Elder Exvedi Morales Mérida
Elder Exvedi Morales Mérida nació en Santa Ana Huista, Huehuetenango, el 4 de noviembre de 1976. Es Maestro de Música por la Escuela Nacional de Música de la ciudad de Guatemala; Maestro de Teatro por la Universidad Popular de Guatemala; Periodista por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Escritor, miembro de la Comunidad de Escritores de Guatemala. Miembro de la Red Nacional de Gestores Culturales. Director y fundador del grupo teatral “En Escena”. Realizó otros estudios como folklore, dramaturgia, composición musical. Ha actuado en varios filmes nacionales, entre ellos, El Brindis del Bohemio, con TV USAC. Autor de varios libros de poesía, narrativa, teatro y ensayo. |
Rafaelito
llegó a San Juan Comalapa
con su guitarra
bajo el brazo.
Desde ese día
llevaba en el alma
incontables pentagramas,
inspiraciones y pentagramas
acurrucadas en el norte
de su corazón;
ya las gloriosas notas
con las que se inmortalizó
florecían
en su sonrisa.
El pueblo embelesado
lo vio llegar
con una guitarra
bajo el brazo
y la mañana
más radiante
en su sonrisa.
***
Ixsu’m es poeta,
desde que nació
leyó
sus primeros versos
en los fértiles surcos
en su tierra natal
donde dejó enterrado
su mush;
y sus primeros versos
vegetales y luminosos
los plasmó
en su sagrado güipil.
Desde niña
también leía
los versos
del Supremo Creador
en las páginas blancas
y azules
del cielo.
Ixsu’m nació,
con la aurora
más esplendente
en el corazón.
***
Y nació Andrés Curruchiche,
el poeta
de los mágicos colores,
y el pueblo supo
que la poesía
de sus paisajes
sería eternizada
y admirada
aquí,
y en todas partes.
El Supremo Creador
embarraba sus pinceles
de paisajes, parajes,
silencios, murmullos,
susurros, rumores,
sonrisas, lágrimas
y de gorjeos,
y el poeta,
de los mágicos colores,
perduraba la belleza.
***
En la voz
de Sara Curruchich
anidó la voz
del pueblo valeroso,
rebelde y sufrido;
y la riqueza colosal
del Popol Wuj;
en su voz anidaron
los gorjeos milenarios,
la melancolía
de la chirimía
y los cantos
de la marimba de tecomates.
La guitarra
de Sara Curruchich
es un frondoso
y sonoro árbol
donde se anidaron
para siempre
los pájaros libres,
los días gloriosos
y grises
del pueblo maya.
Sara Curruchich,
árbol sagrado
de pájaros milenarios
y voz del pueblo
valeroso, indómito y eterno.
***
En cada esquina
de Chimaltenango
hay música alegre de marimba
y melancolía de chirimía,
y guatales
con susurros
de poesía vegetal,
y arboledas
invitando a las nubes
a que se hamaqueen
en sus tupidas ramas.
***
Yo nací
en esta tierra esplendorosa
-muralla de escudos-
cuna de la ilustre educadora,
Natalia Górriz de Morales.
Y un día,
tuve que partir,
lejos, muy lejos.
Ahora,
desde esta lejanía
me armo de versos
y me aferro a la ilusión.
Un día volveré,
añorado terruño mío.