Reducción en la compra de productos o materias primas guatemaltecas en el extranjero. Foto La Hora

Reducción en la compra de productos o materias primas guatemaltecas en el extranjero, disminución de la capacidad adquisitiva de la población cuyos ingresos provienen de las remesas y caída en el consumo que afectaría a las empresas nacionales, son los efectos que ilustran un panorama gris para el país de darse una recesión económica estadounidense y europea, según analistas consultados por La Hora Economía.

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Tanto la contracción del PIB de Estados Unidos y Europa, como la caída de sus expectativas de crecimiento económico para 2022 y 2023, acaparan los titulares de los medios de comunicación en todo el mundo, pues se avivaron los temores de una posible recesión que, de ser confirmada por las autoridades, alteraría el dinamismo económico global y Guatemala no es la excepción.

 

Pero… ¿qué es una recesión?, ¿cuáles son las causas y cómo puede afectar el bolsillo del guatemalteco común?

En el sentido coloquial, el dicho “vacas flacas” simboliza una economía en recesión, en palabras más técnicas se trata de la reducción o contracción de la actividad económica durante un determinado periodo de tiempo. Generalmente, cuando el PIB de un país disminuye durante dos trimestres consecutivos se considera que existe una recesión técnica.

¿POR QUÉ EXISTEN TEMORES DE RECESIÓN?
Infografía La Hora.
MENOR IED Y MONEDAS DEVALUADAS

La posibilidad de una recesión también deriva de la pérdida de flujos de inversión extranjera directa y la devaluación de la moneda, según el economista David Quan, quien sostiene que son los mercados emergentes y en desarrollo los que pueden resultar más perjudicados.

EXPORTACIONES Y REMESAS A LA BAJA

Sobre los efectos para Guatemala, Guillermo Díaz, economista e investigador de la Universidad Rafael Landívar, indica que la recesión en Estados Unidos y Europa disminuiría la demanda de los principales productos locales como café, azúcar y banano. Asimismo, podría reducir el turismo americano y europeo.

Para el académico, un decrecimiento económico en el país norteamericano tendría un efecto importante en las remesas, por lo consiguiente, afectaría negativamente el consumo de las familias locales.

 

En concordancia, Quan considera que sí puede repercutir en el envío de remesas hacia Guatemala, pues una recesión provocaría mayor desempleo en Estados Unidos y como consecuencia los compatriotas enviarían menos dinero a sus familias.

“No sería muy significativo en el corto plazo el impacto en las remesas, pero si persiste la recesión para el 2023 habrá que estar pendientes en cómo puede afectar de manera más considerable”, recalcó el profesional.

¿POR QUÉ LAS EXPORTACIONES?

Hugo Maul, economista del Centro de Investigaciones Nacionales (CIEN), explicó que una recesión tiene el impacto de reducir los niveles de consumo en los países desarrollados, especialmente en Estados Unidos. Al descender las compras, también lo hace la demanda de productos importados que serían las exportaciones guatemaltecas.

“El impacto es directo porque somos exportadores de bienes que son bastante sentidos a los niveles de ingreso y, al caer los ingresos de las familias, claramente dejarían de comprar vestuario, por ejemplo, que son de nuestras principales exportaciones”, ilustró el analista.

La industria textil nacional puede experimentar las consecuencias de una recesión. Foto La Hora/AFP

Pero no solo la industria textil nacional puede experimentar las consecuencias de una recesión, según Maul, en cierta medida también la agricultura, pues en un contexto extremo productos como verduras, frutas y bebidas derivadas quedan rezagados, ya que las familias tienden a priorizar otros alimentos básicos.

“Entre menos consumo de los países desarrollados, menos demanda de exportaciones y junto con ello un menor precio por nuestros productos, es un doble canal: se reduce el volumen de las exportaciones y el precio de las mismas”, remarcó.

DESEMPLEO EN EE. UU. EL FACTOR ÁLGIDO

El mercado laboral estadounidense figura como el factor álgido ante los temores de recesión, a criterio de Maul, de surgir alzas en la tasa de desempleo o estancamiento en los ingresos de los hogares, se limitarían las oportunidades de trabajo para los migrantes chapines, impactando en el ritmo de crecimiento que las remesas han mostrado en los últimos años.

Si bien las remesas pueden crecer más paulatinamente, no significa que su volumen decaiga drásticamente de acuerdo con el economista, pues el mercado laboral americano “está teniendo un comportamiento particular”, debido a que persiste un faltante de trabajadores en algunos sectores.

 

LOS ESTRAGOS EN LA CONSTRUCCIÓN

Para Eddie Reyes, guatemalteco y residente en Phoenix, Arizona, la economía estadounidense ya está en camino a una recesión y se encuentra en la fase de “recesión técnica”, siendo el alto costo de rentar o comprar una casa o apartamento el mayor reflejo de la coyuntura.

“Se ve venir el colapso de la economía en la gestión de renta y compra de casa, puede afectar a los migrantes porque uno de los campos más usados por los latinos es la construcción (…) esta cadena se va hasta Guatemala porque ya no puedes mandar esos US$200 o US$300 semanales para ayudar a la familia”, explicó.

Se ve venir el colapso de la economía en la gestión de renta y compra de casa, puede afectar a los migrantes porque uno de los campos más usados por los latinos es la construcción Foto La Hora/AFP

Reyes, de la asociación Así es Guatemala y dueño de un negocio de arquitectura, detalló que el trabajo de construcción ha disminuido un poco en estos meses, pero al mismo tiempo, se carece de profesionales para ciertas actividades.

