Nutrición
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En la actualidad, los distintos alimentos industrializados, suplementos y complementos, ofrecen de todo: quitar dolores, calmar sin sabores y ansiedades, aumentar libido, fuerza, potencia, fortalecer ánimos y órganos, evitar enfermedades, ocultar envejecimiento solo la gloria eterna no ofrecen. A la par de ello, sus ventas generan miles de millones de dólares anuales a la industria e incluso se ha llegado a afirmar que una de cada dos personas en el mundo los consume al menos una vez a la semana.

Transformar lo natural, ha sido tarea humana desde nuestros orígenes. Las personas han venido consumiendo durante mucho tiempo productos animales, botánicos y minerales, no solo para alimentarse sino para ayudar a la salud; para ayudar contra infecciones y frenar sus síntomas y signos como la inflamación y el dolor y en otros campos como la belleza la industria alimentaria ha ido creciendo y diversificándose. Hoy en día, en el mercado moderno, podemos encontrar una amplia gama de productos que pueden ser de gran utilidad para la alimentación: Alimentos funcionales, Complementos alimenticios, Productos dietéticos (objetivo nutricional único), Preparados de nutrición enteral.

Productos y nutrientes industrializados

Dentro de la sociedad guatemalteca, los problemas nutricionales por excesos, carencia o deficiencia son variados y obedecen a causas múltiples y demandan de soluciones complejas. Programas oficiales de alimentación complementaria y suplementaria se han implementado desde la década de los sesenta ante deficiencias. Por su parte, la industria ha realizado otro tanto poniendo a disposición del consumidor variedad de productos para casos de excesos o deficiencias múltiples o únicas.

Su importancia para el individuo

A cualquiera edad y etapa de la vida, el cuidado de la alimentación merece una especial atención para que exista un adecuado crecimiento y para el funcionamiento del organismo, sus células tejidos y sus órganos. Por supuesto, eso ayuda a una buena salud y toda dieta correcta, puede contribuir a tratar la enfermedad o favorecer una rápida recuperación de la misma, y a mejorar la calidad de vida de las personas. Es evidente y está demostrado por la ciencia, que entre los factores que pueden influir en el proceso de salud y en la aparición de diversas enfermedades, uno de los más importantes es la dieta.

Existen diversos factores relacionados con la buena alimentación que pueden alterar la estructura y funcionamiento del cuerpo humano y que tienen que ver con su: edad, sexo, ocupación, economía, laboriosidad, condiciones estacionales, educación, que condicionan a padecer de diversas patologías en personas y grupos de población. Esos factores se pueden dividir en grupos: Factores fisiológicos (alteraciones en embarazo, crecimiento del niño, pérdida de funcionalidad del tracto digestivo y disminución de la absorción de nutrientes, alteraciones del aparato locomotor y metabólico). Factores psicológicos (ansiedad, depresión, estrés). Factores socioeconómicos (poder adquisitivo, aislamiento, educación). Factores iatrogénicos (uso de medicamentos). A su vez la presencia de enfermedades crónicas (cardiovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades inflamatorias y autoinmunes) pueden alterar la dieta de una persona.

El problema nutricional, el INCAP desde la década de los sesenta-setenta lo calificó como un proceso de vida individual y colectiva, representado el problema de una mala nutrición en sus momentos claves como un círculo vicioso:

Circulo vicioso
 

(Fuente de imagen)

Una menor ingesta o deficiente en ciertos nutrientes o excesos, producto de varias situaciones, es el origen del problema y debe ser atendido a través de varias procesos e intervenciones durante su vida, para prevenir los problemas relacionados con la alimentación en la persona y paliar sus consecuencias.

Opciones actuales nutricionales

En nuestro país, de hecho, diversos estudios epidemiológicos realizados en diferentes grupos de población, especialmente niños, revelan una elevada prevalencia de deficiencias subclínicas en algunos nutrientes esenciales como las vitaminas, los minerales y de carbohidratos y proteínas. Hoy gracias al crecimiento de las ciencias y la industria de la alimentación, existen diversas opciones para mejorar la calidad de la dieta de las personas a cualquier edad, como los alimentos funcionales, complementos alimenticios y los productos dietéticos, todos ellos adaptados a fisiología y requerimientos nutricionales de la persona y las poblaciones.

Constantemente y numerosos estudios científicos, a diario nos hablan de que existe una demostración clara del beneficio para la organización y funcionamiento del cuerpo  de los ácidos grasos poliinsaturados, la fibra, las vitaminas, los antioxidantes, los probióticos, prebióticos, ácido fólico, zinc y hiero y el calcio, sobre la salud y la prevención de enfermedades; pero no necesariamente ese conocimiento científico se traduce en un uso adecuado de esos nutrientes y en la elaboración de preparaciones comerciales eficientes.

El mercado moderno hoy día, oferta una amplia gama de productos que pueden ser de gran utilidad. Los alimentos funcionales se encuentran en los mercados y el canal comercial popular de distribución, mientras que los complementos alimenticios y productos dietéticos suelen estar disponibles en establecimientos de medicina natural y en farmacias. Los preparados de nutrición enteral son de utilización mayoritaria en pacientes ambulatorios u hospitalizados.

Los alimentos funcionales: lo mejor y más abundante

Parece que todos los alimentos naturales contienen una cantidad adecuada de componentes funcionales distintos de los principales nutrientes que tienen. Entonces los componentes funcionales de los alimentos son parte de la dieta normal y no son ni drogas, ni medicamentos, o venenos. Los alimentos naturales frescos actúan como alimento funcional en nuestro organismo. De tal manera que los alimentos que más allá de sus propiedades nutritivas, pueden afectar de forma beneficiosa a una o más funciones en el organismo proporcionado una mejora/mantenimiento de la salud y el bienestar y/o en una reducción del riesgo de enfermedad.

