Origen y ruta del canto de guerra de la Universidad de San Carlos de Guatemala, La Chalana.
Mynor Carrera Mejía
Introducción:
El Movimiento Unionista, donde también había estudiantes sancarlistas, logró darle golpe de Estado a Manuel Estrada Cabrera, el 15 de abril de 1920. Uno de los más destacados estudiantes universitarios en este movimiento fue el joven Clemente Marroquín Rojas, estudiante de Derecho y quien, meses después, creara junto a otros jóvenes del oriente del país, el semanario La Hora. Clemente también corrió con los alumnos de derecho para cantar La Chalana. Por su misma participación, Marroquín Rojas escribió el libro Historia del Movimiento Unionista, publicado en Barcelona en 1929. (Mynor Carrera, El Ideario Polémico de Clemente Marroquín Rojas, 1998)
Eliminar una dictadura de 22 años fue una gran alegría y una gran esperanza. No obstante, la frustración llegó al sector universitario cuando el 5 de diciembre de 1921, militares, encabezados por el general José María Orellana, derrocan a don Carlos Herrera Luna, presidente electo. Esa tristeza ante una inminente regresión al cabrerismo, motivó a los sancarlistas a crear un canto de guerra, con el propósito de manifestarle al pueblo el papel nefasto que han jugado los jueces, militares, religiosos y los políticos corruptos.
Para tal propósito hubo una convocatoria clandestina para crear las estrofas, el propósito era que participaran todos los que quisieran. Para llevar a cabo el cometido, los alumnos pasaron clandestinamente por una ruta que finalmente los llevó a estrenar el canto en la Nueva Guatemala de la Asunción, durante la Huelga de Dolores del 7 de abril de 1922. Los estudiantes que participaron en la creación de La Chalana, jamás imaginaron el éxito que iba a tener. El canto se afianzó en los corazones de los sancarlistas y en el mismo pueblo, que la han bailado con marimba en las fiestas populares. La letra de La Chalana es fuerte y directa. Infortunadamente, la letra sigue teniendo vigencia un siglo después.
Ruta Histórica donde nace, se desarrolla y se canta por primera vez:
La Chalana nace por la frustración estudiantil del golpe de Estado del 5 de diciembre de 1921. La energía estudiantil y su activismo social y político, los llevó a organizarse y crear clandestinamente dicho canto. El gobierno militar de José María Orellana no iba a perdonar a los alumnos por su activismo, así que trabajaron la canción de manera clandestina. Para que se escribieran las dos cuartillas, la compusiera el músico, buscaran al marimbero y luego la cantaran oficialmente, fuero una serie de peripecias que debieron sortear. A continuación se presenta la ruta que siguieron para conseguir su cometido.
- Nace la Idea
El canto de guerra universitario surge en el contexto histórico del golpe de Estado a Carlos Herrera Luna, por militares, encabezado por el general José María Orellana, el 5 de diciembre de 1921. En este momento la Facultad de Medicina se encontraba en una casa de la 12 calle, entre 2ª y 3ra. Avenidas del Centro Histórico.
Epaminondas Quintana origina la idea, la cual le es transmitida a Joaquín Barnoya. (Libro El Icosaedro de la Alegría, 1966)
Ambos la toman como una misión propia y que había que compartirla con los más chispudos de Derecho, para escribirla en conjunto.
- La Encerrona
Epaminondas Quintana y Joaquín Barnoya bajan de Medicina a Derecho para contactar a los posibles participantes e integrar la comisión. Dialogan con ellos y acuerdan día y hora para la reunión en Derecho.
- Selección de las estrofas
La reunión clandestina tuvo lugar en el ala nororiente de la Facultad de Derecho. Se suponía tenían que venir con las estrofas ya escritas, solo para seleccionarlas pero no fue todo así. El trabajo finalizó de la siguiente manera:
Coro: José Luis Balcárcel
Estrofas: Alfredo Valle Calvo y David Vela.
Última estrofa: Miguel Ángel Asturias
Corrección, redacción y selección: David Vela y Alfredo Valle Calvo.
Aprobación: por todos los participantes y los que convocaron a la encerrona.
- En la residencia del músico
La empleada de la casa, donde residía José Castañeda, sale a preguntar qué deseaba el grupo de estudiantes. Les indica que el músico no está y que se encuentra en la 9ª. calle en una barbería. (Miguel Ángel Asturias, Viernes de Dolores, 1972)
- En las barberías de la 9ª. calle
De la residencia de la Plaza Vieja. (Donde ahora se levanta el edificio Recinos) a las peluquerías de la 9ª. calle. Se desconoce en cuál estuvo Castañeda. No obstante, basados en el Libro Azul de Guatemala, para 1915, había tres peluquerías que eran las siguientes: El Comercio, La Central y la Rejuvenecedora. Los estudiantes localizan al músico y lo abordan. (Mynor Carrera, La Ruta Histórica de La Chalana, 2019)
- José Castañeda acepta el reto
Castañeda (alias Joseh) apresura a su barbero, pues ya había caído en la trampa y debía dirigirse a su casa a componer, en tiempo record, para darle vida a la letra que le entregaron los estudiantes.
- Llega la inspiración musical
En palabras del músico:
Los muchachos acudieron a mi puerta. Todos compañeros en la alegría de vivir a costa del hígado ajeno. Me pusieron la trampa. Resistí. Aquellos alocados versos me parecían a primera vista, difíciles de meter en las casillas métricas de la música popular. Mientras un fígaro (un gato) tijereteaba alegremente sobre mi cabeza, llegó la inspiración y fue así como brotaron esos acordes que desde ese entonces, encienden el ánimo de cualquiera. (José Barnoya, Así nació La Chalana, 1993)
“Ya nació el niño.”
