Mineduc: señalan de malos tratos y clientelismo a la ministra Ruíz

Desde que la ministra de Educación, Claudia Ruíz Casasola, asumió esta cartera en enero de 2020, la alta rotación de personal ha sido una de las constantes de su gestión, pero también los supuestos malos tratos, posibles negocios oscuros, clientelismo y una relación más estrecha con el sindicato magisterial son parte de las denuncias de personal que fue removido, o se vio obligado a renunciar de sus plazas en la institución rectora de la educación en Guatemala.

Tal como informó La Hora en su edición del lunes 28 de febrero, los cuatro viceministros de la gestión anterior fueron removidos el día que Ruíz Casasola asumió el cargo, algo que es habitual en el cambio de gobierno. Luego, ninguno del equipo que trabajó el plan educativo del Mineduc en la campaña electoral de Alejandro Giammattei y que fue presentado al inicio de su gestión, permanece en el puesto.

 

La primera viceministra salió a los nueves meses; dos más, un año después; y el último, cercano al mandatario, a los 15 meses. A la fecha, ya suman 10 funcionarios en esos cuatro viceministerios, después de 25 meses de la actual administración.

Pero ellos no son los únicos, ya que en unas 25 direcciones generales de planta central se han rescindido o terminado 15 contratos al frente de estos cargos. A este desfile se suman 32 directores departamentales removidos y cinco directores de Comunicación Social, de acuerdo con un listado proporcionado a través de la Unidad de Acceso a la Información.

GRITOS Y DESCALIFICACIONES

De acuerdo con versiones recabadas por La Hora, la afinidad por encima de las capacidades ha regido la política de esta cartera en la actual administración, en donde los gritos, descalificaciones, autoritarismo y los “chillones” forman parte del ambiente de trabajo que compartieron dos fuentes bajo condición de anonimato.

Los dos exfuncionarios narraron que debido al acoso prefirieron renunciar a sus plazas y compartieron su historia, a quienes se les citará como Testimonio 1 y 2.

Los señalamientos coinciden, además de solicitar en repetidas ocasiones de la entrevista no ser citados por temor a represalias. Otras cinco personas consultadas se abstuvieron de pronunciarse. “Perdón, pero esa señora me da miedo. Es vengativa y toma represalias”, expresó uno de los profesionales consultados.

La ministra Ruíz Casasola tiene pénsum cerrado de doctorado en Investigación Social en la Universidad Panamericana, así como haber obtenido dos maestrías, dos posgrados y otros títulos. Cuenta con 33 años de experiencia en educación, de los cuales 28 ha estado en la educación pública, según su currículum en la página oficial del Mineduc.

Sin embargo, fue destituida en el 2015 por el entonces ministro Rubén Alfonso Ramírez, cuando era directora de Coordinación de Direcciones Departamentales, luego de denuncias por malos tratos contra personal a su cargo, de acuerdo con el Testimonio 1.

Diario La Hora solicitó una entrevista con la Ministra desde el 21 de febrero, pero hasta el momento no se ha obtenido respuesta, como tampoco a través de consultas con la directora de Comunicación Social, ni al mensaje que se le dejó a Ruíz este lunes en su teléfono celular.

 

AUTORITARIA Y CONTROLADORA

Uno de los funcionarios, con plaza estable en la cooperación internacional y en la academia, decidió sumarse al diseño del plan educativo del partido Vamos, aunque entonces su intención no era participar en el equipo de gobierno. Luego de que Giammattei ganó la Presidencia decidió asumir el reto de integrarse al equipo, según el Testimonio 2.

Agregó que en lo interno se percató de la forma viciada para designar a directores departamentales, recomendados por diputados, aunque se tratara de disfrazarlo como un proceso legal.

Posteriormente se comenzó a evidenciar el mal trato con el personal. “A los directores generales los trataba de ignorantes, los hacía trabajar hasta altas horas de la noche y que regresaran temprano al día siguiente. No tardó en reclutar supervisores y ubicarlos en las direcciones, como una especie de ‘G2’ (Inteligencia militar). Nos opusimos. Tuvimos reuniones tediosas en las que no le gustaba que se le señalaran los errores. Le hicimos ver que su gestión no dejaba que el trabajo fluyera, pues era autoritaria y controladora”, añade Testimonio 2.

Cabe recordar que la Ministra es esposa del coronel retirado, Julio César Estrada Valenzuela, quien entre otros cargos fue Comandante de la Quinta Brigada de Infantería, y en al inicio del gobierno de Giammattei laboró en la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS), y desde el año pasado se trasladó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a cargo del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), de acuerdo con un artículo publicado por el medio Soy502 titulado “Todo queda en familia: Esposo e hijos de la ministra de Educación trabajan en el Gobierno”.

De acuerdo con la fuente 2, en respuesta a tales críticas, Ruíz bloqueaba y centralizaba procesos. “El ataque político era intimidatorio, gestado por ella, a partir de los diputados”. Por otro lado, el apego al Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) se convirtió en seguir las instrucciones de su líder, Joviel Acevedo.

