Se pronunciaron en el Congreso de la República para que se apruebe la iniciativa de “Ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales”. Foto: La Hora

La Alianza de autoridades para la defensa de la biodiversidad, Organizaciones campesinas y la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (Redsag) se pronunciaron en el Congreso de la República para que se apruebe la iniciativa de “Ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales”, el cual dispone proteger la producción de las semillas nativas.

David Paredes, integrante de la Redsag, solicitó el avance de la iniciativa 6086 y expresó que “es una ley que lleva la protección de las semillas nativas y toda la biodiversidad que se asocia a los conocimientos ancestrales, hoy está más amenazada que nunca con las empresas semilleristas”.

Paredes mencionó que exigen a la Junta Directiva que avance la propuesta de ley, “creemos que con esta ley se pueden brindar algunas garantías para los pueblos, sobre todo que no han sido consultados, y que ponen en riesgo las semillas nativas y los recursos genéticos”, añadió.

INTRODUCCIÓN DE SEMILLAS TRANSGÉNICAS

Las organizaciones señalaron que en Guatemala promueven el uso y cultivo de semillas transgénicas sin consultar a los pueblos Mayas, Garífunas y Xincas.

Según indicaron, el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que fue ratificado por Guatemala establece la consulta previa, libre, informada y culturalmente adecuada, es un derecho humano colectivo de los pueblos indígenas.

 

Además, el Acuerdo Ministerial 271-2019 establece que para las siembras de semillas modificadas en los territorios, el solicitante deberá obtener el consentimiento libre, previo e informado de conformidad por parte de la comunidad y de existir ausencia del consentimiento implicará que estas áreas no dispongan de su uso, agregaron.

Por ello, los pueblos indígenas expresaron que la implementación de transgénico en los territorios va más allá de la seguridad de la biotecnología porque las semillas transgénicas representan la privatización de todas las semillas ancestrales, en especial la semilla de maíz.

“Las semillas ancestrales representan la vida, son pilares importantes de la identidad histórica de los pueblos y son legados que se heredan de generación en generación, por eso como pueblos no queremos dejar un futuro invadido por semillas transgénicas”, enfatizaron.

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