WASHINGTON (AP) — En un primer paso para revertir una polémica política implementada durante la presidencia de su predecesor, el mandatario estadounidense Joe Bien ordenó el lunes a su gobierno revisar las normas federales que orientan a las universidades en su manejo de casos de abuso sexual ocurridos en sus campus.
En una orden ejecutiva, Biden instruyó al Departamento de Educación a revisar las reglas que el gobierno del expresidente Donald Trump emitió en torno al Título IX, la ley federal que prohíbe la discriminación basada en el género de una persona en la educación. El mandatario señaló que la agencia debe “considerar suspender, revisar o rescindir” cualquier política que no proteja a los estudiantes.
El mandatario también firmó una segunda orden ejecutiva que establece formalmente el Consejo de Políticas de Género de la Casa Blanca, el cual fue anunciado por su equipo de transición antes de que asumiera el cargo.
“La política de este gobierno es que cada individuo, cada estudiante, merece una educación justa, libre de violencia sexual, y que todos los involucrados tengan acceso a un proceso justo”, comentó Jennifer Klein, co-presidenta y directora ejecutiva del Consejo de Políticas de Género, a los reporteros durante una conferencia en la Casa Blanca.
Las órdenes fueron emitidas previo al discurso que pronunciará Biden más tarde el lunes para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres, un evento global que marca los logros de las mujeres.
Se anticipaba que Biden emitiera ambas medidas después de enfocarse en la igualdad de género durante su campaña y anteriormente prometió poner un fin “inmediato” a las normas que fueron suspendidas el año pasado por la exsecretaria de Educación, Betsy DeVos.
La política implementada por DeVos hizo grandes cambios en la manera en que las universidades responden al acoso y abuso sexual, con provisiones que aumentaban los derechos de los acusados y reducían el marco de casos que las escuelas debían abordar. La medida fue vista como un giro de 180 grados respecto a las directrices del expresidente Barack Obama, que se enfocaban en proteger a las víctimas de conductas sexuales inapropiadas.
Entre otros cambios, las normas de DeVos reducían la definición de acoso sexual y la responsabilidad legal de las universidades que investigan acusaciones de conducta sexual inapropiada y daban a los estudiantes acusados el derecho de interrogar a sus acusadoras por medio de un representante en audiencias que se llevaban a cabo en los campus.
La orden de Biden de una revisión a las políticas fue elogiada por grupos de derechos civiles, los cuales señalaron que la política de DeVos ha tenido un efecto escalofriante sobre los reportes de abusos sexuales, y también por las universidades, que dijeron que las reglas son excesivamente prescriptoras y onerosas de seguir.
“Este es un paso importante”, comentó Shiwali Patel, abogada principal del Centro Nacional de Leyes de la Mujer. “Las modificaciones a las normas del Título IX que se implementaron durante el gobierno de Trump son sumamente dañinas, y siguen en vigor”, añadió.
Aunque la orden plantea la posibilidad de que haya un cambio importante de la política, es poco probable que ocurra rápidamente. Cualquier intento por reescribir las normas de DeVos tendría que pasar por un proceso normativo federal que puede tomar años en completarse. Por ejemplo, DeVos tardó tres años en revertir las directrices implementadas por Obama y finalizar su propio conjunto de reglas.