En 2022, Elon Musk destacó entre los “trending topic” de la red social de la cual ahora es dueño, pero esto no fue lo único que encabezó, pues su nombre destaca como el magnate de la tecnología que más dinero perdió en el año.
Efecto Musk: comprar Twitter y vender acciones de Tesla a las puertas de una recesión
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“La adquisición más sobrevalorada de la historia” y la caída en picada de las acciones de Tesla forman un camino deslucido para el empresario, a las puertas de una posible recesión económica en 2023.
En medio de la adquisición de Twitter, la compañía fabricante de vehículos eléctricos perdió cerca de dos tercios de su valor en el mercado. Al 9 de enero, las acciones de Tesla cayeron un 65.95% en un año, costándole su posición entre las diez empresas mejor valoradas del índice S&P 500 e incluso superando la caída de Meta (Facebook), otra compañía tecnológica que tuvo un agitado año en la bolsa.
La valoración de Tesla empezó a mermar por la preocupación de que la alta inflación y el aumento de las tasas de interés repriman el entusiasmo de los consumidores por comprar vehículos eléctricos. Un reflejo de esto fue el anuncio de la compañía sobre suspender temporalmente la producción en su fábrica de China, avivando así los temores de una contracción en la demanda.
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MUSK CRÍTICA AL AUMENTO DE LAS TASAS
Bajo ese panorama, Musk ha criticado a la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, en inglés) por subir la tasa de interés de referencia para frenar el acelerado aumento de precios. El empresario señala que la decisión del banco central ha contribuido a la subida del dólar y la caída de las ventas de Tesla.
«La Reserva Federal está subiendo los tipos más de lo que debería. Pero creo que al final se darán cuenta y los volverán a bajar», comentó el empresario durante la reciente presentación de resultados del tercer trimestre de Tesla.
Para Musk, un dólar históricamente fuerte fue el causante de su pérdida de ventas trimestrales, y agregó que los movimientos de la moneda le costaron US$250 millones en ingresos operativos.
«La Fed no está escuchando, porque está mirando por el espejo retrovisor en lugar de mirar por el parabrisas delantero», enfatizó Musk, quien a su vez considera que el precio de las materias primas ha retrocedido desde sus máximos de 2022, y que está viendo más deflación que inflación.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la deflación es el fenómeno contrario a la inflación, que consiste en la caída generalizada y prolongada (como mínimo dos semestres) del nivel de los precios de bienes y servicios.
De acuerdo con Business Insider, las subidas de la FED han impulsado al dólar hasta su máximo en 20 años frente a otras divisas. Esto diluyó el valor de las ventas de Tesla en el extranjero y contribuyó a que no alcanzara las expectativas de Wall Street.
«La demanda es un poco más dura de lo que sería», lamentó Musk en la presentación.
Twitter despide a «cerca del 50%» de sus empleados en el mundo
De darse un efecto contrario, y la FED comience a recortar los intereses, se debilitaría el dólar y, por consiguiente, reduciría los costes de los préstamos, beneficiando al fabricante automotriz.
Con acciones mejor valoradas, el empresario podría mantener a flote Twitter y amortizar el financiamiento que requirió para convertir a la red social en una empresa privada.
“LA ADQUISICIÓN MÁS SOBREVALORADA DE LA HISTORIA”
“La adquisición más sobrevalorada de la historia empresarial” así define la compra de Twitter el reconocido columnista financiero Matthew Lynn, para elEconomista.
Antes de abordar los argumentos de Lynn sobre porque Musk habría firmado “el acuerdo financiero más catastrófico de todos los tiempos”, es vital comprender el ir y venir de esta polémica transacción, en esta crónica:
“UN AGUJERO NEGRO FINANCIERO”
A criterio de Lynn, “en medio del carnaval en que se ha convertido la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk (…) puede que también sea el acuerdo financieramente más catastrófico de todos los tiempos”.
