerio de Salud independiente y protegida de los intereses de los distribuidores de las farmacéuticas que regulen y supervisen que se cumpla con esto”, manifestó.

Además, indicó que el Ministerio de Finanzas en este Gobierno implementó el mecanismo de la subasta inversa desde el 2016 y nunca se ha usado, “o sea que hay una acción de parte del Estado de dejar hacer y hacerse la vista gorda ante la situación, tanto para la compra del sector público, como lo que los ciudadanos compramos en el mercado individual”.

Slowing indicó que hay falta de voluntad política de parte del Estado de Guatemala, ya que la regulación de los costos de los medicamentos no ha sido nunca la prioridad para salud desde 1997, cuando se creó el Proam y el contrato abierto, mecanismos que vienen desde ese tiempo.

“Costó renovar los contratos abiertos, había una oposición para hacerlo. Entonces hay una acción de desidia del Estado porque obviamente hay compromisos, la cooptación se expresa bien en este tema”, señaló la extitular de Segeplan.

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