Payasita «Bomboncita La Chapincita» provoca sonrisas y construye el camino a un sueño

Juana Marleny Álvarez, madre soltera de tres hijos es originaria de la aldea San Juan Salamá, del departamento de Baja Verapaz. Dos de sus más grandes sueños son, ser una gran empresaria y distribuir sus rositas de harina en las tiendas prestigiosas del país, el otro, es escribir un libro motivacional para jóvenes.

“Hoy más ricas que las de ayer”, este es el lema con el que ha caracterizado las deliciosas rositas de harina que ella misma elabora y reparte en su comunidad. Sin embargo, lo hace con un atuendo peculiar; todos los días lo hace vestida de payasita. Bomboncita La Chapincita, es el seudónimo que caracteriza a Juana y que con su llamativa nariz de payasita saca las carcajadas de quien la ve.

Y aunque en un principio al amenizar la primera celebración de cumpleaños aseguró, que el ser payasita no era lo suyo. Ahora se ha dado cuenta que su vocación es llevar amor y esperanza a aquellos que lo necesitan por lo que también hace labor social en su comunidad.

“Todos los días salgo a trabajar para obtener ingresos, aunque luego de la pandemia todo subió de precio es claro que estamos en tiempos difíciles, todo está más caro. Debemos esforzarnos un poquito más, pero doy gracias a Dios porque él me ha dado el vehículo para hacer crecer mi negocio”, detalló para una entrevista para LH Bienestar.

Payasita
En la Foto la Payasita «Bomboncita La Chapincita». Foto: La Hora

-LH Bienestar: ¿Nos puede comentar cómo fue su infancia?

Juana Álvarez: Bonita y feliz porque a pesar de las carencias éramos felices, desde siempre mis papás se han dedicado a realizar materiales de construcción; como ladrillos y tejas. Desde pequeños estamos involucrados en el negocio y veíamos a mi papá trabajar y por supuesto nos enseñó el oficio. En aquel entonces en nuestra familia éramos trece integrantes contando a mi mamá.

Estoy satisfecha porque siento que mis papás hicieron un buen trabajo conmigo, yo siento que soy el reflejo de todo lo que ellos me enseñaron, por supuesto siempre hay momentos difíciles, pero así debe hacer, son parte de las enseñanzas de la vida para que uno aprenda.

-LH Bienestar: ¿Dónde realizó sus estudios?

Juana Álvarez: Estudié para maestra en la Escuela Normal Rural No. 4 de acá donde vivo, en un principio creía que ser maestra era mi vocación, sin embargo, el destino y la vida me han llevado por otros rumbos. Me encanta trabajar con la gente, saliendo de la normal me dieron una beca para estudiar en la Antigua Guatemala; era para un diplomado sobre el Desarrollo del Pensamiento.

Esta oportunidad llegó en el momento indicado, porque estaba en la etapa de la adolescencia y además pasando por momentos difíciles en mi vida, me ayudaron mucho las técnicas que me enseñaron. Una de ellas era aprender a soñar, yo de verdad pude llenar mi mente y sentí que me transformé.

Luego por razones del destino y cuando menos me los esperaba me gané una beca para ir a Panamá, iban a ir cinco jóvenes de la Escuela de Facilitadores de la Creatividad e Innovación y aunque no lo creía yo fui una de las seleccionadas. Compartimos muchas experiencias con personas de otros países.

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En la Foto la Payasita «Bomboncita La Chapincita». Foto: La Hora

-LH Bienestar: ¿Cómo puede definir que ha sido su vida?

Juana Álvarez: Mi vida es bonita y maravillosa, estoy enamorada de mi vida. Dios nunca me ha abandonado, en su momento encontré un trabajo en una empacadora de tomate y me fui a trabajar de sembradora. Era un trabajo bonito y lo hacía con mucho gusto.

Lo que yo tenía diferente a mis otros compañeros, es que todo ese proceso de siembra, cosecha y producto final me encantaba escribirlo e ilustrarlo en un cuaderno.

-LH Bienestar: ¿Cómo ayuda Bomboncita La Chapincita a Juana?

