Suplemento Cultural
Foto La Hora
Vinicio Barrientos Carles

Cuando se habla sobre el aprendizaje y las ciencias, la gente no piensa en las mujeres.

Wang Zhenyi

Cada 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer.   En nuestro caso, acá en Guatemala, el día también conmemora un evento funesto y lamentable, pues ese día, hace ya casi siete años, en 2017, murieron 41 adolescentes, calcinadas, en un evento denominado «La Tragedia del Hogar Seguro Virgen de la Asunción».   Paradójicamente, en forma casi sarcástica, el nombre del albergue, «Hogar Seguro», se transforma prontamente en una burla para la ciudadanía guatemalteca responsable, dado que dicho hogar estatal existe bajo el supuesto de un debido y adecuado cuidado para las menores que ahí son atendidas para brindarles mejores opciones dadas las condiciones de vulnerabilidad y riesgo bajo las que llegan y son ingresadas.

Aunque la justicia no ha llegado para las 56 niñas víctimas de un incendio que nunca debió suceder, el asunto es más profundo de lo que una mera contingencia histórica pudiera establecer.   De hecho, un evento similar, otro lamentable incendio, sucedido en una fábrica en Nueva York, en 1911, dio especial realce y fuerza a los movimientos de la defensa de los derechos humanos de las mujeres, los cuales, hoy por hoy han adquirido una validez y relevancia innegable, a pesar de los rezagos que tenemos en nuestro país.   Sobre la brecha de estos derechos femeninos con relación al mundo patriarcal, cimentado desde la Antigüedad, en Wikipedia se lee al respecto:

La historia de la mujer en la antigüedad no ha recibido suficiente atención mediática ni académica, no obstante, destacan algunas figuras, unas literarias y otras reales.  Así, en la comedia Lisístrata, de Aristófanes (siglo V a. C.), de la antigua Grecia, se encuentra un referente literario de la lucha de la mujer. La protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para forzar a que pongan fin a la guerra.

Por otro lado, en el plano de los hechos históricas, tenemos la figura de la matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría (370-415), quien fuera​ asesinada de modo brutal.   Hipatia se reivindica como paradigma de la mujer científica y libre, icono de la libertad de pensamiento y la autonomía personal de la mujer.​

Suplemento Cultural
Foto La Hora

En esta cita destaca la mención de una atención mediática deficiente, o si se desea, mejor expresado, en un trabajo de difusión malversamente orientado, es decir, uno que minimiza e invisibiliza el aporte de las mujeres en la sociedad.   El segundo párrafo de la cita nos trae al tópico que estamos trayendo a colación, precisamente para contrarrestar ese sesgo cognitivo que aún contemporáneamente tenemos respecto a la participación e importancia de la mujer en la ciencia.   En esta oportunidad abrimos el hilo con esta primera parte que incluirá una secuencia de imágenes y algunos primeros comentarios.   En la continuación incluiremos más textos y evidencias de la disminución de la brecha a la que hacemos referencia.

Justamente, cuando empezamos este tipo de difusión, alrededor de 2018, el tema propuesto por la Organización de Naciones Unidas ––ONU– fue «Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio», una temática que en este contexto resulta siempre vigente y actual.   Un paquete de tópicos de esta naturaleza propende directa e indirectamente a la promoción de las diferentes formas innovadoras en las que podemos abogar socialmente por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en los distintos sectores de influencia, en especial en las esferas relativas a los sistemas de protección social, el acceso a los servicios públicos y la infraestructura sostenible.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

En nuestro país, esto llama a la importantísima dimensión de la participación equitativa en el acceso al conocimiento y, de manera especial, en la oportunidad para su involucramiento para el desarrollo de la ciencia y la tecnología.   En este período gubernamental en el que se están abriendo posibilidades para el desarrollo y se han levantado nuevas esperanzas, resulta relevante regresar a este tipo de iniciativa, que ya hace un par de lustros asumían un singular auge en países mejor desarrollados.   Por nuestras latitudes y en toda América Latina no podemos quedarnos rezagados, siendo gran parte del proceso de nuestra responsabilidad, como ciudadanía responsable y efectiva.

Como hemos mencionado, también estamos en la víspera de la memoria de la tragedia del Hogar Seguro, en la clara y manifiesta expectativa de que tales desgracias no queden impunes y que nuestro Estado de derecho prevalezca en favor de las mujeres y niñas chapinas que tanto lo requieren, por las desigualdades de género existentes en nuestra sociedad. Ojalá que en nuestro país las niñas fallecidas no pasen a la historia como víctimas de una injusticia estructural y sistemática contra la mujer, y no caigan en el olvido en nuestra consciencia colectiva, como algunos quizá pretenden con su silencio y su apatía.

