En la fotografía el cardenal Álvaro Ramazzini. Foto: La Hora/Cortesía

Guatemala ha vivido en las dos últimas semanas de nuevo una convulsión política, con la declaración del país como Capital Provida Iberoamericana según un grupo religioso, sobre lo cual pasa revista el cardenal Álvaro Ramazzini en entrevista con La Hora, para quien “Guatemala sigue siendo un país pequeño, sin mucha trascendencia hacia afuera, pero con muchas consecuencias hacia nosotros”.

Además, cuestiona la aprobación por parte del oficialismo de un paquete de Q3.1 mil millones para carreteras por considerar que no responde a las prioridades de los guatemaltecos, señala que el político es un funcionario sujeto al valor ético de la honradez, de la administración de bienes, de una manera justa y advierte sobre que con la cooptación de las instituciones del Estado, se está imponiendo una dictadura legal, por parte de un gobierno que “nos está viendo la cara de tontos”.

 

La entrevista se da en momentos por el rechazo de grupos ciudadanos a la declaración de Guatemala como capital Provida de Iberoamérica, en medio del contexto de una polémica iniciativa que quedó archivada, el Decreto 18-2022, Ley para la Protección de la Vida y la Familia, la cual se lanzó como cortina de humo; en tanto los diputados del pacto oficialista orquestaron la aprobación de una ampliación presupuestaria de Q3.1 mil millones para el Ministerio de Comunicaciones (CIV).

La declaratoria Provida queda en medio de un ambiente de controversia, puesto que como lo han señalado diputados de oposición, se rompe con el esquema de un Estado laico, genera división entre distintas creencias religiosas y da lugar a cuestionar la doble moral de muchos funcionarios.

El cardenal Ramazzini ofrece en este contexto una voz para el análisis y la reflexión sobre el curso de las decisiones de este gobierno. Esta es parte de la conversación.

LH: ¿Considera la declaración de Guatemala como Capital Provida de Iberoamérica un paliativo y una actividad necesaria en este momento para el país?

Esta es una llamada muy amplia a Iberoamérica; en realidad no hemos tenido información de qué se pretende con esta convocatoria. En lo personal, no sé qué intenciones busca, porque al final qué es Guatemala, precisamente comentaban que en este momento sigue siendo un país pequeño, sin mucha trascendencia hacia afuera, pero con muchas consecuencias hacia nosotros. Me resulta difícil entender esta iniciativa, no le encuentro sentido en el contexto en el que el país vive, con las precariedades y pobreza vigentes.

LH: Esta postura es personal o de la Iglesia Católica considerando que en la actividad estuvo presente el arzobispo Metropolitano Gonzalo de Villa.

No es una postura de la Iglesia Católica, ni está representada por la Conferencia Episcopal, pues no hubo ninguna consulta a sus miembros, tampoco en lo personal; lo entiendo como una iniciativa del arzobispo Gonzalo de Villa, de la diócesis de Santiago de Guatemala. No hay que olvidar que algunos piensan que es el jefe de la Iglesia Católica, pero se olvidan que cada uno de los obispos somos responsables de nuestro propio territorio.

Guatemala fue declarada como Capital Pro Vida de Iberoamérica. Foto: Congreso

La organización de la Iglesia Católica está fundada sobre dos provincias eclesiásticas, al frente de cada una hay un arzobispo; yo pertenezco a la Provincia de los Altos en donde el arzobispo de Quetzaltenango nos convoca, pero en mi caso, solamente el Papa Francisco puede intervenir en mi jurisdicción (por ser Cardenal).

LH: De la incursión de las iglesias Evangélicas en esta actividad, cómo la interpreta: ¿liderazgo o buscan espacios políticos?

Esperaría que no, como tampoco lo excluyo, indudablemente siempre ha habido intenciones de ciertos sectores del protestantismo de buscar poder político.

Llama la atención que la presidenta del Congreso, Shirley Rivera, se ha manifestado con una denominación cristiana no católica y con determinadas acciones se ha olvidado que el Estado de Guatemala es laico, por tanto, no es aceptable ni oportuno que haga oraciones en el Legislativo cuando fue nombrada, pues la Constitución establece la naturaleza del Congreso.

LH: ¿Considera esta actuación como un retroceso?