Juana Álvarez: A mí el personaje de Bomboncita me levanta y me anima, y quisiera que todas las mujeres que están pasando por momentos difíciles, tuvieran esta experiencia, cuando uno se enfoca solo en lo negativo y en lo negativo, eso es tremendo.

Me encanta leer libros de motivación, libros que me ayudan a crecer personalmente para no dejarme caer. Hay gente que quiere verlo a uno caído, pero es la obra de Dios la que nos sostiene.

-LH Bienestar: ¿Cómo nace la idea de Bomboncita La Chapincita?

Juana Álvarez: Yo no sabía que ser payasita me daría libertad financiera; ahora estamos en la inversión porque Bomboncita gasta mucho y es muy lujosa. Sale caro todo (ríe).

Ni en mi mente ni en mis sueños pasaba con que yo iba a ser payasita. Fue una actividad donde trabajamos; el jefe iba a cumplir años entonces yo les dije a mis compañeras que me quería vestir de algo para animar la celebración, recibí comentarios buenos y malos, sin embargo, una compañera me apoyó y me dijo que me ayudaba.

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Fiestas y amenidades de la Payasita «Bomboncita La Chapincita». Foto: La Hora

Había una venta de ropa usada cerca de donde trabajaba y fui a buscar un atuendo gracioso, aunque no era de payasita busqué prendas llamativas y coloridas. Ya en la celebración las personas que estaban en el lugar se rieron a mi graciosadas, entonces unas compañeras subieron mi actuación a facebook, una amiga lo vio y fue como me empezaron a contactar.

-LH Bienestar: ¿Cómo recuerda que fue su primera animación de cumpleaños?

Juana Álvarez: Dentro de tantas, una amiga vio el video y me vino a buscar a mi casa, ella quería que amenizara la fiesta de cumpleaños de su hijo, le comenté que no trabajaba de eso y que mucho menos era payasita a lo que me respondió que había visto mi video y le había gustado lo que había hecho.

Me preguntó qué cuánto cobraría, nunca imaginé que llegaría a pasar a ese punto, sin embargo, estaba pasando una situación difícil con mis nenes y le respondí que eran Q100.00.

Toda una semana pasé pensando en qué era lo que iba a hacer, me compré un traje por Q150.00 ya había perdido Q50.00. Compré maquillaje, una peluca y algunas pinturas. Decoré mi bicicleta con globos y todos los niños emocionados iban detrás de mí, sin embargo, cuando llegué al evento y era hora de estar frente al público, yo quería hacerme una bolita y salir corriendo. Una experiencia no tan agradable.

 

Poco a poco empezaba a subir el precio de las contrataciones y con eso ya le compraba pañales a mi nene, aunque ser Bomboncita aún no me convencía al 100%. Sin embargo, me fui motivando ya que necesitaba el dinero.

Yo no sabía nada sobre las redes sociales, pero cada cuánto subía contenido y fue como me di a conocer, ahora ya tengo varios seguidores y son personas que siempre me ayudan. Por ejemplo, el año pasado una de mis seguidoras de Facebook me regaló un diplomado para seguir aprendiendo sobre técnicas de maquillaje. ¡Gracias a Dios por esas personas que siempre me han ayudado a seguir adelante!

-LH Bienestar: ¿Cómo surgió la idea de realizar las rositas de harina?

Juana Álvarez: Un día vi a un señor vendiendo algunos moldes, dentro de ellos uno de rositas. Me quede como cinco minutos viendo como las realizaba las rositas de harina, entonces me surgió la idea de hacer y vender las propias, además yo ya tenía muchas ideas, de distribuirlas en las tiendas más prestigiosas del país; ese es uno de mis sueños.

Al principio me costó que salieran, casi lloraba porque al señor sí le habían salido y a mí no, pero con la práctica fui aprendiendo. Hacia las rositas de lunes a viernes, de una libra de harina salían aproximadamente treinta y cinco.

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En la Foto la Payasita «Bomboncita La Chapincita». Foto: La Hora

-LH Bienestar: ¿Cómo surgió la frase: “Hoy más ricas que las de ayer”?

Juana Álvarez: Ese es mi lema y es que las rositas que hacía las vendía rápido, y conforme las terminaba las probaba y estaban ricas. Luego, al otro día volvía hacer, las probaba y estaban más ricas que el día anterior y así sucesivamente.

