En esta imagen tomada de la transmisión de la ONU-TV, se muestra al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, durante una reunión virtual del Consejo de Seguridad. Foto: La Hora/Vía AP

NACIONES UNIDAS (AP) — El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, criticó con dureza el miércoles la distribución “increíblemente desigual e injusta” de las vacunas contra el nuevo coronavirus, señalando que 10 países han administrado el 75% de todas las dosis, y exigió un esfuerzo global para que todas las personas del mundo reciban la vacuna lo antes posible.

Durante una reunión de alto nivel del Consejo de Seguridad de la ONU, Guterres dijo que 130 países no han recibido una sola dosis de la vacuna contra el COVID-19, y declaró que “en este momento crítico, la equidad de las vacunas es la prueba moral más grande que tiene ante sí la comunidad mundial”.

Guterres pidió un Plan de Vacunación Mundial urgente que reúna a quienes tienen el poder de garantizar una distribución equitativa de las vacunas: científicos, fabricantes de vacunas y aquellos que pueden financiar la tarea.

También pidió a las principales potencias económicas en el Grupo de los 20 que establezcan un grupo de trabajo de emergencia para elaborar un plan y coordinar su implementación y financiamiento. Señaló que el grupo debería tener la capacidad de “movilizar a las farmacéuticas y a los principales actores de la industria y de logística”.

Guterres comentó que la reunión del Grupo de los Siete —Estados Unidos, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Francia, Canadá e Italia— prevista para el viernes “puede crear la oportunidad para movilizar los recursos financieros necesarios”.

Trece ministros participaron en la reunión virtual del consejo, organizada por Gran Bretaña, para mejorar el acceso a las vacunas contra el coronavirus, incluido en zonas de conflicto.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, cuya nación preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, pidió que se acelere la distribución de las vacunas del programa COVAX y que se “revierta el acaparamiento” de las vacunas.

Pidió que se le dé prioridad a las naciones con recursos limitados, las cuales —señaló— no tendrán acceso a las vacunas hasta mediados de 2023 si se mantiene la tendencia actual.

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“La desigualdad abre una brecha entre países sin acceso… una división profunda nunca vista en tanto tiempo”, señaló Ebrard. “Urge actuar para revertir la injusticia que se está cometiendo, porque de ello depende la seguridad de toda la humanidad”.

El canciller exhortó a la comunidad internacional a no establecer mecanismos que puedan impedir la rápida entrega de las vacunas, sino que, en lugar de eso, refuercen las cadenas de suministro que promuevan y garanticen el acceso universal.

Hasta ahora, se han registrado más de 109 millones de casos confirmados de coronavirus en todo el mundo, y por lo menos 2,4 millones de muertes a causa de la enfermedad. Mientras los fabricantes batallan para aumentar la producción de las vacunas, muchos países se quejan de haber sido excluidos, e incluso las naciones ricas enfrentan desabasto y quejas internas.

El programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud, un ambicioso proyecto para adquirir y distribuir vacunas contra el coronavirus a las personas más pobres del mundo, ya ha fallado en su objetivo de arrancar las campañas de vacunación en países pobres al mismo tiempo que se empezaron a distribuir las dosis en las naciones ricas. La OMS dijo que COVAX necesita 5.000 millones de dólares en 2021.

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