Por: Jessica Pérez Galindo
Mperez@lahora.gt
El Banco de Guatemala (Banguat) dio a conocer que la economía guatemalteca reflejó un crecimiento de 4.1%, levemente mayor al pronóstico de 4.0%. Este crecimiento es menor tras el realce del 2021 en donde esta cifra alcanzó el 8.0%.
Según datos obtenidos del Banguat, esta cifra se alcanzó principalmente por el consumo de los hogares que representan aproximadamente el 90% del Producto Interno Bruto (PIB).
RODRÍGUEZ: ES EL CRECIMIENTO QUE HA TENIDO EL PAÍS EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Según Ricardo Rodríguez, economista de CABI Economics, “para un país como Guatemala, cualquier problema económico ha sido compensado por el fuerte flujo de remesas que recibimos, estos aumentan la capacidad adquisitiva de las familias”.
“Descarto casi que por completo, un escenario en donde tengamos recesión pese a que ya se hable para Estados Unidos, para Guatemala no lo veo. Veo un crecimiento positivo, en un promedio de 3% o 3.5% pese a que sea menor al del año pasado. Es el promedio de crecimiento que ha tenido el país en los últimos años”, continuó el economista.
Esta cifra a pesar de ser positiva evidencia una desaceleración a 2021, esto en línea con lo que se esperaba. Al final la inflación, con los precios más altos retrae el poder adquisitivo de los guatemaltecos, explicó.
El Banco Mundial menciona que Guatemala es un país de ingreso medio-alto, y la economía más grande de América Central, esto por población y actividad económica.
Su población ya rebasó los 17 millones de habitantes. Y un promedio en cuanto al crecimiento económico de casi 10 años. “El país ha experimentado un ritmo estable de crecimiento de 3.5% en promedio durante 2010-2019″, se lee en su sitio Web.
¿QUÉ SE ESTIMA PARA EL AÑO 2023?
“Veo un crecimiento robusto para este año, pero sin duda menor que el del año pasado y continuando con esa desaceleración que se marcó desde 2022”, recalcó el economista de CABI, Ricardo Rodríguez.
Guatemala crece a una tasa bastante estable a largo plazo cerca del 3.5%, y los cambios que ocurren año con año son variaciones muy cercanas.
MAUL: ECONOMÍAS DESARROLLADAS SIGUEN DEMOSTRANDO UNA IMPORTANTE RESILIENCIA
Desde la opinión de Hugo Maul, investigador asociado del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) Guatemala no se encuentra en un panorama económico particularmente bien o mal.
El investigador hace énfasis en, “las presiones inflacionarias que existieron en los últimos doce y dieciocho meses están desapareciendo, es claro que los países en desarrollo intentan enfriar sus economías, reducir los niveles de gasto, inversión y consumo. Esto eventualmente afectaría al país en términos de exportación y remesas”.
Así mismo explica que a pesar de los aumentos de las tasas de intereses que han tenido las economías desarrolladas siguen mostrando una importante resiliencia y siguen manteniendo los niveles de empleo y creciendo.
“Aunque hay riesgos de una probable contracción económica, por lo pronto no se manifiesta y por lo que parece tampoco se va a manifestar con una severidad, a tal punto que uno pudiera pensar que este año el país puede estar sujeto a un gran choque negativo en cuanto a las condiciones internacionales”, concluyó Maul.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por medio de una misión en Guatemala encabezada por la Sra. María A. Oliva, concluyó que, “se debe seguir construyendo sobre los avances logrados en términos de política económica. En 2022 la economía guatemalteca continuó mostrando resiliencia, con un crecimiento que superó su potencial. La estabilidad macroeconómica y financiera se mantuvo a pesar de un contexto mundial desfavorable”.
DESAFÍOS PARA EL DESARROLLO DE GUATEMALA
Según el Banco Mundial, pese al crecimiento estandarizado que ha mantenido Guatemala, el país aún enfrenta desafíos en cuanto al desarrollo, “las tasas de pobreza y desigualdad de Guatemala se encuentran entre las más altas de la región de América Latina y el Caribe, debido a la existencia de una numerosa población desatendida, en su mayoría rural e indígena y empleada en el sector informal”.
A través de su sitio web la entidad internacional menciona que la falta de educación y de oportunidades laborales son algunos de los factores que contribuyen a la pobreza.
“La crisis del COVID-19 elevó la incidencia de la pobreza al 59% en 2020. Se espera que la pobreza disminuya al 55.2% en 2023 y al 54.2% por ciento en 2024, mientras que la desigualdad se mantendrá alta”, subrayó el Banco Mundial.
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