Cuando llegaba a donde vendía mis rositas, las personas del mercado me hacían un espacio entre sus ventas para que pusiera mi puestecito, en cuestión de dos o tres horas yo ya no tenía producto.

Dios ha estado conmigo y me ha proveído, sin embargo, luego de todo esto se vino la pandemia, lo cual hizo que bajara la demanda.

-LH Bienestar: ¿Quisiera compartirnos algún momento no tan feliz de su vida?

Juana Álvarez: Yo no tenía ni cocinita como la tengo ahora, antes estaba circulada con cartón de esos gruesos y otros materiales. Una noche nos fuimos a dormir con mis hijos, luego mi hija tuvo una pesadilla de que un ladrón se iba a entrar, pero yo tenía tanto sueño que dije “me levanto al ratito” para revisar que todo estuviera bien, sin embargo, ya no me pude despertar.

Luego por la puerta que separa la cocina de los cuartos, veo que todo estaba iluminado, le dije a mis hijos que se despertarán, gracias a Dios pudimos salir de inmediato. Lamentablemente, se había quemado todo porque tenía leña y plásticos que usaba para hacer las rositas. Y pues gracias a mis papás, ellos no me han dejado sola, y muchas personas se enteraron de lo ocurrido y me donaron material para reconstruir mi cocinita.

-LH Bienestar: ¿Podría hablar de su sueño de escribir un libro motivacional?

Juana Álvarez: La idea de escribir la he tenido desde hace años, siempre he escrito cosas de mi vida en un diario, ya que he tenido miedo de contarle mis cosas a cualquier persona. Cuando uno no sabe a quién comentarle las situaciones, es mejor escribirlas, cuando yo hago esto es como desafiar mi mente.

Cada día tenía más ideas y escribía más, por eso considero que mi vida es una historia. Esta idea ya tiene varios años y nunca se me ha quitado, también me gusta escuchar muchos audiolibros que me han comparten y recomiendan las personas. Ahora estoy leyendo El Secreto Más Grande del Mundo.

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En la Foto la Payasita «Bomboncita La Chapincita». Foto: La Hora

-LH Bienestar: ¿Qué ha aprendido a lo largo de su vida?

Juana Álvarez: Me he dado cuenta de que siempre creía que yo era la correcta, y que hacía las cosas bien, hasta que descubrí lo contrario. Yo le agradezco mucho a un maestro que también es mi seguidor en Facebook sobre todas las enseñanzas que me ha dado sobre la vida y las actitudes. Muchas veces una de tantas experiencias agarra mañas y después cuesta mucho quitarlas.

Él me decía “mire sonría cuando salga a la calle” pero yo le decía ¿cómo voy a sonreír si estoy triste o si estoy enojada? Lo cual poco a poco fui poniendo en práctica con mucha dificultad, pero me ha ayudado.

-LH Bienestar: ¿Cómo aportaron las personas de su aldea a los XV años de su hija?

Juana Álvarez: Las personas se han dado cuenta que soy una mujer trabajadora, siempre me han apoyado y esa misma ayuda la recibió mi hija para sus XV años. Yo desde un principio le comenté que solo haríamos una cena sencilla con los más allegados dado nuestras condiciones económicas, sin embargo, alguien publicó en Facebook al respecto, aunque al principio me enojé porque yo no estaba pidiendo nada por pena.

Luego, por esa publicación varias personas se unieron a la causa y fue como se organizaron para darle a mi hija, maquillaje, fotógrafo, sonido y todo lo que implica ese gran festejo incluso el Estadio Deportivo de la aldea. Muchas gracias a todas esas personas, fue una gran celebración y la pasamos muy bien.

-LH Bienestar: ¿Cuál es el mensaje que usted quiere dejar a los lectores de LH Bienestar?

Juana Álvarez: Que aprendan a hacer libres, que siempre sigan aprendiendo y que no desmayen a pesar de los obstáculos, porque Dios tiene propósito para la vida de cada uno.

Evitemos los malos sentimientos que corrompen y dañan nuestro corazón, que seamos cada día mejores y seamos ejemplo de vida para nuestros hijos. Y ya saben para cualquier cosa aquí está su amiga la Bomboncita La Chapincita.