Por Cristian Velix
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El Juzgado de Asuntos Municipales de Santa Catarina Pinula impuso una multa de Q500 mil a los propietarios de la mueblería O3, en donde se realizó el pasado 12 de junio una fiesta clandestina, pese a las restricciones impuestas por el Gobierno por la pandemia del COVID-19.

La decisión aún no está en firme, ya que la misma puede ser apelada, sin embargo, el local comercial ubicado en Condado Concepción, ruta a El Salvador, permanecerá cerrado provisionalmente, una medida que le fue impuesta desde el 13 de junio anterior.

La penalización económica que se le dio al negocio, según el alcalde de esa localidad, Sebastián Siero, fue la más alta que permite la ley, sin embargo, en la parte penal, el Ministerio Público (MP), aún no ha anunciado avances en la investigación en relación a quiénes pudieron quebrantar medidas sanitarias.

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