Según el analista, las finanzas del millonario “parecen precarias”, pues Twitter tiene miles de empleados con sueldos extravagantes, un modelo de negocio que se tambalea “incluso en los buenos tiempos”, y se enfrenta a una feroz guerra de precios en el mercado publicitario de Internet.
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Lo anterior, sin contar “las enormes deudas” que Musk debe asumir para financiar la adquisición, estamos hablando de unos US$12,500 millones, además de otros préstamos que tiene en fila.
Asimismo, a mediados de diciembre, el empresario vendió casi 22 millones de acciones de Tesla por más de US$3,500 millones, siendo la segunda vez se deshace de acciones de su compañía desde que compró Twitter. En noviembre, se reveló que el fundador de SpaceX había vendido 19.5 millones de acciones de Tesla por US$3,950 millones de dólares.
¿COMPRA ESTRATÉGICA O PASIONAL?
De acuerdo con Iván Higueros, director de Estrategia e Inversión de Zona Trading, empresa de formación para invertir en el mercado bursátil, entre analistas se discute si la adquisición de Twitter fue una compra estratégica o “pasional”, debido al fanatismo y visión que el magnate ha expresado sobre la red social en el pasado.
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Para el ejecutivo, realmente se trata de que el año donde se realizó la compra “no era el ideal” considerando el contexto de elevada inflación y la subida de las tasas de interés, pues ambos factores causan un mayor costo de capital para las empresas y esto repercute en el mercado de acciones.
Además, según el profesional, que Musk anunciara con frecuencia el tema de la compra fue contraproducente, ya que al final el acuerdo se estableció a un “precio bastante elevado de lo que realmente descubrió que valía la compañía”.
“MUSK PAGÓ DEMASIADO POR SU ÚLTIMO JUGUETE”
“Ya está claro que Musk pagó demasiado por su último juguete. Cuando lanzó la oferta, las acciones de Internet seguían cotizando a precios extravagantes. Desde entonces, las acciones de rivales como Meta se han desplomado espectacularmente”, detalló Lynn en su columna.
Por dicha razón, el analista considera que, si Twitter se hubiera limitado a seguir a sus pares, valdría quizás unos US$15,000 millones, “e incluso eso es una estimación generosa”.
Es decir que, para el académico, Musk pagó unos US$30,000 millones más de lo que realmente vale la red social en estos tiempos, cuando las acciones de las compañías tecnológicas están en números rojos ante los riesgos de una recesión económica.
TESLA ESTABA “SOBREVALORADA”
De acuerdo con Higueros, tanto el contexto de altas tasas de interés, así como la política “cero COVID” de China y el hecho de que Musk vendiera parte de sus acciones para tener flujo de capital y así poder comprar Twitter, son las tres razones que incentivaron a la baja la valoración de Tesla en la Bolsa.
Sin embargo, el profesional considera que Tesla aún cotiza múltiplos atractivos y, pese a su nivel de endeudamiento, mantiene perspectivas favorables en el sector de vehículos electrónicos; además, aún supera la valoración de sus competidores como General Motors o Toyota porque se mantiene como un referente en la industria.
“La compañía ha ido de menos a más, el tema es que estaba sobrevalorada en un ambiente de bajas tasas de interés. Antes se encontraba en un estímulo económico expansivo, pero ahorita (…) se está poniendo al día con su valoración real. Para una compañía, por muy buena que sea, el estar en un ambiente económico negativo donde las tasas van para arriba es bastante perjudicial y no solo se ve con Tesla”, recalcó Higueros.
LAS IMPLICACIONES POLÍTICAS
Business Insider recordó que “la empresa de Musk se ha visto envuelta en una venta masiva de valores tecnológicos, provocada por una inflación histórica, la subida de las tasas de interés y el creciente temor a una recesión en Estados Unidos”, pero este escenario no es lo único que podría estar empujando las acciones de Tesla a la baja.
