En entrevista con La Hora, Luis Édgar Arenas dio detalles del panorama de las becas nacionales y de estudios en el extranjero. Foto: La Hora/José Orozco

Para muchos jóvenes el sueño principal de su vida al graduarse del colegio o la universidad consiste en ganarse una beca para continuar estudios superiores en el extranjero. Obtenerla no es un proceso sencillo, las ofertas se han reducido, las dinámicas han cambiado y se necesita mucho tesón para cumplir con todos los requisitos, compitiendo con estudiantes de otras partes del mundo.

Los que logran esta meta, saben que la vida les cambia en una serie de oportunidades. No solo para ellos, sino para su comunidad y país. Consciente de esto, Luis Édgar Arenas, ingeniero químico e investigador social, fundó el Instituto para el Desarrollo de la Educación Superior en Guatemala (INDESGUA), una asociación civil, sin fines de lucro, cuyo propósito principal es asesorar en la gestión becas y créditos educativos a estudiantes y profesionales de nacionalidad guatemalteca, para continuar estudios superiores de grado y postgrado en Guatemala y el extranjero.

Arenas domina el tema con propiedad. Tiene más de 14 años de dedicarse a esto, en donde ha logrado apoyar a cerca de 1,350 estudiantes, de los cuales 825 han salido del país. Estima que en conjunto esto sería una inversión de unos US$35 millones.

Cuando se le pregunta ¿por qué lo hace? Pues casi resulta ser una actividad Ad honorem, responde con claridad que por dos razones. Primero, como una forma de agradecer a Dios por la bendición que tuvo de ayudar a su hijo a obtener una buena beca. Segundo, “porque me cansé de juntarme con los amigos a tomar café por la mañana para hablar de lo mal que está el país y no hacer nada”, expresa.

 

En la siguiente conversación, Luis Édgar muestra un mapa del panorama de las becas nacionales y de estudios en el extranjero. Los requisitos, los desafíos y los ingredientes que se necesitan para llegar con pasos seguros hacia ese sueño que, con esfuerzo, es posible convertir en realidad.

En algunos casos se da la opción para que los becados estudien un año el idioma oficial del país al que irán. Foto La Hora/DPA/Europa Press/Lev Vlasov/Zuma Press.

La Hora: ¿Qué oportunidades ofrecen las becas locales actualmente?

Luis Édgar Arenas: En los últimos dos años algunos cooperantes en Guatemala de educación superior han disminuido el número de becas o reducido los beneficios que solían tener. La Universidad del Istmo, como la Universidad Rafael Landívar han reducido su oferta, con la lógica de que se vieron forzados pues debieron dar ayuda financiera a los estudiantes inscritos, por la crisis de la pandemia.

Por otro lado, la Fundación Juan Bautista Gutiérrez cambió su visión. Antes daban becas completas con residencia incluida. Ahora tomaron la posición de no dar el beneficio de la residencia. Esto ha afectado a algunos estudiantes brillantes del interior del país. Por ejemplo, no es lo mismo estudiar en Universidad del Valle (UVG) Altiplano, que en el campus central. Y no me refiero a la calidad, sino a una oferta educativa más amplia.

También ha habido fundaciones que han reducido el número de becas por los propios cooperantes internacionales, como Asociación Progresa o FUNJOSÉ, pues lo que les ingresa, solo les alcanza para poder financiar a los becarios que ya tienen.

LH: ¿Cómo se logra una beca en el extranjero?

LA: La oferta de becas es mucho más amplia en el extranjero. Se divide en dos grandes grupos: los programas que conlleven grado: licenciatura, maestría, doctorado. Segundo: los cursos cortos especializados.

En el caso de los cursos, este último año los gobiernos los han reducido, por el problema para cumplir con la cuarentena. Los cursos cortos son de lo poco que todavía maneja Segeplan. Las becas de grado solo se limitan a publicarlas. Tienen más limitaciones que INDESGUA.

LH: ¿Cómo funciona el sistema?

 Históricamente, las agencias de cooperación han manejado tres modelos para asignar becas. Los tres persisten, solo que el primero está en vías de extinción.

El primero ha funcionado durante el siglo XX y parte del XXI. Las oportunidades se canalizan a través de puntos focales o las embajadas de países. En Guatemala, el punto por excelencia ha sido Segeplan con excepción de la Unión Europea y la Cooperación Alemana, a través de la DAAD, que tenían como punto focal a la Usac. Las becas se sociabilizaban, con criterios de selección movidos por influencias, de manera que se otorgaban por conveniencia. Se daba en otros países latinoamericanos. Aclaro, era una crítica que existía. De ese sistema centralizado, ya solo quedan las becas MOFA de Taiwán.

 

El segundo sistema salió para combatir el primero. Consistió en que las agencias de cooperación pusieron como requisito tener la carta de admisión en el programa académico a aplicar. En estos casos, se siguen usando los puntos focales, pero al menos debes tener los méritos para ser admitido en la Universidad. Es decir, los países ya no toman estas decisiones.

