Decíamos ayer que hay diversos factores que pueden alterar la motilidad intestinal, inhibiéndola, estimulándola o modificando el tiempo de tránsito por el intestino. Hoy hablaremos del tratamiento farmacológico de las diarreas, pero antes un pequeño párrafo.

Complicaciones de las diarreas

La consecuencia más frecuente de las diarreas es la pérdida de agua y electrolitos, lo que conduce a una deshidratación. En el caso de diarreas graves o cuando afectan a niños, ancianos o personas debilitadas, el colapso vascular aparece de forma rápida y puede producirse hipopotasemia (baja cantidad de potasio) o hipomagnesemia (baja cantidad de magnesio) después de una diarrea de larga duración.

Cómo tratar la diarrea

Lo primero: En caso de diarrea es imprescindible la corrección de las alteraciones hidroelectrolíticas en el transcurso de las primeras 24 horas. La OMS recomienda como fórmula rehidratante disolver, en 1 litro de agua, 20 g de glucosa, 3.5 g de cloruro sódico, 1.5 g de cloruro potásico y 2.5 g de bicarbonato sódico.

Se debe instaurar una dieta adecuada, empezando con unas horas de ayuno y rehidratación por vía oral para, después, incorporar de forma progresiva los alimentos (arroz, zanahorias, manzanas crudas).

Poco a poco, pueden irse introduciendo alimentos como el pescado hervido, pan tostado y luego, cuando el proceso vaya remitiendo, continuar unos días con alimentos a la plancha (carne, pescado) y verduras hervidas.

Hay que tener en cuenta que nunca debe instaurarse un tratamiento sintomático a ciegas, pues de lo contrario podrían camuflarse posibles dolencias graves.
La administración de antibióticos raramente está indicada y debe responder a una prescripción del médico. En algunos casos son útiles los antiespasmódicos intestinales.

En caso de diarrea aguda del lactante, deben evitarse todos los derivados lácteos (exceptuando la leche materna) y también todos los alimentos que contengan gluten. Si la diarrea se asocia a dolores abdominales, un remedio casero consiste en aplicar sobre el vientre del bebé paños calientes y húmedos.

La intolerancia a la lactosa es una causa frecuente de diarrea que aparece después de ingerir leche y que se asocia a gases intestinales e hinchazón abdominal. En estos casos deben utilizarse los derivados libres de lactosa durante una semana.

Ante una diarrea crónica es imprescindible realizar un tratamiento etiológico que establezca sus causas tras los análisis y exploraciones pertinentes.

En las diarreas crónicas deben evitarse o reducirse los alimentos ricos en residuos celulósicos (puerros, espárragos, coles), los alimentos fritos, el alcohol, bebidas frías, café, cítricos y embutidos.

Los llamados opiodes sintéticos (no hablamos del fentanilo o la hidroxicodona) son utilizados para el tratamiento farmacológico sintomático no específico de las diarreas agudas y crónicas. Los opioides no están indicados si existe presencia de sangre en heces y fiebre elevada.

Tampoco hay que administrarlos en pacientes con colitis ulcerosa aguda ni colitis seudomembranosa asociada a antibióticos de amplio espectro. Asimismo, tampoco deben utilizarse cuando se quiera evitar la inhibición del peristaltismo, y siempre que se produzca estreñimiento, conviene suprimir o discontinuar el tratamiento. Ejemplos de estos derivados opioides son loperamida, difenoxilato y subsalicilato de bismuto, este último indicado en diarreas leves. Entonces no se precipite a utilizarlos a su antojo, consulte con personal de salud. Agentes antidiarreicos. La Loperamida, uno de los más usados en el tratamiento de diarrea, aumenta la absorción de agua y electrolitos disminuyendo la motilidad y secreción intestinal. No acorta la evolución de la enfermedad. Pero No debe ser usada en diarrea febril o disentérica.

Uno de reciente uso es el Racecadotril. (Hidrasec ®, Resorcal®). Es un inhibidor de encefalinas. Disminuye la secreción intestinal. No tiene efecto sobre la motilidad.

Por otro lado, la administración de lactobacilos acidófilos y bífidos vivos liofilizados tiene como fin la restauración de la flora intestinal cuando ésta ha sido alterada por la administración de antibióticos y no está indicada en momentos de diarrea, es tirar su dinero a la basura.

Aspectos prácticos que influyen en el tratamiento. No se olvide de los aspectos prácticos importantes de la definición de diarrea aguda.

a) Aumento del contenido líquido de la deposición y/o
b) Aumento de la frecuencia (más de tres veces al día).
En general usualmente ocurren ambos fenómenos.

Y que deben hospitalizarse aquellos pacientes con criterios de gravedad: deshidratación severa, fiebre mayor de 38,5°C, compromiso sensorial, disentería, adultos mayores, embarazadas, co-morbilidad importante (diabetes, inmunosupresión, etc.) y cuando el buen juicio clínico lo aconseje.

Aplicando criterios de duración, se clasifica como aguda cuando se extiende hasta dos semanas. La diarrea persistente va de dos a cuatro semanas y crónica cuando excede cuatro semanas en forma continua u ocho semanas en forma intermitente.

Recuerde

El uso en la industria alimentaria de substancias como sorbitol, lactulosa, hidróxido de magnesio también pueden causar estos síntomas. La denominada dieta BRAT (banana, rice, apple sauce, toast) ha mostrado una utilidad limitada

Dentro de los alimentos involucrados destacan:

… Agua: Vibrio cholerae, norovirus, Giardia lamblia, cryptosporidium sp.
… Pollo: Salmonella, Campylobacter, Shigella.
… Ganado Vacuno (hamburguesas mal cocidas): E coli enterotoxigénica.
… Pescados y mariscos bivalvos. Vibrio cholerae, Vibrio parahemolítico, Salmonella.
…. Quesos: Listeria sp.
… Huevos: Salmonella sp.
.. Cremas y mayonesas: Staphylococcus, Clostridium, Salmonella.

La denominada dieta BRAT (banana, rice, apple sauce, toast) ha mostrado una utilidad limitada.

Y, por otro lado, no se olvide que una larga lista de medicamentos puede tener como efecto secundario producir diarrea aguda.

PREVENCIÓN

Es tarea de todos los profesionales de la salud y educadores y debemos educar a nuestra población en medidas de autocuidado. A pesar que las condiciones sanitarias en nuestro país han mejorado en cuanto a disponibilidad de agua potable y alcantarillado, tratamiento de aguas servidas, la disponibilidad de vacuna para rotavirus que por años se aplica a nuestra población pediátrica, etc., la frecuencia de esta patología es aún muy prevalente. Esto puede deberse a mala manipulación de alimentos, contaminación cruzada, violación de las cadenas de frío, mala potabilización de aguas, etc. Particular acento debe ponerse en evitar el consumo de alimentos manipulados si higiene o mal almacenados.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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