En este sentido, la cita del inicio es una de las tantas frases célebres de una admirable mujer que realizó cambios grandes en donde muchos quizá los hubieran considerado imposibles. Se trata de Wang Zhenyi, astrónoma y matemática china que vivió en la dinastía Qing. Aunque falleció a la temprana edad de 29 años, la notable influencia que ejerció Wang en la china feudal de fines del siglo XVIII es sobresaliente y proverbial.

Nuestra mención es para colocarla en el pedestal del ejemplo, invitando a la lectora y lector que nos siguen a la lectura sobre su vida, por desconocida, y para la difusión a través de nuestros comentarios con el círculo social inmediato, propendiendo a la reflexión sobre los estereotipados prejuicios machistas, penosamente imperantes en nuestro imaginario social.   Wang Zhenyi siempre consideró y defendió que las mujeres podían realizar las actividades que se reservaban para los hombres, y que la discriminación circundante no era una sino una condenable injusticia fundamental que se debía abolir a cualquier costo.   Este radical feminismo es múltiplemente admirable, dada la época y la región en donde Wang realizó sus luchas emancipadoras.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Y es que ignoramos tanto sobre las grandes mujeres de la historia porque, sin darnos cuenta de ello, sistemáticamente nuestra humanidad en evolución ha invisibilizado el cúmulo de aportes que el mundo femenino ha realizado, y la lucha gira cabalmente en minimizar y anular esta brecha de desigualdades que actualmente existe, en diferentes grados, en todo el orbe.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Otro ejemplo remarcado de este ineludible hecho nos lo muestra el mismo Google, el 7 de marzo del año pasado, cuando nos mostró en portada a otra gran mujer, Olga Ladýzhenskaya, matemática rusa, en el día del 103° aniversario de su nacimiento, por lo que dejamos al lector en la inquietud de enterarse de esta otra notable luchadora.   Para enterarse de una breve reseña de su papel e impacto, léase «la mujer que se sobrepuso a los abusos del poder y se convirtió en una mente brillante del siglo XX».

Empero, una de las científicas más destacadas es la célebre, doblemente ganadora del Premio Nobel, madame Marie Curie, pues se hizo acreedora del Nobel una primera vez en Física, en 1903, y otra, posteriormente, en Química, en 1911. Curie destacó también, en su momento, al respecto de la importancia de su lucha contra los estereotipos y la desigualdad de género.   Siendo una voz tan respetable en el mundo de la ciencia, su activismo no dejó de tener impactos e influencias ciertamente considerables.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Precisamente y a propósito de la distinguida carrera de Marie Curie, justo antes de la pandemia hemos celebrado la entrega del Premio Nobel de Física a la doctora canadiense Donna Strickland, apenas la tercera mujer en recibir este galardón.   Este homenaje puedes encontrarlo en el artículo titulado «Siguiendo a madame Curie».

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Uno de los primeros propósitos para el rompimiento de la desigualdad de género en la ciencia es la difusión de las contribuciones de las mujeres, en las distintas disciplinas científicas, pues la negativa sistemática para compartir las evidencias de los aportes a la equidad transforma el proceso del prejuicio en un círculo vicioso que atraviesa de manera nefasta generación tras generación.

A este respecto, una de mis hijas me compartió algunas publicaciones para el 11 de febrero próximo, día que ha sido escogido por la Unesco como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, lo que en parte nos ha motivado a escribir al respecto, dada la primera luz que verá esta publicación,  este domingo 11 de febrero, acá en estos Suplementos Culturales LaHora.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Lo que me ha impactado con relación a la noticia es que, al comentarlo con los compañeros de trabajo, ninguno tenía conocimiento de la festividad, llegando al extremo de que una de las miembros del Comité Pro Mujer de la institución manifestó que, después de todo, las mujeres no se dedicaban a la ciencia.

En esta ocasión y otras ocasiones me han venido a la mente las palabras de Wang, que hemos utilizado como epígrafe, pues, a pesar de contar con más de doscientos años de antigüedad, siguen con la fuerza y la vigencia de aquellos tiempos: «las mujeres no solo deberían cocinar y coser, y no se las debería de molestar por escribir artículos para publicarlos, estudiar historia, componer poemas o hacer caligrafía».   Vale la pena reflexionar y meditar ampliamente sobre la discriminación que aún en nuestros días se sigue manteniendo.