El tercer sistema lo crearon los franceses con el programa Eiffel. Sacaron de la jugada a las embajadas y puntos focales. Para aplicar debes hacer la solicitud directo con la Universidad y luego ellos te proponen como becario ante la agencia de cooperación. Al final es más limpio. Aunque cada modelo tiene sus variantes.

Imagen ilustrativa. El entrevistado explicó cuales son los tres modelos que utiliza el sistema de becas. Foto La Hora/AP/Charlie Riedel.

LH: ¿Esto dificulta más al estudiante el proceso de investigación para dónde aplicar?

LA: Hay que entender la oferta académica. El objetivo general de las agencias de cooperación y fundaciones es mitigar los problemas globales: los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS). Hay agencias de cooperación que buscan cumplir puntos específicos de esta agenda, donde les interesa cooperar.

Segundo, muchos programas en Estados Unidos y Europa te exigen el retorno a tu país. Esto porque el objetivo de la cooperación es contribuir al desarrollo de los países a través de la formación de capital humano.

Muchos estudiantes cumplen el periodo reglamentario de dos años y después retornan de nuevo al extranjero, especialmente los que estudian ciencia y tecnología. Son mejor remunerados.

Luis Édgar Arenas, INDESGUA

LH: ¿Cuántos jóvenes tienen posibilidades de estudiar en el extranjero?

LA: En INDESGUA, el mayor porcentaje de becas que asesoramos es a nivel de posgrado. Por cada beca que se ofrece de licenciatura, se dan unas 4 o 5 para maestrías o doctorados. La Unión Europea prácticamente no da becas en nivel pregrado. El único es Rumanía.

En los posgrados, algo que marca diferencias es el idioma en que se imparten. En Latinoamérica, España y Portugal se ofrecen en español o portugués; excepto las escuelas de negocios. Francia e Italia tienen una oferta significativa en inglés, pero en su mayoría se impone el idioma nacional. En el resto de la Unión Europea, las becas son para maestrías internacionales, se imparten en idioma inglés. Los países árabes y los asiáticos tienen programas de maestrías en inglés. En Latinoamérica, no te piden un 90 de TOEFL pero sí pruebas de comprensión de lectura, puesto que las investigaciones académicas se redactan en inglés.

En los pregrados se impone la torre de Babel. La mayoría de las becas se ofrece en los idiomas oficiales. Algunos países ofrecen un año para estudiar el idioma oficial, como Japón, Corea, Taiwán y China.

Luis Édgar Arenas, INDESGUA

En general, en la mayoría de los países el requisito es hablar inglés. Eso es una limitante para muchos jóvenes. Ahora bien, en Guatemala algunas universidades privadas te piden cierto nivel de inglés como requisito para graduarte. Otros lo dominan por trabajar en Call Centers.

Imagen ilustrativa. El obtener una beca de estudios en el extranjero es una oportunidad que le cambia la vida a los estudiantes. Foto: La Hora/Charles Krupa/AP

LH: ¿Qué pasos debe seguir el interesado en aplicar?

LA: En INDESGUA se ofrecen tres niveles de asesoría. La primera es una amplia información de becas a través de los boletines y las redes sociales. Luego, cada 15 días programo talleres de asesoría de dos sesiones, con más de 3 horas de duración. Allí les explico con lujo de detalles los pasos a seguir. Tercero, brindo asesoría personalizada, según el perfil del estudiante. Para los talleres y las asesorías solicito una contribución.

LH: ¿Cuáles son los desafíos más grandes a sortear?

LA: Aparte del idioma, he notado una serie de debilidades en los guatemaltecos. La primera es que no leen, preguntan de todo y quieren alguien que se los resuelva. Las agencias de cooperación y fundaciones no suelen responder preguntas que tienen definidas en sus convocatorias y guías.

Otra de las debilidades es que la mayoría de los aspirantes no suelen hacer actividades extra curriculares.

Luis Édgar Arenas, INDESGUA

Es un punto muy valorado por las agencias de cooperación, pues sirve para evaluar su proyección en la comunidad.

Tercero, la hoja de vida y el ensayo para postularse es decisivo. Diría que influye en un 70% en la selección. Un ensayo bien escrito favorece que el aspirante sume puntos para alcanzar su objetivo.

LUIS ÉDGAR ARENAS

• Ingeniero Químico con estudios en Gerencia Social, Migraciones y Desarrollo.
• Investigador social con énfasis en planificación y ejecución de procesos educativos.
• Director General de INDESGUA, editor de los boletines semanales y especiales de esta entidad.
• Miembro de la Red de Organizaciones Becarias de Guatemala y de la Red Nacional de Gestores Culturales.

 

 

Artículo anteriorEscupida a Moyo Contreras abre debate por comportamiento de aficionados
Artículo siguienteExministro Degenhart reaparece ahora como secretario Unionista