Por LISA MASCARO
WASHINGTON
Agencia AP

Los congresistas demócratas propusieron una reestructuración de amplio alcance a los procedimientos y la rendición de cuentas de la policía, en respuesta a las protestas multitudinarias por las muertes de estadounidenses de raza negra a manos de agentes.

El panorama político para el proyecto de ley es profundamente incierto en un año electoral muy polarizado. El presidente Donald Trump ha expresado una posición dura ante la ola de manifestaciones y las exigencias de reformar profundamente a la policía en Estados Unidos.

«No podemos conformarnos con nada menos que un cambio estructural que transforme», dijo la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.

Antes de dar a conocer el paquete, los demócratas de la cámara baja y del Senado guardaron un minuto de silencio en la Sala de Emancipación del Capitolio, leyendo los nombres de George Floyd y muchas otras personas muertas durante interacciones con la policía. Se arrodillaron durante 8 minutos y 46 segundos — un nuevo símbolo de la brutalidad y violencia policial —, el lapso que los fiscales dicen que Floyd estuvo inmovilizado debajo de la rodilla de un policía blanco antes de morir.

Trump, que se reunió con funcionarios policiales en la Casa Blanca, dijo que los demócratas se habían «vuelto locos».

Ante las exigencias de los activistas de reestructurar los departamentos de policía e incluso «quitarle financiamiento a la policía», el presidente tuiteó: «Ley y orden, no quitarle financiamiento ni abolir a la policía». Posteriormente declaró: «No desmantelaremos a nuestra policía».

Los líderes demócratas refutaron las palabras del mandatario, diciendo que la propuesta que hicieron no eliminaría los departamentos de policía — algo que le corresponde decidir a las ciudades y los estados —, sino que establecería nuevos estándares y supervisión.

Joe Biden, el precandidato presidencial demócrata, «no cree que se le deba retirar financiamiento a la policía», dijo el portavoz Andrew Bates.

La Ley de Justicia en Seguridad Pública, la reforma policial más ambiciosa elaborada en el Congreso en años, aborda varios temas que han sido duramente criticados, especialmente mientras más y más hechos de violencia policial son captados en videos con teléfonos celulares y compartidos ampliamente en todo el país y el mundo.

El paquete limitaría las protecciones legales para la policía, crearía una base de datos nacional de incidentes en los que se ha aplicado un uso excesivo de la fuerza y prohibiría el uso de técnicas de asfixia por parte de los agentes, entre otros cambios.

También revisaría la ley federal de conducta ilegal penal de la policía para facilitar enjuiciar a los agentes involucrados en faltas «negligentes», y cambiaría las protecciones de «inmunidad calificada» para permitir con mayor amplitud las demandas por daños contra la policía.

La legislación prohibiría el encasillamiento racial, incrementaría los requisitos para las cámaras que los agentes portan pegadas al cuerpo y limitaría la transferencia de equipo militar a las jurisdicciones locales.

En general, el proyecto de ley busca proporcionar una mayor transparencia del comportamiento policial de varias formas. Por un lado, otorgaría poder de citación al Departamento de Justicia para llevar a cabo investigaciones sobre posibles conductas indebidas y ayudaría a los estados a realizar pesquisas independientes.

También crearía un «Registro Nacional de Conducta Policial Indebida», una base de datos para tratar de evitar que los agentes sean transferidos de un departamento a otro con actos pasados de conducta indebida sin detectar, señala el borrador.

En el paquete se incluye un proyecto de ley federal contra el linchamiento que se ha estancado en el Congreso.

Jerrold Nadler, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes y coautor de la propuesta junto con la representante Karen Bass y senadores demócratas, convocará una audiencia sobre la propuesta el miércoles.

Si bien está previsto que los demócratas aprueben rápidamente el proyecto de ley este mes, no va tan lejos como quieren algunos activistas. Y las perspectivas de aprobación en el Senado, de mayoría republicana, son escasas.

El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, cuya ciudad natal de Louisville enfrenta disturbios luego de la muerte de Breonna Taylor en su casa a manos de la policía, dijo que revisaría una posible propuesta del Senado.

De momento no está claro si la policía y los poderosos sindicatos policiales respaldarán alguno de los cambios propuestos o si los congresistas republicanos eliminarán algunas de sus propias propuestas.

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