Una de las recomendaciones que dan los expertos es que los padres se sienten a ver que juegan los niños y acompañarlos haciéndoles preguntas de qué se trata.
Una de las recomendaciones que dan los expertos es que los padres se sienten a ver que juegan los niños y acompañarlos haciéndoles preguntas de qué se trata. (Foto La Hora: en Pixabay)

Los videojuegos son programas conectados a una pantalla o televisión, integran un sistema de video y audio. A través de ese sistema el usuario puede vivir experiencias disfrutando de actividades que en la realidad no practicaría.

Estos videojuegos comenzaron a extenderse de forma imparable a partir de la década de los ochenta, actualmente es uno de los mercados más amplios y con variedad.

Un estudio compartido por la UNESCO, establece que uno de cada cuatro adolescentes utilizan videojuegos, estos no precisamente en una consola, lo pueden hacer desde el celular. En el estudio con el nombre «El viaje de una Youtuber para influir en la educación actual de las niñas», identifican que la difusión de estos juegos es mucho mayor entre los niños que entre las niñas.

Según Alejandro Espinoza, experto en videojuegos y tendencias mundiales de la empresa PlayGame, estos datos brindados por UNESCO puede deberse al contenido de los mismos videojuegos, sin embargo, en el mercado se han comercializado últimamente juegos dirigidos a ellas con el fin de captarlas también.

 

El experto mencionó que hay efectos nocivos para los niños y adolescentes que jueguen, los que podrían ser para la salud, comunicación y para la sociedad.

Se han comprobado ciertos efectos perjudiciales sobre la salud de los niños derivados simplemente de su uso. En un porcentaje reducido desencadenan crisis convulsivas en niños con antecedentes de epilepsia. La causa de estas crisis se debería a los destellos y cambios en la intensidad de los colores.

Por un lado, están ampliamente descritos en la literatura los efectos dañinos derivados del uso excesivo. El empleo incontrolado de estos juegos puede suponer un desorden grave en la vida de los niños y adolescentes. El jugador obsesivo ha perdido el control sobre el juego. Es el propio juego el que marca hasta donde puede llegar. Habitualmente, se llega a esta situación de forma progresiva.

Si la adicción a los videojuegos va a más, el jugador puede acabar convirtiéndose según algunos autores en un verdadero ludópata, esta es una enfermedad que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero.

La vida del jugador gira en torno al videojuego, centrando en él todo el pensamiento y recurriendo incluso a mentiras o artimañas para seguir jugando.

La atención puesta en el juego desarrolla un agotamiento y un cansancio del sistema nervioso con aparición de síntomas de depresión o ansiedad.

Pero no todo es malo en el tema de los videojuegos, el experto señaló ciertos efectos positivos del empleo correcto de los videojuegos.

El intercambio de los juegos puede favorecer el contacto social y la participación en actividades comunes. En este sentido, es otra forma de mantener o propiciar el contacto entre amigos, al igual que otras aficiones. La consecución de un determinado objetivo por parte del niño para lograr un premio o concluir el juego, estimula a este a perseverar en él.

También los juegos son beneficiosos a la hora de favorecer la coordinación visual y manual, potenciándose la adquisición de habilidades manuales.

Se estimula la memoria y la capacidad para retener conceptos numéricos e identificación de colores, facilitando el contacto del niño con el entorno informático.

Para ayudar a los niños con los videojuegos se debe conocer estas recomendaciones:

El uso de los videojuegos puede ser beneficioso o perjudicial dependiendo de cómo los empleemos.

Controlar el tiempo para su uso:

En primer lugar, es importante limitar su uso, incluso dedicándole un espacio determinado en el horario del niño. Algunos autores sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividad.

Vigilar el contenido: 

Sigue siendo muy importante un control adecuado de los contenidos de los juegos. Debemos asegurarnos, a la hora de adquirirlos, de que sean los adecuados para la edad del niño.

Potenciar a la familia: 

No podemos olvidar que el abuso de los videojuegos puede ser consecuencia de la ausencia de un adecuado clima de vida familiar. Los videojuegos son adoptados por los niños y sobre todo por los adolescentes para llenar un vacío.

Para evitarlo, podemos empezar participando en los juegos, utilizándolos como un aliciente más para fomentar la comunicación y el contacto con los hijos, aunque esto nos lleve un tiempo.

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Marysabel Aldana
Soy periodista con más de 10 años de experiencia, he trabajado en radio, televisión, medios escritos, lo que más me apasiona es contar historias, narrar eventos históricos y pensar que con mi trabajo dejaré una huella diferente en el mundo.
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