Castañeda marca los 3 dígitos por teléfono a Miguel Ángel Asturias, quien se encontraba en su residencia de La Parroquia. Le comunica que ha finalizado la música del canto universitario. De esta manera le exclama: ¡Ya nació el niño! [2] (En realidad fue niña porque la bautizaron Chalana)
- Ensayo en el Teatro Renacimiento
Castañeda estrenó la Chalana en el teatro, sin que la gente advirtiera qué canción era. Lo presentó en la revista musical “La vuelta de Tutankamen” (la resurrección del Lic. Adrián Recinos, intelectual y político)[3]
- Ensayo I
Ensayo en la Residencia de la Familia Peralta. A ellos los llamaban Los Monos, era una familia numerosa. Los estudiantes de Medicina llegaron a ensayar en piano a esta casa. Estaba ubicada en la 11 Avenida y 4ª. Calle, frente a la Pila de la Merced.
Ensayo II
En la sede de la Marimba Ideal Club, propiedad de Gabino Juárez, acudió el grupo de Derecho, encabezado por Miguel Ángel Asturias, quien, con partitura en mano, acompañado de Clemente Marroquín Rojas y otros estudiantes, sorprendieron y comprometieron a don Gabino Juárez, para que ensayara la música de la Chalana en marimba y acudiera al desfile de la Huelga de Dolores.
Aaaaveeeergaaaabino, jajajajajaj, vociferaban los estudiantes, quienes en tropel, conformaban el grupo de Derecho, siendo éstos: Francisco Escobar, Daniel Fuentes Reyna, Romeo de León, Miguel Ángel Dávila, Alberto Ibáñez, José Vicente Sagastume, Eduardo Rodríguez Genis y Guillermo Melgar.
A mano I
Aprendizaje de la letra de la Chalana en la Escuela de Medicina. (Escuela ubicada en una casona de la 12 calle, por motivo de la destrucción de la Escuela de Medicina) Todos los estudiantes pasando a mano la letra y memorizándosela.
A mano II
Aprendizaje de la Chalana en la Escuela de Derecho. (Actual MUSAC) Los estudiantes están pasando a mano la letra y aprendiéndosela también.
Estreno oficial
Se canta por primera vez la Chalana de manera oficial. La entonan desde el vestíbulo de la Facultad de Derecho, el 7 de abril de 1922, para la Huelga de Dolores.
Las marimbas suenan y los cohetes estremecen a la población y a las aves del sector. Los estudiantes organizan un escándalo que despierta la pequeña ciudad y anuncian la buena nueva. Es el desahogo estudiantil ante el golpe de estado militar. La algarabía de los jóvenes se acrecienta bajo el entusiasmo de un canto que llegó para quedarse e infortunadamente, un siglo después, sigue teniendo vigencia política y social.
Significado de La Chalana:
La palabra Chalán viene del fránces chaland, que trata en compras y ventas especialmente de caballos u otras bestias. (Diccionario de la Real Academia Española) El chalán o chalana, tiene maña para vender, la idea es enredar al cliente y venderle el semoviente. Por lo general el que vende es el hombre, aunque puede haber mujeres. Chalana también corresponde a una pequeña embarcación. Miguel Ángel Asturias en su novela Viernes de Dolores, indica que le llamaron chalana porque aduce a alguien que habla demasiado, especialmente en transacciones en las ferias. En todo caso, el chalán tiene palabras para persuadir a su víctima y con maña le vende la bestia. El nombre chalana se lo dio Epaminondas Quintana, quien a su vez fue a quien se le ocurrió crear este canto.
Primera Chalana impresa en el No Nos Tienes de 1922
Colofón:
La Chalana nace en una época turbulenta. El golpe de Estado dado a Carlos Herrera, botó el anhelo de democracia. La llegada del general José María Orellana significó un castigo para los estudiantes sancarlistas y para el mismo país, debido a que, en 1926, apoyado por los diputados liberales, cerraron la universidad por más de tres años y medio. Únicamente la carrera de Farmacia fue reabierta por necesidad pública. En pocas palabras, su gobierno atacó a los universitarios por su constante activismo. El mismo estudiante Clemente Marroquín Rojas, quien fuera un connotado periodista en Guatemala, tuvo que irse a graduar a Tegucigalpa, debido al cierre de la universidad. (Mynor Carrera Mejía, El Ideario Polémico de Clemente Marroquín Rojas, 1998) La Chalana llegó para quedarse, su letra sigue estando vigente en la realidad nacional, escucharla invita a pensar en Guatemala y a desear cambiarla. En un siglo, en esencia, la situación se mantiene, excepto por tanta gente que sale del país para tratar de sobrevivir en el norte.
[1] Historiador. Profesor e investigador de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
[2] Para redactar este artículo se consultaron varias fuentes. Una de las más completas fue una entrevista que realizaron dos periodistas del Diario La Hora el 3 de abril de 1971, escrito por D. Ponce y A. Juárez, con el título de Historia de la Chalana.
[3] Adrián Recinos fue un intelectual muy reconocido. En el caso de los sancarlistas de la época, lo odiaban. Esto porque fue uno de los diputados liberales que acordaron cerrar la universidad durante el gobierno de José María Orellana.