Por Ana Lucía González
agonzalez@lahora.com.gt
El municipio de Rabinal, Baja Verapaz es uno de los 114 del país que se encuentra en alerta amarilla. Con una población proyectada por el INE de 46 mil 411 habitantes, un total de 53 tamizajes realizados y solamente cinco casos confirmados de Covid-19, hasta el pasado 9 de abril.
La última actualización (19 marzo -9 de abril) presenta un caso más al dato del tablero del Ministerio de Salud. Esta la ofrece el alcalde Octaviano Alvarado. “Tenemos cinco, pero no están moribundos”, asegura.
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BROMEA CON USAR “CUSHA” PARA LA TOS
En un chat de alcaldes, se filtró semanas atrás que a manera de broma sugería que todos tomaran “cusha” (licor artesanal) para curarse la tos.
Indicó, además, que “jamás cerró la plaza, ni el mercado, y todos están inmunes…bendito Dios”. En una entrevista telefónica con La Hora, confirmó que ciertamente Rabinal tiene sus propias medidas, que el coronavirus entra por la boca, por lo tanto, cada uno es el único responsable de cuidarse.
Alvarado asegura que han seguido las disposiciones del gobierno central, y que la estrategia municipal es la concientización “porque aquí la gente es terca”, afirma.
Aclara, sin embargo, que hay factores que justifican esa terquedad, como la pobreza extrema de la mayoría de la población. “Por eso, no podíamos cerrar el municipio totalmente, sino, de qué vive gente”.
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NO DEJA DE CREER EN EL VIRUS
No se considera un incrédulo del Covid-19. En su caso, dice que tuvo a su mamá de 80 años con el virus, pero su solución fue administrarle antibiótico y dejarla en casa, añadió que todo salió bien.
Cuenta que en Rabinal tienen una plaza “no muy aseada” que se diga, donde todos llegan a comer, incluso él. “Comemos microbios, eso genera autodefensas al ser humano”, asegura por lo que “tenemos un virus más potente”, dice entre risas.
Así entre pobladores que producen su propia medicina, como la cusha, una plaza abierta, Rabinal sale adelante con optimismo. Para Alvarado, el Covid-19 es una enfermedad común y corriente que está entre los pobladores y de la cual cada quien a su manera debe cuidarse. “No sé si sea necesario vacunarse, pero en mi caso, no me han ofrecido nada”, concluye.
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