Además de sus éxitos empresariales, Musk ha sido reconocido en la cultura popular por sus polémicos tuits, durante la pandemia fue señalado de divulgar desinformación acerca del COVID-19, así como de criticar la prohibición de Twitter sobre la cuenta del expresidente Donald Trump.
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A inicios de diciembre, Musk cayó al segundo lugar en la lista de Forbes de «Multimillonarios en tiempo real», quedando detrás de Bernard Arnault, CEO de la marca de lujo francesa LVMH.
Según la editorial, “juguetear con personas influyentes de derecha en Twitter” puede estar afectando las acciones de Tesla. Tal colapso provocaría que la riqueza del sudafricano pasara de US$320.000 millones en el 2021 a US$183.600 millones en 2022.
El propio premio Nobel de Economía, Paul Krugman, criticó con dureza al dueño de Tesla, quien tiempo atrás declaró que se había distanciado del Partido Demócrata y desde entonces se autodenomina centrista.
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El académico considera que el apego de Musk a posiciones conservadoras está dañando su marca personal. En una serie de mensajes en Twitter, sugirió que el giro político del empresario hacia la derecha “lo ha puesto en desacuerdo con la base de clientes de Tesla”, a quienes define como liberales ricos y conscientes del medio ambiente.
“Poseer un Tesla era (…) una forma de decir ‘soy rico, pero soy progresista’. Sin embargo, Musk no recibió su propio memo. En lugar de eso, se ha vuelto totalmente MAGA (Make America Great Again), apagando exactamente a la gente que podría comprar sus coches. ¿Estúpido? ¿Incapaz de controlar sus impulsos? Probablemente ambas cosas”, se lee en los tuits del galardonado.
ANUNCIANTES SE RETIRAN
La compañía de vehículos electrónicos no es la única afectada por la postura política de Musk, a días de tomar el control de Twitter, el nuevo CEO dijo que la compañía había tenido una drástica caída de ingresos, que atribuyó a la fuga masiva de anunciantes por culpa de «grupos de activistas» que supuestamente presionan a las empresas para retirar la publicidad.
En un tuit, Musk aseguró que, “contrario a lo que se lee en la prensa”, las políticas de moderación de contenidos siguen sin cambios e incluso detalló que observaron una disminución de los discursos de odio.
Again, to be crystal clear, Twitter’s strong commitment to content moderation remains absolutely unchanged.
In fact, we have actually seen hateful speech at times this week decline *below* our prior norms, contrary to what you may read in the press.
— Elon Musk (@elonmusk) November 4, 2022
Compañías como L’Oreal, General Motors, General Mills, Audi, Volkswagen o Pfizer han suspendido su publicidad en Twitter. Retomarán sus anuncios hasta tener un panorama más claro sobre hacia dónde se dirige la aplicación en cuestión de contenido.
Esta situación agudiza la posición financiera de una red social que ha registrado pérdidas históricas desde el 2020 por sus ingresos publicitarios, y que en la actualidad se enfrenta a una “encarnizada guerra de precios” con Facebook y Tik Tok.
“A pesar de tener más de 200 millones de usuarios en todo el mundo, Twitter nunca ha sido una máquina publicitaria lucrativa como Google o Facebook. Entre las principales marcas del sitio se encuentran Nestlé, Heinz, Disney y Unilever. Ninguna de ellas quiere que se le asocie con Trump, ni con ninguna de las figuras controvertidas que han vuelto a entrar en esta red”, advierte Lynn.
Además, el magnate aseguró que Twitter pierde US$4 millones diarios, argumento del cual se sostuvo para realizar una serie de despidos masivos. «No hay más remedio cuando la compañía está perdiendo unos cuatro millones diarios», destacó Musk.
MEDIDAS PARA MANTENER EL BARCO A FLOTE
El 11 de noviembre, en su primer mensaje a los empleados de la tecnológica, Musk admitió que no descarta la posibilidad de que la empresa caiga en quiebra, con pérdidas de miles de millones de dólares este 2023.
