1. Músicos actúan frente a un local que tiene un cartel de alquiler, en el centro de la Ciudad de México. Foto La Hora/AP/Ginnette Riquelme.

Por EDITH M. LEDERER

NACIONES UNIDAS

Agencia AP

El «nacionalismo de la vacunación» está avanzando «a gran velocidad», dejando a los pobres de todo el mundo observando los preparativos para las inoculaciones contra el coronavirus en algunas naciones ricas y preguntándose cuándo y cómo será su turno, advirtió el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.

Guterres reiteró su llamado a que las vacunas sean tratadas como «un bien público global», disponibles para todos y en todo el planeta, especialmente en África. Y pidió 4.200 millones de dólares en los dos próximos meses para el programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un ambicioso proyecto para comprar y entregar la vacuna contra el coronavirus a los más pobres del mundo.

Tras una cumbre virtual entre la ONU y la Unión Africana, Guterres dijo en una conferencia de prensa que financiar el COVAX es la única forma de garantizar que las vacunas llegarán a África y a otras zonas en desarrollo.

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo durante una reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU sobre COVID-19 la semana pasada que «la luz al final del túnel es cada vez más brillante» para acabar con la pandemia, pero que las vacunas «deben compartirse de forma igualitaria como bienes públicos globales, no como activos privados que amplían las desigualdades y se conviertan en otra razón por la que alguna gente se queda atrás».

Según Tedros, el programa ACT-Accelerator de la OMS para desarrollar y distribuir vacunas de forma rápida y equitativa, que incluye el COVAX, «corre el riesgo de convertirse en nada más que en un noble gesto» si no hay nuevas e importantes aportaciones económicas. El COVAX necesitará 23.900 millones para 2021, apuntó destacando que es menos de la mitad del 1% de los 11 billones de dólares de los paquetes de estímulo anunciados hasta ahora por el Grupo de los 20.

Gran Bretaña y Rusia ya han empezado a vacunar a su población contra el coronavirus. En Estados Unidos, la vacuna de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech podría recibir luz verde para su uso de emergencia en los próximos días, y la de Moderna en las próximas semanas. Canadá aprobó la de Pfizer el miércoles.

Guterres señaló que las 54 naciones africanas reportaron más de 2,2 millones de casos de coronavirus y más de 53.000 decesos por COVID-19.

«Existe una esperanza real de que las vacunas, combinadas con otras medidas de salud pública, ayudarán a superar la pandemia», afirmó.

Pero para esto hace falta que las vacunas estén disponibles para todos, y «la mayoría de los países africanos carecen del financiamiento para responder de forma adecuada a la crisis, debido en parte a la bajada de la demanda y los precios de los productos que exportan», agregó.

El director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África, John Nkengasong, señaló a finales de noviembre que en el continente las campañas de vacunación contra el coronavirus podrían no comenzar hasta el segundo cuarto de 2021.

Preguntado por esto el miércoles, Guterres afirmó que «espero que podamos hacerlo antes del segundo trimestre, pero es cierto que lo que estamos viendo hoy es un gran esfuerzo de varios países para asegurar vacunas para sus propias poblaciones».

«Es verdad que estamos viendo un nacionalismo de la vacunación avanzando a gran velocidad», apuntó el máximo responsable de la ONU.

«Si África no recibe el respaldo adecuado, no podremos luchar contra la pandemia», añadió. «Hay varias vacunas en trámites para el COVAX y es perfectamente posible entregarlas si se garantiza el financiamiento».

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