Por Eder Juárez
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La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) presentó las acciones de mitigación a realizarse en el Libramiento de Chimaltenango, derivado del derrumbe registrado en el kilómetro 61 de dicho libramiento, aduciendo que los deslizamientos fueron por la saturación del suelo y las constantes lluvias en el área.
“Las condiciones actuales del Libramiento de Chimaltenango (…) están asociadas con el carácter geológico e hidrológico de la zona (alterados por la excavación de los taludes), así como con los fenómenos hidrometeorológicos más recientes”, dice Conred.
Según las evaluaciones de campo realizadas por los equipos de Conred, “en el tramo de la carretera ya mencionada, son un total de cuatro movimientos de masa que se encuentran activos, uno mayor y otros tres de menores dimensiones. Las bermas y sus respectivos bancos presentan fisuras y hundimientos, así como la acumulación del material desprendido de niveles superiores”.
En el libramiento se observaron extensas superficies humedecidas en el revestimiento de concreto de las bermas y diversos puntos de donde brota agua a través de niveles superiores.
Durante una conferencia de prensa, las autoridades proyectaron imágenes en las que se observó que las electromallas colocadas en los taludes tienen un grosor de tres centímetros únicamente, para detener la tierra.
El director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología, e Hidrología, (Insivumeh), Juan Pablo Oliva, dijo que previo al deslizamiento ocurrido en el Libramiento de Chimaltenango, se observaron dos tipos de precipitaciones en el área.
“Dentro de los cuales se destaca el del 13 de septiembre de 60 milímetros y durante la tarde el fin de semana que ocurrió el fenómeno se tuvieron 30 milímetros continuos; es importante destacar que esta es una zona de recarga hídrica y es el parte aguas de dos grandes cuencas, una de ellas drena hacia el Océano Atlántico y la otra hacia el Océano Pacifico”, dijo Oliva.
El director del Insivumeh dijo que esta zona es de recarga hídrica y tiene concentraciones importantes de humedad en los suelos, además que estos tienden a ser diferentes a los encontrados en zonas aledañas y aunado a la humedad tiende a meteorizar los materiales.
LA SOLUCIÓN
Una de las soluciones que dieron las autoridades fue darles una inclinación mayor a los taludes para que la saturación de agua pueda descansar mejor, lo que evitaría el paso por el área pues se movería la tierra para darle esa inclinación.
Las autoridades regularán el paso ya que los trabajos de remoción de tierra cubrirán dos carriles, es decir que únicamente estarán disponibles tres carriles. Los trabajos podrían hacerse durante 45 días, informó el gerente de la Empresa Conasa.