Este 10 de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón para concientizar a las personas sobre la importancia del cuidado de la salud renal y así reducir el número de casos de este tipo de padecimientos.

Esta es una iniciativa conjunta entre la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF), el lema que se eligió para este año es “Salud Renal para Todos”, con el que se busca promover el conocimiento para una mejor atención de los pacientes, enfocando la comunicación en la educación y conciencia sobre la relevancia de abordar esta problemática.

Según datos del MSPAS en 2019 en Guatemala, se reportó un total de 9,245 casos de pacientes con insuficiencia renal, por su parte UNAERC indica que en 2021 reportaron un total de 6,045 casos.

Es de suma importancia resaltar que el conocimiento de esta enfermedad es necesario, incluyendo aspectos como sus causas, síntomas, tratamientos, entre otros, que serán de gran ayuda para preservar nuestro bienestar..

Es por ello que te presentamos una guía básica con datos que debes conocer sobre la insuficiencia renal.

¿QUÉ ES LA INSUFICIENCIA RENAL?

Se considera que una persona padece de insuficiencia renal cuando la función de sus riñones disminuye a menos del 15% de lo normal o estos dejan de trabajar en su totalidad; cuando esto sucede el cuerpo sufre algunas incapacidades que no le permiten realizar funciones como:

  •  Filtrar toxinas en la sangre
  •  Eliminar el exceso de líquidos del cuerpo
  •  Regular la presión arterial
  •  Producir glóbulos rojos
  •  Asimilar el calcio y la vitamina D

 

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?

Algunas de las causas más frecuentes de la insuficiencia renal se derivan de enfermedades como:

  • Hipertensión arterial
  • Diabetes
  • Infecciones
  •  Reacciones alérgicas
  • Deshidratación extrema

 

¿CUÁLES SON LOS SINTOMAS DE ESTA ENFERMEDAD?

Conforme la enfermedad avanza las personas con insuficiencia renal pueden experimentar síntomas como:

  •  Pérdida de apetito
  •  Aumento de peso
  •  Cansancio
  •  Hinchazón en áreas del cuerpo como tobillos, muñecas y párpados.
  •  Náuseas y dolor de cabeza
  •  Prurito (picor) en la piel
  •  Sabor a metal en el sentido del gusto
  •  Presión alta
  •  Anemia
  •  Calambres al dormir
  •  Falta de concentración y memoria
  •  Disminución en la cantidad de orina

 

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA INSUFICIENCIA RENAL?

Si se tiene algunos de los síntomas anteriores es vital acudir a un Nefrólogo, el especialista hará los exámenes necesarios en los que se medirán los niveles de creatinina y de urea o BUN en la sangre, las cuales son las principales toxinas que eliminan los riñones, también analizará la orina para conocer a detalle la cantidad y calidad de esta.

Con los resultados obtenidos, el experto podrá determinar el porcentaje global del funcionamiento de los riñones y conocer el grado de insuficiencia renal del paciente.

¿CUÁLES SON LOS TRATAMIENTOS PARA ESTE PADECIMEINTO?

Una vez se haya diagnosticado la enfermedad, existen tres tratamientos que ayudarán al cuerpo a realizar las funciones que los riñones ya no cumplen y estos son:

DIÁLISIS PERITONEAL:

Para iniciar este tratamiento el paciente necesitará ser intervenido a través de una cirugía menor en la zona abdominal en la cual se le colocará una sonda (catéter), esta requerirá de un periodo de cicatrización previo a empezar con este.

El catéter será utilizado para introducir en la cavidad peritoneal un líquido especial llamado dializado, este permanece por varias horas en el cuerpo y se encarga de recolectar las sustancias tóxicas y drenarlas por medio de la sonda, expulsando los desechos químicos y el exceso de líquidos.

Este tratamiento se puede realizar en casa con tres o cuatro recambios por día.

HEMODIÁLISIS:

Previo a iniciar con el tratamiento el paciente requiere de una operación para crear una fístula (unión de una vena con una arteria) o bien instalar un catéter, a través de este se tendrá acceso vascular mediante el cual se extraerán varios mililitros de sangre los cuales pasan por un proceso de filtración realizado por una máquina llamada dializador.

Una vez eliminadas las toxinas acumuladas y el exceso de líquidos, la sangre limpia es transferida nuevamente al organismo.

Este procedimiento se debe realizar 3 veces por semana en un hospital o centro de hemodiálisis, y dura de 3 a 4 horas por sesión.

TRASPLANTE RENAL:

Consiste en la implantación de un riñón sano a través de una operación realizada por un cirujano especializado para que éste cumpla con las funciones que los riñones dañados ya no pueden llevar a cabo.

Para optar a esta opción, tanto paciente como donador, deberán realizar un protocolo pretrasplante mediante el cual serán sometidos a distintos exámenes clínicos, de laboratorio y rayos X, además de una prueba de compatibilidad para determinar si el paciente puede recibir el riñón sano.

Una vez realizado el trasplante, el paciente no necesitará más de procesos a base de máquinas para limpiar la sangre y drenar el exceso de líquidos, sin embargo, será necesario tomar algunos medicamentos de inmunosupresión, practicarse exámenes de sangre y controles médicos con regularidad para mantener un régimen de limpieza e higiene y así prevenir infecciones.

En Guatemala, los costos de estos tratamientos son cubiertos por instituciones como el IGSS y UNAERC.

Es importante mencionar que si se diagnostica con insuficiencia renal se debe consultar con el Nefrólogo, para determinar cuál de estos 3 tratamientos se adecúa más al paciente, tomando en cuenta aspectos como el grado de la enfermedad, las actividades que este realice, edad, entre otros.

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