Varias personas, con mascarilla para ayudar a frenar la propagación del coronavirus, cruzan un paso de peatones, en Tokio, Japón, el 10 de abril de 2020. (AP Foto/Eugene Hoshiko)

POR MATT SEDENSKY Y JIM MUSTIAN /AP
NUEVA YORK

La cifra mundial de muertes por coronavirus se acercaba a 100 mil este viernes -un Viernes Santo distinto de cualquier otro- y algunos países avanzaban cautelosamente hacia la reapertura de sectores de sus economías.

Funcionarios de salud pública advirtieron a la gente que no debe violar las normas de sana distancia durante la Pascua, lo cual provocaría una nueva ola de contagios. Se erigieron retenes y barreras para desalentar los desplazamientos.

En Italia, la policía usó helicópteros, drones y retenes para asegurarse de que la gente no saliera de sus casas durante el feriado de Pascua. El jueves detuvo a 300 mil personas en las calles para verificar sus permisos de viaje y envió citaciones a unas 10 mil.

Algunas iglesias realizaron oficios virtuales en línea y otras organizaron oraciones en teatros al aire libre. La catedral parisina de Notre Dame, arrasada por un incendio el 15 de abril del año pasado, realizó un oficio cerrado al público, pero transmitido por televisión.

La foto muestra patos en una fuente en la plaza Trafalgar de Londres, casi desierta durante la cuarentena impuesta por el coronavirus, viernes 10 de abril de 2020. (AP Foto/Matt Dunham)

La cifra de muertes que mantiene la Universidad Johns Hopkins se acercaba a un nuevo hito trágico, aunque se cree que el número verdadero de vidas perdidas es mucho más alto dada la escasez de pruebas de detección, las distintas normas nacionales de recuento y, en algunos países, los encubrimientos de parte de gobiernos. La cifra total de casos confirmados superaba largamente los 1,6 millones.

Aun así, en Nueva York -el actual epicentro de la pandemia, con más de 7 mil personas muertas, alrededor del 40% del total en Estados Unidos, de más de 16 mil 700- había algunas señales esperanzadoras.

El jueves fue el día con más muertes en la ciudad, 799 en total, pero disminuyeron el número de hospitalizaciones y el volumen de llamadas al teléfono de emergencias 911. También ya había respiradores disponibles.

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«Hay luz al final del túnel», dijo el director de emergencias del hospital Mt. Sinai, doctor Jolion McGreevy. «Está mejorando, pero eso no significa que finalizará de la noche a la mañana. Creo que va a seguir decreciendo lentamente durante las próximas semanas y meses».

Ante el impacto económico generalizado, el titular del Fondo Monetario Internacional advirtió que se avecina la recesión más grave desde la Gran Depresión de la década de 1930.

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