AMIGO

Si te cuelo en las dificultades
siempre estás allí como una roca
con tu voz
de tan conocida…
…tan generosa,
tan tiernamente poderosa
para envolver mis miedos
y pausar «mis cosas»,
esas tormentas internas
que me alocan.

Conociste mi rincón
el más visitado por la tristeza
los pensamientos oscuros y concluyentes
que presagian la tormenta.

Y seguiste allí
y eso me asombra
pues él se fue…
él se fue
y se fue tan lejos…
no es nunca más
mi dilecto, mi querido,
mi fiel amado,
las tinieblas que me turban
sofocaron su afecto.

¿Y el tuyo?

El tuyo no,
mi enlace con la luz,
bálsamo contra la desesperanza
razón por la que en soledad
más que por el amor
brindo por el cariño
de una amistad sincera.

El amor no es lo que soñamos

El amor no es lo que soñamos,
no es más fuerte que los prejuicios o el rencor
o todas aquellas bastardas diferencias que nos separan.

Lo sabemos ahora querido, muy tarde,
para que esta maraña que nos tejimos uno al otro
no doliera al momento de decir adiós.

¿Y yo? Yo quisiera atraparte en uno de estos versos
y detener esas lágrimas con su carga de separación
y su augurio triste de que nada dura hasta la conclusión del tiempo;
tomo mi cajita de amor rebosante y tierno
toda ella impregnada de ti y los recuerdos,
¡ay! en tiempos felices tan volátil, ¡cuánto pesa ahora!, ¡cuánto!

¿Y tú? Toma también tu cajita de amor rebosante y tierno
no flaquees ¡por favor!, que no pido que vuelvas
ni que ella guíe tus pasos;
sólo dale un beso cargado de amor y despedida.

Juntos solos, lloremos, riamos, ironicemos, gritemos,
que el amor de tan bueno es tan débil
para sobrepasar las barreras de nuestra vida.

Hoy estoy besando un beso

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no…
-¿Adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.

Uno más seré yo
al tenerte de menos.
Y perderé mi nombre,
mi edad, mis señas, todo
perdido en mí, de mí.
Vuelto al osario inmenso
de los que no se han muerto
y ya no tienen nada
que morirse en la vida.

NO ES EL OLVIDO

¿Te das cuenta?
tu adiós, la soledad, ya no me conducen
al dolor;
camino cada paso sin sentir,
sin siquiera protestar
hacia la nada
¿es acaso el olvido?

Si así fuera sería breve
como breve ha sido la dicha de sentirte mío;
si eso fuera
no sería una cárcel tan estrecha,
un nudo que estrecha tanto y tan fuerte
que agota hasta las lágrimas
que ya no caen para mojar el recuerdo
ni para dolerse de la ausencia.

Creo que el olvido
es algo así como un paraíso inmenso
donde mil y una puertas conducen a otras mil y una
y la sensación de libertad que te acompaña
seguro te invita a reír y bailar, gozarte de la vida.

Simple cuestión de lógica
donde estoy no es el olvido;
es la nada que encierra los sentimientos grandes
que no pueden ser,
el castigo por no lograr que un gran amor
permanezca para siempre;
este estrecho y aplastante limbo
¡ay, corazón!
no es el olvido.

 

 

 

 

 

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