El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden ven los fuegos artificiales iluminar el cielo desde la Casa Blanca, en Washington, Estados Unidos. Foto La Hora/AP/ Evan Vucci.

Por RICARDO ALONSO-ZALDIVAR
WASHINGTON
Agencia AP

En medio de la ola más mortífera del coronavirus y ante la aparición de nuevas cepas, el presidente Joe Biden pondrá en marcha una estrategia nacional para acelerar las vacunaciones y pruebas, reabrir escuelas y negocios e incrementar el uso de la mascarilla, con la obligación de usarla durante los viajes.

Biden hablará también de las inequidades que sufren las comunidades minoritarias al firmar 10 decretos relativos a la pandemia en las próximas horas.

Biden ha prometido tomar medidas mucho más agresivas para frenar el virus de las que tomó su predecesor, las que incluyen normas de salud pública. Enfrenta grandes obstáculos ya que el virus se está propagando en la mayoría de los estados, la campaña de vacunación es lenta y existe incertidumbre si los legisladores republicanos estarán dispuestos a aprobar un paquete de rescate económico de 1,9 billones de dólares en respuesta al COVID.

«Debemos pedir al común de los estadounidenses que cumplan con su deber», dijo Jeff Zients, el funcionario de la Casa Blanca que dirige la respuesta nacional. «Para derrotar el virus se requiere un esfuerzo nacional coordinado».

Funcionarios de Biden se quejan de la falta de cooperación del gobierno anterior durante la transición. Dicen que no comprenden plenamente qué medidas se tomaron para la distribución de vacunas. Y los estados se quejan de la falta de vacunas en momentos que se les pide que extiendan la campaña de inmunización a nuevos sectores de la población.

Biden lo reconoció en su discurso de investidura. «Estamos entrando en lo que bien pudiera ser el período más difícil y mortífero del virus», dijo antes de pedir un minuto de silencio en memoria de los más de 400.000 muertos de COVID-19 en Estados Unidos.

El principal asesor médico de Biden sobre la pandemia, el doctor Anthony Fauci, anunció que Estados Unidos renovará su apoyo a la Organización Mundial de la Salud, blanco de fuertes críticas del gobierno anterior, con nuevos compromisos para enfrentar el coronavirus y otros problemas globales de salud. Fauci dijo el jueves por la mañana que Estados Unidos se sumará a los esfuerzos de la agencia de salud de la ONU para llevar vacunas, terapias y diagnósticos a la gente necesitada, en países ricos o pobres, y retomará su nivel anterior de aporte de fondos y personal a la OMS.

La orden de Biden de utilizar la mascarilla se aplicará a aeropuertos y aviones, buques, autobuses de larga distancia, trenes y el transporte público. Los viajeros del exterior deberán presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de partir hacia Estados Unidos y observar cuarentena al arribar. El uso de la mascarilla en toda propiedad federal ya es obligatorio.

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