Esta pérdida de ruta en la estrategia significó conflictos con su equipo de trabajo, hasta colmar la paciencia y que el mismo día dos miembros de su equipo de trabajo renunciaron, en alusión a la salida de los viceministros de Educación Técnica y Educación Bilingüe e Intercultural en enero del 2021.

Ante estos sucesos, también se lamenta de la interferencia en los procesos por parte de su familia, como también de la alta rotación entre los directores departamentales, y destaca que hay “tres viceministras inoperantes, colocadas allí para no hacer nada. Es terrible lo que sucede, un retroceso total en la educación. Este era el momento para hacer una transformación en el sistema educativo”, añade Testimonio 2.

 

LA MINISTRA ADJUNTA

Las quejas se amplían hacia otras situaciones, como el caso de una amiga íntima de la ministra, Ileana Cofiño, especialista en educación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), quien según el Testimonio 1 se ha convertido en la “ministra adjunta y es con quien toma las decisiones administrativas, técnicas y financieras”.

Se le considera una especie de “caja chica”, que además tiene para su servicio en el Mineduc a dos profesionales para servirle el café y demás menesteres, que están contratadas por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), entidad responsable de manejar los fondos de este organismo. “Conocemos al Estado por lo que no aceptamos que una cooperante de Naciones Unidas nos diga lo que tenemos qué hacer”, replica Testimonio 2.

Testimonio 1 recuerda que en 2013 Unicef creó la Unidad de Protección de la Niñez, entidad que donó siete computadoras, con sus escritorios e impresoras, pero “cuando se retira Ruíz de la Unidad, la funcionaria de Unicef retiró las computadoras”.

Ante tales señalamientos, se buscó la versión de Cofiño, pero únicamente se trasladó la postura de la entidad: “Unicef mantiene una estrecha colaboración con el Ministerio de Educación, como con otras dependencias del Estado relacionadas con la infancia, conforme su mandato y los acuerdos vigentes con el Gobierno de Guatemala y las Naciones Unidas en nuestro marco de cooperación”, informaron.

“La función principal de la señora Cofiño es ser el enlace directo para facilitar, apoyar y dar seguimiento a la asistencia técnica y material que provee Unicef al Ministerio Educación, por lo que naturalmente mantiene contactos frecuentes con diversos funcionarios del Ministerio”, añadió la nota.

 

UN SECRETO A VOCES

Una de sus víctimas, entre varias, sufrió maltrato en una de las Direcciones, recuerda que la constante laboral son las amenazas y el maltrato al personal de las distintas dependencias.

Suele ensañarse especialmente con las mujeres, afirma, en donde los gritos, lágrimas de las afectadas, el trato denigrante y humillaciones solo han logrado despedir a personas con buenas capacidades.

Todas las acciones deben ser autorizadas por ella. “Es un ambiente tóxico. Llega el momento en que ya no puede uno redactar un simple oficio. Si hay que anular un número correlativo eran gritos”, comenta Testimonio 1.

Agregó que la Ministra tiene la costumbre de grabar las conversaciones, luego se burla de la gente, y recordó que el paso de Ruíz Casasola por distintas direcciones educativas se ha caracterizado por ese estilo de trabajo, al punto que se reportan casos de personal que ha sido suspendido por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social debido a la tensión que se vive a diario.

Entre el clientelismo, señala la fuente, hay varios familiares y amigas en puestos como subdirectoras, por ejemplo, Marilyn Pensamiento y Zoila Chacón; también el sobrino de su esposo, director de una unidad de préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo; la nuera, hermanas y personal no capacitado en distintos puestos del Mineduc.

“Se perdieron los procesos educativos. Hace varios años se daba seguimiento a las quejas de los centros educativos a cumplir con los 180 días de clase, eso se acabó”, se lamentó la fuente citada como Testimonio 1.

#LaHoraDeActualizarnos ? El Oficialismo busca dar Q3 millardos más al CIV ?? [https://t.co/yhn5NS3sIL] pic.twitter.com/CYrv1DpTxg

— Diario La Hora (@lahoragt) March 5, 2022

CARTA ABIERTA GIAMMATTEI

Los inconvenientes habrían sido dados a conocer al presidente Giammattei en una carta abierta de tres páginas, al parecer, en octubre del año pasado, carente de firmas, en donde se denuncia y detalla “la pésima gestión de la ministra Claudia Ruíz, que repercute en la calidad educativa”.

En la misiva exponen cuatro puntos que resumen la problemática y solicitan que el mandatario atienda y coloque en su lugar a profesionales de alto nivel y experiencia para asumir la cartera educativa:

 

La Hora solicitó una postura de la Presidencia de la República sobre la misiva. La Secretaría de Comunicación Social informó que el Gobierno de Guatemala es respetuoso y garante del derecho constitucional de petición plasmado en el artículo 28 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

“En este caso en específico no se emitirá una postura oficial, por no contar con el documento firmado originalmente”, añadió la nota oficial, en lo que podría entenderse que conocieron la misiva, pero no refieren si será investigado el caso, ya que se limita a afirmar que no darán respuesta.