Así, a pesar de que ha sido asignado un día que se dedica a la mujer, el 11F fue escogido por la necesidad específica que se ha detectado para la promoción de la conciencia de la igualdad en este aspecto científico, y más aún en las ciencias duras, como la física y la matemática.

En la página web oficial de la Unesco puede leerse: «La ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible. Aun así, las mujeres siguen encontrando obstáculos en el campo de la ciencia: menos del 30 % de investigadores científicos en el mundo son mujeres». Por ello, se observan y se aplauden a lo ancho del mundo algunas páginas web que responden a una serie de iniciativas que trabajan en el día a día por romper la brecha existente en este aspecto de la falta de equidad.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Aunque bastante desconocido este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, me pareció oportuno realizar esta difusión y ampliar la, quizá más conocida, conmemoración del Día Internacional de la Mujer, enfatizando en la equidad y en nuestros aportes para el fortalecimiento de los roles igualitarios de las mujeres y las niñas de nuestro país, siendo un primer paso el justo y pertinente conocimiento sobre las vidas de estas mujeres excepcionales que han marcado un cambio trascendental para la humanidad.  De esto y más estaremos abordando en la continuación de esta apertura del tema.

Recapitulando, en lo precedente hemos presentado una celebración y homenaje bastante desconocido en nuestro medio, justamente a propósito del Día Internacional de la Mujer, correspondiente al 8 de marzo de cada año.  Se trata del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, iniciativa que la Unesco está impulsando de manera especial desde algunos años atrás, en el contexto del desarrollo sostenible.

Propendiendo a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, este día es un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología y que su participación debe fortalecerse enfáticamente. La conmemoración de este día está dirigida por la Unesco y ONU Mujeres, en colaboración con instituciones y socios de la sociedad civil que promueven el acceso y la participación de mujeres y niñas en la ciencia.

De esta guisa que pudimos identificar la página web en donde se desarrollan las temáticas en torno al 11F. Por otro lado, de manera complementaria, se identifican varios sitios de internet dedicados a la defensa de la mujer en la ciencia, con el énfasis centrado en las políticas de difusión. Así, se encuentra Mujeres con ciencia, en donde, de manera personal, he podido constatar el arduo trabajo de la colega Marta Macho Stadler, distinguida topóloga del País Vasco, a quien enviamos un cordial saludo, así como a otras científicas de gran renombre en el medio académico.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Lastimosamente, porque hay que decirlo, las cifras indican que la mujer está siendo excluida de la revolución científica tecnológica que se presenta en el siglo XXI, y el reto consiste en realizar los cambios necesario para revertir estas tendencias.   Distintas iniciativas de nivel internacional se encuentran enfocadas en contrarrestar estas lamentables diferencias, en pro de la disminución de las brechas existentes.   Véase, por ejemplo, la imagen siguiente, con cifras de la matrícula en carreras científico tecnológicas.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

En nuestro país, la matrícula femenina en la institución universitaria ha ido aumentando, pero, lastimosamente, no en el ámbito específico de la ciencia, en donde una minoría permanece segregada y discriminada para las escasas oportunidades existentes en nuestro medio. En este sentido, suelo compartir mis observaciones sobre estudiantes distinguidas y sobresalientes que en su momento tuve el privilegio de atender como su docente.   Por diversidad de razones que ahora no podríamos sacar a relucir, estas notables estudiantes abandonan, o se cambian, de las carreras de naturaleza científica.

En efecto, desafortunadamente pude constatar que muchas de ellas, brillantes y talentosas al inicio de sus carreras, frenaban el paso académico debido a que usualmente los varones se distanciaban de ellas, por el simple hecho de encontrarse ante mujeres mucho más inteligentes y competentes en la futura profesión, prevaleciendo en las jóvenes el interés por tener una pareja que las aceptara, para cimentar un futuro hogar, puesto que sus mismas familias ejercían una fuerte presión en este sentido. Triste y lamentable, pero veraz.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

En este sentido, estudios serios indican que una de las razones más frecuentes para que las mujeres con talento no se dediquen a la ciencia y la matemática es el profundo temor al rechazo, y al estereotipo que estas disciplinas y profesiones son únicamente para los varones.  Nada más apartado de la verdad.   En definitiva, es una materia pendiente por abordar, en la que deberemos trabajar armoniosamente todas y todos.