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Para mantener el barco a flote, además de notificar los despidos, Bloomberg indicó que, a nivel interno, el empresario ha adelantado algunas medidas de reestructuración financiera para reducir costes, entre ellas, eliminar los días de comidas gratis para los empleados y suspender el teletrabajo.
En la misma línea, insiste en lanzar el producto «Twitter Blue», que permitiría a los usuarios contar con la marca para las cuentas verificadas pagando US$8.00 mensuales.
MOODY´S Y FTC CAMBIAN SU VISIÓN
Con Musk al frente de Twitter, la directora de seguridad, Lea Kissner; el director de privacidad, Damián Kieran, y la directora de cumplimiento, Marianne Fogarty, renunciaron a sus puestos.
Tras la renuncia de estos ejecutivos, principales encargados de privacidad y cumplimiento, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, en inglés) expresó que estaba observando a Twitter con «profunda preocupación».
Por su parte, Moody’s anunció la retirada de la calificación de riesgo de Twitter, “por considerar que no dispone de información suficiente o la que tiene es inadecuada para apoyar el mantenimiento de la calificación”.
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COLAPSO EN MEDIO DE INCERTIDUMBRE
Según Business Insider, la incertidumbre y la subida de los tipos de interés, que empuja a los inversores a vender en el mercado de valores, ha provocado que las empresas de tecnología más importantes cerraran el 2022 con pérdidas en el valor de sus acciones.
Mientras tanto, el miedo a una desaceleración económica ha llevado no solamente a Twitter, sino a empresas como Facebook, Google y Amazon, a congelar sus contrataciones y reducir al mínimo sus gastos.
“Es cierto que Musk tiene bolsillos muy profundos. Pero su fortuna está ligada a Tesla, y sus acciones ya han bajado un 23% en los últimos seis meses. Si Twitter empieza a consumir US$2,000 millones de dólares al año o más, será difícil que Musk siga extendiendo los cheques para mantenerla a flote”, concluye Lynn.
A la fecha, el precio de las acciones de Tesla ha bajado 50.17% en los últimos seis meses y la compañía se enfrenta a una posible multa de 2 millones de euros por parte de la Comisión de Comercio Justo de Corea del Sur por supuesta publicidad falsa.
2023: CAMINO COMPLEJO
Si bien Tesla aún presenta oportunidades, para Higueros, el 2023 inicia con incertidumbre respecto a Twitter porque la compañía “no muestra claridad en su modelo de negocios”.
“Lo vemos con Meta, Apple, Amazon y Google son compañías que les ha afectado mucho la política monetaria restrictiva de tasas altas y tuvieron una caída bastante fuerte en el 2022, llevando al NASDAQ a cifras negativas casi del 30%. No es que las compañías sean malas, el ciclo económico en el que estamos es perjudicial para este tipo de empresas”, puntualizó el experto.
A criterio del experto, este panorama complejo se debe a que el sector tecnológico ha sido un motor de la economía americana que contaba con estímulos económicos (tasas bajas) permitiendo financiar proyectos a bajo costo, pero ahora que la dinámica cambia, la presión se gesta en los costos de capitales.
“En términos generales el 2023 pinta como un año volátil, igual que el 2022, creo que la claridad se va a ver a finales de este año, si es que la inflación baja a los niveles establecidos por los bancos centrales. Si esto sucede podemos esperar que las tasa bajen y las empresas de sectores sensibles como el tecnológico puedan volver a subir y tener oportunidades en el NASDAQ-100”, recalcó Higueros.
Finalmente, de darse una recesión económica en Estados Unidos, la profesional estima que los inversionistas apostarán por los mercados de renta fija por sus tasas competitivas, por la acumulación de bonos o bien, para mantener cobertura, por el commoditie del oro.