Desde el momento que la Constitución declara al Estado de Guatemala laico, me parece que actúan de manera equivocada; la Iglesia Católica siempre ha respetado esta autonomía. Hemos intervenido solamente cuando vemos necesario defender la Carta Magna.

Debemos mantener fuertemente la dimensión laical del Estado de Guatemala, de lo contrario, se presta después a revanchas, oportunismos y daña la ya quebrantada unidad nacional que tenemos.

Al evento asistieron varias personas y líderes religiosos. Foto: La Hora/Presidencia

LH: A partir de la declaración de Capital Provida, hubo señalamientos hacia una dirigencia policía creyente en donde la actuación pública no concuerda con su vida privada. ¿Qué piensa?

En Guatemala existe una patria muy grande, no solo aquí, es decir, cuando un político dice: mi vida privada es mi vida privada, por tanto hago lo que quiero, no es correcto. El político es un funcionario, por tanto su vida deja de ser privada, está sujeto al valor ético de la honradez, de la administración de bienes de manera justa.

Pensar, usted tiene una vida privada, sí, pero usted la hizo pública al aceptar un cargo que pone en alto su comportamiento y pensamientos, entramos en un problema que muchas veces hemos señalado: Existe una disociación entre el comportamiento político y moral que un político debe asumir, es muy grave… Un personaje público debe ser ejemplo de valores éticos; dicen no robar, pero sabemos que en su vida privada tienen esposa y amante. Parecería normal, pero no lo es.

LH: Se ha dicho que es una cortina de humo actuar de este gobierno esos temas, pero qué lectura tiene de lo acontecido en el Congreso.

Quienes siguen con atención el acontecer del país se dan cuenta de que realmente este gobierno nos está viendo la cara de tontos y desgraciadamente no hay reacciones populares, esto es serio, porque al final están tomando decisiones que afectan la vida del pueblo de Guatemala.

Ese endeudamiento lo vamos a pagar nosotros, he buscado información sobre cómo van a invertir esos Q3.1 mil millones, que no debieron aprobarse, sumado a los Q5 mil millones aprobados en el presupuesto del CIV.

Reconozco que en Huehuetenango las carreteras hay que repararlas, hay que ayudar al comercio, pero hay otras necesidades fundamentales; el Sistema de Salud sigue siendo precario, pero no hay un criterio objetivo en el uso de los recursos que el pueblo da a este gobierno.

Efectivamente fue una movida, ahora, ¿seguiremos los guatemaltecos con los ojos vendados? Han pasado dos años, en donde la pandemia afectó muchísimo la vida de las familias, mucha gente todavía la está viendo mal y cómo es posible que se apruebe una erogación de 3 mil millones para carreteras cuando vemos la situación de los hospitales; es como dar una bofetada a la gente.

LH, ¿Cómo analiza el escenario político cuando vemos varias instituciones cooptadas, qué le preocupa?

Aquí se está estableciendo una dictadura “legal”, en donde el gran perdedor es la sociedad guatemalteca, y los ganadores son un grupo de corruptos. La administración de justicia está corrompida. ¡Qué esperanza nos queda, con qué garantía nuestros impuestos serán usados para el bien común!

El gobierno se olvida intencionalmente del primer principio constitucional: el bien común. ¿Cómo lo entienden? Necesitamos mejores hospitales, en San Pedro Necta (Huehuetenango) está abandonado este proyecto; los temas de salud y educación son prioritarios en cualquier país.

Si este panorama de cooptación se cumple, será un desastre más en la historia del país, y lo peor es que se hará legalmente.

 

Perfil del Cardenal:

• Octubre de 2019 fue nombrado Cardenal por el Papa Francisco. Es el tercero en Guatemala con esta designación.
• Durante 23 años estuvo al frente de la diócesis de San Marcos (1988-2012) hasta que el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo de la diócesis de Huehuetenango, que dirige desde mayo de 2012.
• Doctor en Derecho graduado en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, ha dirigido el Seminario Mayor de Guatemala.
• En 2011 recibió el Premio Pacem in Terris de la Paz y la Libertad, en reconocimiento a su trabajo por la justicia social.
• En 2006 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala.
• Nació el 16 de julio de 1947 en la ciudad de Guatemala.
• Fue ordenado sacerdote el 27 de junio de 1971.

Fuente: Vatican News

 

 

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