Sin embargo, la brecha de género en la ciencia se está rompiendo, poco a poco, pero con pasos firmes y sin dar marcha atrás. Se ha comentado que aún en los círculos más prestigiosos de la ciencia existen tremendos prejuicios para la concesión de premios. No obstante, el rompimiento de estos lastres del pasado se está haciendo visible, y es nuestro deber aportar nuestro granito de arena, compartiendo a las mujeres que lideran esta lucha. La entrega del Premio Nobel de Física a Donna Strickland confirma este hecho.   En otras palabras, vemos esperanza en una luz al final del túnel, uno que ha sido largo y tormentoso.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Por ello, también hemos honrado y compartido los logros de una matemática excepcional, iraní, Maryam Mirzkhani, primera mujer en ganar la Medalla Fields, el más grande reconocimiento en esta disciplina formal. Invitamos al distinguido lector a enterarse y difundir algunos aspectos de su vida.   Penosamente, Maryam falleció prontamente después de haber ganado la Medalla Fields, debido a complicaciones de un cáncer de mama.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Durante los días en que festejamos a la mujer, que conmemoramos su emancipación y justo reposicionamiento, se observan varias publicaciones que hacen referencia a la mujer de ciencia. Por ejemplo, para muchos es desconocido que varios teoremas fundamentales son epónimos de sus autoras femeninas, y que detrás de estas notables mujeres hay fascinantes historias que todos deberíamos conocer. Vale sobradamente el tiempo para esforzarnos y enterarnos de estos relatos de vida, y por ello compartimos al lector este enlace para un poco de diversión y documentación al respecto.

En efecto, más en general, la historia de la humanidad está plagada de ejemplos de la grandeza y la equidad de género en las distintas dimensiones de nuestra existencia. En suma, podemos percatarnos que son nuestras actitudes y nuestra visión las que deben cambiar en su raíz.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

El primer cambio debe darse en los padres y madres de nuestras hijas.  Con relación a la mención que hemos hecho al inicio del artículo, se cuenta que el padre de Hipatia de Alejandría, Teon, fue, aparte de matemático y astrónomo, el primer maestro de su hija, en quien pudo reconocer desde su temprana edad el talento propio de quienes dejan huella en el mundo, y aprendió a vencer los estúpidos prejuicios de género que durante siglos han prevalecido en distintas civilizaciones, no tan comprensivas de nuestra verdadera naturaleza humana, que nunca ha distinguido de acuerdo a criterios preestablecidos.

En este punto, me permito recomendar la producción cinematográfica Agora, película española dirigida por Alejandro Amenábar, estrenada en 2009, protagonizada por la actriz británica Rachel Hannah Weisz, puesto que el filme resume e ilustra mucho de la vida y del entorno de esta notable mujer.   Sobre la producción se lee:

…desarrollada en la ciudad de Alejandría, Egipto, a partir del año 391 d. C.  La protagonista (interpretada por Rachel Weisz) es la matemática, filósofa y astrónoma Hipatia de Alejandría, que fue asesinada, descuartizada e incinerada por los seguidores del obispo y santo cristiano copto Cirilo de Alejandría en el año 415 d. C.

En este especial dedicado a las mujeres y a las niñas, quiero hacer un llamado a todas las madres guatemaltecas, para que tomen consciencia de lo importantísimo que es su rol desde los primeros años y que siembren en sus hijas la semilla de la equidad de género, no inculcando más esos estereotipos discriminantes que nuestros padres y ancestros tendían a transmitir. El amor por nuestras niñas debe manifestarse en el respeto de sus talentos y nunca imponer límites que nuestra sociedad esparce, puesto que somos nosotros, y únicamente nosotros, los que podemos cambiar el futuro de las niñas chapinas, tan hermosas como talentosas, y maravillosas como las distintas ciencias lo son.

Suplemento Cultural
Foto La Hora

Nos quedamos en este punto, para continuar en la segunda parte del artículo, incluyendo más detalles y conceptos en torno de esta temática, que bien puede ser ampliada a otros espacios, distintos al de la ciencia, pero bajo el mismo lineamiento, en la búsqueda de la paridad y la defensa de la equidad, no únicamente en la dimensión del género, sino en otros aspectos de la vida y la complejidad humana.

Fuente de imágenes    ::

[ 1 + 8 + 10  + 15 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    11 de febrero.

 

[ 2 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    ONU Mujeres.

[ 3 + 9  ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    Mujeres con ciencia.

[ 4 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    Portada Google del 7 de marzo.

[ 5 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    Mans Unides.

[ 6 + 14  ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    BBC.

[ 7 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    Unesco.

[ 11 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    Facebook.

[ 12 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    El Mundo.

[ 13 ] Imagen editada por Vinicio Barrientos Carles    ::    11 de febrero + El Confidencial.

Artículo anteriorNo se le puede discutir al alma, porque lo que siente es cierto
Artículo siguienteEl año en que nació el demonio