Tras la inesperada clasificación a los octavos de final del Mundial, Australia quiere dar otro golpe en la mesa. Foto La Hora: AP.

Tras la inesperada clasificación a los octavos de final del Mundial, Australia quiere dar otro golpe en la mesa: mandar a casa a la Argentina de Lionel Messi. «No hay presión para nosotros», dijo el delantero Mathew Leckie el jueves en rueda de prensa en el centro de entrenamiento de la academia Aspire. «Solo necesitamos disfrutar el momento, disfrutar la ocasión. Y como dije, nadie espera que ganemos. Entonces, sorprendamos al mundo».

Por segunda vez en su historia, los Aussies se metieron entre los 16 mejores de la Copa del Mundo tras vencer 1-0 a la favorita Dinamarca en una zona que terminó con la vigente monarca Francia como líder. El único antecedente de los australianos en octavos fue en 2006. Jugarán el sábado en el estadio Ahmad Bin Ali ante el dos veces campeón mundial (1978 y 1986), con un Lionel Messi decidido a ganar el único título que le falta en su quinta Copa del Mundo.

«Es el jugador más talentoso que he visto con un balón en los pies. Hace cosas que nadie más puede hacer», destacó Leckie, del Melbourne City de su país. Pero «mientras sigamos unidos como lo hemos estado hasta ahora, podemos detenerlos, detener sus puntos fuertes, evitar que sean peligrosos. Y eso es lo que intentaremos hacer».

 

El defensor Milos Degenek pronosticó «un juego difícil, obviamente jugando contra probablemente el mejor futbolista que haya aparecido en este juego. (Pero) son once contra once. No hay once Messis. Hay uno». Consultado sobre si consideraba un privilegio enfrentar al astro del Paris Saint-Germain, el futbolista del Columbus Crew de la MLS respondió que «no».

«Es solo un humano, como todos lo somos…es un honor estar en los octavos de final de una Copa del Mundo. Ese es el honor en sí mismo», remarcó. Mientras la historia pone a la Argentina como amplia favorita el próximo sábado, Australia intentará elevar la vara que dejó hace 16 años cuando cayó ante la eventual campeona Italia en octavos.

«Creo que obviamente están motivados por la que podría ser la última Copa del Mundo de Messi y él quiere ganarla. Para nosotros, es impedir eso… soy un gran admirador suyo, pero me encantaría ganar la Copa del Mundo probablemente más que a él», concluyó Degenek.

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