“Hay personas que me brindan servicios y me dicen ‘mira Eddie ya no te puedo cobrar US$100 te tengo que cobrar US$150’, ¿por qué? porque el costo de la vida ha subido. El bote de leche costaba US$2 ahora cuesta US$3.50”, lamentó.

DE VIVIR EN APARTAMENTOS A CARROS

Alquileres mensuales desde US$2,000 a US$2,800 o incluso más en estados como San Francisco, Nueva York y California han provocado que personas abandonen sus residencias para vivir en sus autos, según el guatemalteco.

Sostiene que una problemática similar se observa en Arizona, ya que hay terrenos y espacios debajo de los puentes que han sido invadidos con hasta 100 champas y autos.

“No son gente que tenga problemas de drogas, ahora hay muchas personas viviendo en sus carros. En Los Ángeles hay casas que se ofertan por 1 millón de dólares y justo en la banqueta de enfrente hay una champa”, ilustró.

Con la decisión de la FED, los planes de Reyes se han visto truncados, los intereses de su tarjeta de crédito pasaron de 15% a 18%, por lo que ahora se “cohíbe” de utilizarla.

 

EL FLUJO MIGRATORIO “TAMPOCO AYUDA”

Además, considera que el excesivo flujo migratorio “tampoco ayuda a la actual economía”, ya que incentiva “la mano de obra barata”, de la cual muchos empleadores se “aprovechan”, pues ofrecen hasta US$30 por día, cuando el salario mínimo por hora en Estados Unidos es de US$16.

“Yo estuve en Home Depot hace unos días, en el parqueo se juntan los migrantes para ver quién los jala a trabajar, regularmente yo miraba entre 10 a 15 migrantes, pero la última vez que fui había unos 60”, mencionó.

BETHANCOURT: SE PREVÉ DESACELERACIÓN EN EL MERCADO

Desde su perspectiva, Jorge Bethancourt, un chapín que vive en Nueva York y que fundó su propia constructora, comentó que es muy probable que la economía estadounidense “ya esté en una recesión”, pero que al ser una potencia mundial el impacto puede sentirse tardío.

El hecho de que varios indicadores llegaran a sus niveles más bajos en la Bolsa de Valores y que los precios hayan incrementado “de manera exagerada”, hacen pensar al compatriota en que una contracción del PIB puede ser más alarmante si se combina con una recesión europea y china.

En concordancia con Reyes, el constructor señaló que se prevé una desaceleración del mercado inmobiliario en los próximos meses. Foto La Hora/AFP

En concordancia con Reyes, el constructor señaló que se prevé una desaceleración del mercado inmobiliario en los próximos meses. Sin embargo, no considera que el hábito de consumo estadounidense haya cambiado, pues de momento el mercado de bienes raíces se mantiene alto, al igual que las compras en línea y el aforo en los restaurantes.

Sobre el trabajo latino, indicó que se mantiene estable en Nueva York, especialmente en la construcción, restaurantes, jardinería y limpieza; además, reconoce que ahora los clientes priorizan la inversión en sus hogares en lugar de viajar, incentivando los servicios de limpieza y remodelación.

“No obstante, creo que la construcción de grandes complejos habitacionales si estará más conservadora y esperando la reacción del mercado”, detalló.

 

FMI: LOS RIESGOS SE EMPIEZAN A MATERIALIZAR

En palabras del Fondo Monetario Internacional (FMI), “el riesgo de recesión es especialmente destacado en 2023”, cuando se prevé que el crecimiento en varias economías toque fondo y que el ahorro de los hogares acumulado durante la pandemia se haya reducido.

En el último informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO), la entidad indicó que durante el segundo trimestre de este año el PIB mundial se contrajo, debido a la desaceleración de EE. UU., China y Rusia.

El organismo prevé que la economía mundial crecerá solo el 3.2% este año y el 2.9 % en 2023, cuatro y siete décimas por debajo de su estimación de abril.

El Banco Central Europeo (BCE) señaló que «aunque las perspectivas de crecimiento a medio plazo parecían equilibradas” los próximos trimestres serán “débiles y es necesario tener en cuenta el riesgo de una recesión técnica”, aunque considera que la estanflación es un “resultado poco probable».

¿ESTANFLACIÓN? 

Aunque es muy común que la inflación baje en las recesiones por la caída del consumo, también puede producirse un escenario conocido como “estanflación”, esto se da cuando hay alta inflación y a su vez estancamiento económico. Esta combinación genera mayor empobrecimiento y dificulta la salida de la recesión.

Economistas del Citibank también se sumaron a las proyecciones, en julio los técnicos estimaron que existe un 50% de probabilidades de que el mundo caiga en una nueva recesión, y calificaron esa perspectiva como un “claro y presente peligro”.

 

Más recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó sus nuevas previsiones económicas con recortes de crecimiento y alza de la inflación. La entidad habla de un escenario de «drástica desaceleración del crecimiento» que puede llevar a varios países de la zona euro a la recesión.

Para el mundo en su conjunto, la OCDE estima que la inflación aumentará más de medio punto porcentual en 2023 y el crecimiento se reducirá en poco menos de medio punto porcentual.

EL IMPACTO DEPENDE DEL NIVEL DE CONTRACCIÓN

Una vez expuestos los posibles efectos negativos, Maul enfatiza en que la severidad de una recesión global sobre la economía de los chapines depende de la profundidad y la duración de la misma.

Por ello, destacó que, en la medida que la recesión se alargue y sea mucho más pronunciada la contracción de la actividad económica, mayor sería el impacto sobre las exportaciones y las remesas en el país.

 

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