Muchos alimentos se describen como “alimentos funcionales”. Sin embargo, el término es difícil de entender y definir. Una definición utilizada para alimentos funcionales la proporciona el máximo organismo mundial de salud (OMS): son alimentos que contienen sustancias que tienen efectos positivos en la salud más allá de la nutrición básica. Sin embargo, hay varios problemas con esta definición. En muchos casos, los alimentos saludables se incluyen bajo el término de alimentos funcionales. La academia de ciencias de Estados Unidos le pone una condición a los alimentos naturales para que sean funcionales: que han sido modificados y por consiguiente a ese alimento modificado se le puede otorgar un mayor beneficio a la salud que su original.

El concepto y reconocimiento de los alimentos funcionales se ha fundamentado en una base científica, luego de realizar estudios que establecen la influencia que los elementos nutricionales de la presentación alimentaria poseen en el desarrollo y prevención de ciertas enfermedades, así como estudios epidemiológicos que demuestran las necesidades y utilidad de dichos nutrientes en la salud de la población. Se han realizado, aunque aún falta mucho por hacer, investigaciones en alimentos funcionales relacionadas con el crecimiento y desarrollo humano, impactos en el metabolismo celular, impactos en los mecanismos de inmunidad, inflamación, y su importancia como antioxidantes, incluso en comportamiento humano y función de diferentes órganos del cuerpo. De esa forma, se ha establecido para muchos ingredientes funcionales como antioxidantes y fibra, el mecanismo de acción.

Nuestra vida diaria actualmente tan acelerada, nos induce cada vez más frecuentemente a tomar comidas rápidas y a mantener un nivel de estrés mayor. Para prevenir el estrés celular oxidativo que puede mantenerse elevado por dietas y estrés, nuestro cuerpo debe defenderse de las enzimas antioxidantes. Algunas vitaminas actuando como radicales libres inhiben el efecto antioxidante. Por otro lado, ciertos minerales y oligoelementos actúan como un cofactor contra la enzima antioxidante. Por lo tanto, es frecuente sugerirles a las personas consumir alimentos ricos en esos elementos nutritivos arriba mencionados o bien que consuman alimentos y bebidas fortificados con los mismos o bien ingerir complementos. Los ingredientes agregados son múltiples, esperando de ello acciones diferentes. El siguiente cuadro proporciona algunos ejemplos de ingredientes y sus acciones esperadas.

Ingredientes funcionales Acción
Ácidos grasos poliinsaturados Reducción de triglicéridos plasmáticos, prevención de enfermedades cardiovasculares
Aminoácidos y péptidos bioactivos Glutamina: mantenimiento integridad intestinal. Péptidos bioactivos: acción inmunoestimulante
Bacterias acidolácticas 

(probióticos)

Mejora la salud del tracto GI. Estimulación de la función inmune. Reducción infecciones intestinales
Fibra dietética Reducción colesterol plasmático. Regulación tránsito intestinal
Fitoesteroles Reducción de las concentraciones de colesterol plasmático
Minerales Mantenimiento organización de la estructura ósea, efecto en función inmune, función antioxidante,
Oligosacáridos (FOS, GOS)

Prebióticos

Salud tracto GI. Estimulación función inmune. Reducción infecciones intestinales
Vitaminas Varios tipos de prevención en varios órganos y mantenimiento de estructuras y funciones

 

Entonces y en general, los alimentos funcionales son hechos a partir de modificaciones que se les hace a alimentos naturales para que contengan sustancias o microorganismos vivos que tengan un posible valor para mejorar la salud o prevenir enfermedades, y en una concentración que sea segura y suficientemente alta para lograr el beneficio deseado.

Ejemplos: en bebidas usted puede encontrar en el comercio jugos naturales con oligoelementos o minerales agregados o grasas como margarina con mayores niveles de ácidos grasos omega-3.

Complementos alimenticios:

Por complemento alimenticio se suele entender cualquier presentación (cápsula, tableta, polvo, gotas, ampollas) que tiene en forma concentrada y dosificada ciertos nutrientes, con el fin de complementar la ingesta de dichos nutrientes en la dieta normal de un individuo o comunidad que resulta insuficiente en la cantidad recomendada para una buena nutrición del individuo.

Existen varias presentaciones complementos alimenticios en cantidad y contenidos, que pueden resultar beneficiosos para mejorar el estado nutricional de las personas según edades, sexos y riesgos a la salud.

Productos dietéticos: La Incaparina, un ejemplo

Existen cientos en el mercado, dirigidos especialmente a ciertas edades y condiciones nutricionales. Se trata de productos dietéticos que poseen una composición nutricional particular adaptada a los requerimientos nutricionales de un grupo de población y que constituyen una opción excelente para mejorar la alimentación de las personas con algún déficit: ejemplo Incaparina, galletas nutritivas en desnutrición crónica. Estos productos constituyen un soporte nutricional para diversas situaciones que afectan a las personas con distintos tipos específicos de deficiencias nutricionales. Suelen estar elaborados a partir de alimentos naturales, cuidando al máximo las preferencias gastronómicas que ha tenido la persona a lo largo de toda la vida.

Productos de nutrición enteral:

Están indicados para proporcionar soporte nutricional a personas con una función gastrointestinal normal. Pueden ser administrados por sonda o por vía oral, sin requerir la hospitalización del individuo. Estos productos se presentan normalmente en forma de líquidos con diversos sabores o de polvo para preparar.

 

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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