Kimberly, motivada por la unión familiar, se prepara para aportar a la salud de GT

Grecia Ortíz

Kimberly Galdámez es una guatemalteca que migró junto a su familia a Nueva York, Estados Unidos desde Zacapa cuando tenía 10 años y aunque enfrentaron una serie de dificultades han salido adelante juntos demostrando que para los migrantes la unidad familiar es clave y ahora busca conquistar metas personales que le permitan además ayudar a Guatemala en materia de salud pública.

La connacional llegó a ese país en 2006 y desde entonces junto a su papá, mamá y hermano menor, han buscado materializar el “Sueño Americano”, explicó a La Hora Voz del Migrante.

Recuerda con mucho cariño su niñez en Guatemala, los fines de semana que compartía con sus familiares en Río Hondo, las actividades que realizaba y cómo disfrutaba del lugar.

 

LA ADVERSIDAD NO LA DETUVO JUNTO A SU HERMANO

Sobre el proceso de adaptación a un nuevo país destaca que lo más difícil fue aprender inglés, además a su hermano le detectaron cáncer, “no fue tan fácil al principio, fue demasiado duro, pero con la voluntad de Dios y el apoyo de nuestra familia cercana pudimos salir adelante”, remarcó.

“Como niño en especial si no conoces el idioma no sabes expresarte y siendo la hermana mayor fue más difícil para mí, siempre fui a la misma escuela que mi hermano y tenía que cuidarlo… se sentía que éramos nosotros dos contra el mundo”, resaltó.

Entre las adversidades que superó, relató que al llegar a quinto grado no pudo seguir avanzando, precisamente por dificultades con el inglés, pero eso lo convirtió en una oportunidad para superar cada etapa con más experiencia.

LA UNIÓN FAMILIAR

Kimberly menciona que al llegar a Nueva York el principal atractivo para ella como niña eran los parques disponibles para convivir al aire libre y con la naturaleza.

“Fue nuestro lugar para relajarnos y disfrutar la niñez. Con mis padres los domingos íbamos a la iglesia y después mi papá nos llevaba a comer… era una experiencia bonita y siempre buscábamos mantener la unión con la familia”, mencionó.

Además, destacó que su papá y su mamá al llegar a Estados Unidos buscaron emplearse para sacarlos adelante.

BECA Y EL CAMINO EN EL CAMPO DE LA SALUD

La guatemalteca superó todas las pruebas, se graduó de High School y obtuvo una beca que le permitió recibir el título de Asociada en Radiología y Ciencias, así como una Licenciatura en Gestión de la Salud, carrera que está a punto de culminar.

“Estoy a punto de graduarme de mi Licenciatura en Gestión de la Salud, mi sueño, lo que más anhelo es administrar un centro de salud, mi enfoque siempre ha sido ayudar a la gente… y si Dios me lo permite me gustaría llevar esos conocimientos a Guatemala, al área de donde venimos –Zacapa- porque siempre es una necesidad y por qué no ayudar a la gente si lo necesitan”, indicó

 

Su pasión por la salud asegura que probablemente nació en su niñez, recuerda que pedía a sus papás juguetes sobre esa temática y observar a su hermano enfrentar al cáncer la motivo a buscar ayudar a los demás como lo hicieron con ellos.

Entre sus logros resalta que representó al país y conquistó la corona del concurso de belleza “Miss Guatemala East Coast”, que se realizó hace algunos años para exaltar a la comunidad migrante en Nueva York.

Actualmente trabaja en un centro de salud y dedica su tiempo a realizar tomografías, así como resonancias magnéticas, entre otros tipos de exámenes. “Recientemente me otorgaron la posición de campeones del área de neurología, así le llaman y trabajo enfocada en infartos cerebrales”, expresó.

NO DEJA DE PENSAR EN GUATEMALA

Además, recalca que no puede dejar de lado sus raíces guatemaltecas y que recuerda con mucha nostalgia al país, “la gente siempre te recibe bien, la comida, se extraña todo, pero obviamente más a mi familia”, destaca con emoción.

“Mi sueño, lo que más quisiera es abrir una clínica en Zacapa, me encantaría, pero eso ya sería en el futuro con más títulos y experiencia que obtenga acá en mi área de trabajo. Si no se puede abrir una clínica, trabajar con hospitales… ver de qué manera podemos ayudar a la comunidad en Guatemala, en otros departamentos también”, reiteró.

 

Sobre su tiempo libre enumera varias actividades, ahora con su esposo con quien recientemente se casó, entre ellas caminatas en montañas, lo cual también le ayuda a liberar el estrés de atender a pacientes en el centro de salud.

Sus lecturas favoritas son sobre misterio, el budismo que le permite meditar entre otros; las tortillas de harina son su platillo favorito de Guatemala. La meta a futuro que se ha propuesto junto a su esposo es convertirse en papás.

“La seguridad es lo que lo lleva a uno a lograr muchos sueños, si tú eres segura de ti misma y estás enfocada en algo, creo que es muy importante no perder eso, si estás consciente que quieres algo para tu vida y futuro debes buscar conseguir lo que te hace feliz”, puntualizó en su mensaje para los migrantes.